Es noticia
La nueva fiebre del bitcóin: entre la revolución financiera y la burbuja especulativa
  1. Mercados

La nueva fiebre del bitcóin: entre la revolución financiera y la burbuja especulativa

Entre los múltiples servicios a los que pueden acceder los viandantes que recorren la céntrica calle Princesa de Madrid figura una tienda de compraventa de 'bitcoins'

Foto: Representación del bitcóin junto a un billete de dólar. (EFE)
Representación del bitcóin junto a un billete de dólar. (EFE)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Entre los múltiples servicios a los que pueden acceder los viandantes que recorren la céntrica calle de la Princesa de Madrid, en la que se ubican las más reconocidas enseñas de moda o restauración, amén de bancos o agencias de viajes, figura desde hace semanas una tienda especializada en la compraventa de 'bitcoins' y otras criptodivisas. Se trata del último de los 15 locales con los que cuenta ya, repartidos por toda España, BitBase, una compañía creada en Barcelona en 2017.

Aunque 'a priori' pueda parecer contraintuitivo el trasladar un producto tan ligado a la nueva economía digital al ámbito del comercio físico, lo cierto es que el modelo de BitBase representa un ejemplo nada aislado de cómo este mercado, el de las monedas digitales, ha ido abriéndose camino por distintas vías para pasar a transformarse de un activo de nicho a una realidad cada vez más conocida a nivel popular. Una transición que ha recibido un nuevo empujón en los últimos meses, al calor del fuerte 'boom' de los precios de muchas criptomonedas, con el bitcóin a la cabeza, y que es posible percibir en la proliferación de publicidades a pie de calle o incluso en camisetas de equipos de fútbol, como la del Real Betis, que acercan este tipo de activos a un público cada vez más amplio.

Foto: EC

En un escenario de efervescencia inversora que se manifiesta a través de muy diferentes activos –que ha llevado a los expertos a encender algunas alarmas– el bitcóin ha pasado a representar una opción en el radar de un número creciente de inversores, animados por sus espectaculares rentabilidades –se ha revalorizado más de un 900% en los últimos 12 meses– y alentados por la sucesión de mensajes optimistas en torno a su futuro, emitidos por personajes tan controvertidos como el presidente de Tesla, Elon Musk, pero también en una creciente proporción por firmas de inversión de prestigio, como JPMorgan. En una reciente encuesta entre unos 300 clientes institucionales, Goldman Sachs encontró que un 40% contaba ya con exposición a criptomonedas.

De hecho, esa mayor aceptación institucional es señalada de forma insistente como la gran diferencia entre el reciente auge de la criptomoneda y el que experimentó hacia finales de 2017, justo antes de experimentar un derrumbe que se llevó por delante más del 80% de su valor en apenas un año. La más reciente escalada, en cualquier caso, ha empequeñecido los récords registrados entonces.

Pero resulta indiscutible que al calor de estos movimientos, el interés por el bitcóin se ha vuelto a extender entre los inversores minoristas. "Cada vez más personas buscan información sobre criptomonedas en internet. La cantidad de transacciones y billeteras digitales está aumentando, y el tema es tendencia en las redes sociales. Los datos disponibles públicamente de blockchain.com, el principal proveedores de carteras bitcóin del mundo, muestran 10 millones de carteras nuevas creadas en los últimos tres meses, tantas como se crearon el año anterior", señalaban los expertos de UBS en un informe publicado el pasado 14 de enero.

A pesar de esto, Javier Castro-Acuña, director de Bitnovo, una plataforma especializada en la comercialización de criptodivisas, defiende que el movimiento reciente del bitcóin y otras criptomonedas que han escalado a su sombra "no tiene nada que ver con lo que sucedía entre 2017 y 2018, cuando muchas personas se metían en este mercado sin saber dónde estaban invirtiendo". Desde su experiencia, asegura que las personas que hoy se acercan al entorno de las criptomonedas lo hacen con mucha más información y motivados por la idea de que el bitcóin puede representar una especie de "oro digital", una protección contra la devaluación de las divisas tradicionales, el dinero 'fiat'.

No obstante, son muchos los expertos que alertan de que, a medida que los logros del bitcóin han ido ocupando posiciones cada vez más relevantes en las informaciones económicas, empiezan a activarse muchos de los mecanismos que favorecen los movimientos especulativos. En su reconocida obra 'Exuberancia Irracional', el premio Nobel de Economía Robert Shiller define las burbujas especulativas como "una situación en la que las noticias sobre aumentos de precios estimulan el entusiasmo de los inversores, que se propaga por contagio psicológico de persona a persona, amplificando en el proceso historias que podrían justificar los aumentos de precios y atrayendo a una clase cada vez mayor de inversores, quienes, a pesar de las dudas sobre el valor real de una inversión, se sienten atraídos por ella, en parte por envidia de los éxitos de otros y en parte por la emoción de un jugador".

Foto: EC

Alberto Matellán, economista jefe de Mapfre Inversión, coincide en que, "cuando una forma de invertir o un activo ocupa tantos titulares en medios y todo el mundo habla de ello, normalmente se parece más a una moda o a un juego que a una inversión. Y el bitcóin no es una excepción. En nuestra opinión, las inversiones deberían ser como los árbitros de fútbol: cuanto menos ruido hagan, mejor".

¿Podría estar viéndose afectado el bitcóin por un movimiento especulativo de calibre semejante a otras burbujas que han recorrido los mercados financieros? Para Nereida González, consultora del área de Análisis Económico y de Mercados de Afi, la respuesta solo puede ser afirmativa. "De forma reciente, el precio del bitcóin se ha movido más impulsado por movimientos de tipo burbuja o manía que por motivos fundamentales, pues nada ha cambiado más que el sentimiento de los inversores sobre este activo, potencialmente impulsado por declaraciones de personas relevantes en el sector tecnológico", señala, citando una vez más como ejemplo a Elon Musk.

Una relación controvertida

Lo cierto es que la relación del mundo financiero tradicional con el bitcóin y el universo de los criptoactivos ha sido y sigue siendo bastante controvertida, marcada por una sucesión de pronósticos agoreros con otros mucho más entusiastas, en ocasiones provenientes de una misma entidad. Aún hoy abundan las firmas que declinan pronunciarse sobre un activo que resulta tan difícil de encajar en los modelos tradicionales de valoración.

"La inaplicabilidad de los modelos tradicionales de valoración a bitcóin significa que sus estimaciones de valor razonable están muy dispersas, desde casi cero hasta 400.000 dólares, como sugirió recientemente Scott Minerd. Si cree que esto es una burbuja depende de su visión de qué narrativas se harán realidad. En nuestra opinión, es una decisión difícil de tomar y, en última instancia, solo el tiempo lo dirá", admiten en UBS.

Precisamente, los defensores de bitcóin como pieza clave en el futuro del sistema financiero consideran que sus críticos acérrimos, aquellos que alertan de su sobrevaloración y, en última instancia, defienden que su valor intrínseco es cero cometen un error de aproximación al no ser capaces de captar la transformación en ciernes de la que bitcóin sería un exponente esencial.

Foto: (Reuters) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Bitcoin: al dólar le sale competencia
Juan Gómez Bada

Para Salvador Casquero, fundador y presidente de 2gether, un neobanco articulado sobre su propia criptomoneda y que busca facilitar a los usuarios la transición entre la economía tradicional y la nueva economía basada en activos digitales, el bitcóin viene a ser uno de los grandes referentes de la revolución del dinero, un cambio de modelo hacia un entorno económico caracterizado por una abundancia de tokens, sobre los que se articulará una economía de mercado al margen del dinero tradicional, en la que primarán las transacciones de bienes y servicios entre pares sin necesidad de intermediarios.

Su diseño descentralizado, la falta de exposición al tipo de cambio, los movimientos de dinero rápidos, los canales de pago seguros o la trazabilidad son, junto a su alcance global y su neutralidad, algunas de las características de bitcóin que respaldarían un lugar privilegiado para la moneda digital en procesos esenciales de la economía como el comercio internacional, según defendían recientemente los analistas de Citi en un informe.

Pero a la moneda también se le han achacado debilidades esenciales que dificultarían su aceptación como un sistema de pagos ampliamente aceptado. "Los problemas que presenta bitcóin son sustanciales y muchos de ellos reducen las posibilidades de que se pueda llegar a ver a bitcóin como el próximo medio de cambio global", apunta Nereida González, quien señala, a modo de ejemplo, las limitaciones que impone el propio algoritmo de la criptodivisa a su crecimiento. "Está tasado que cada 10 minutos se 'apruebe' un bloque de transacciones y ese bloque tiene una capacidad limitada, es decir, el número de transacciones que incluye un bloque es reducido. Las estimaciones apuntan a que, cada segundo, solo se aceptan entre 4 y 7 transacciones en bitcóin, mientras que, por ejemplo, VISA es capaz de ejecutar más de 1.400 transacciones".

Algunos expertos ven riesgo de que otra criptomoneda reemplace al bitcóin

Frente a esto, Castro-Acuña defiende que ya existen soluciones para las presuntas debilidades que se atribuyen al bitcóin, señalando a Lightning Network, una red concebida como una segunda capa para bitcóin, que facilitaría la ejecución de micropagos de forma instantánea entre pares. "Son soluciones que aún están poco extendidas, pero que a medida que se hagan más comunes eliminarán las dudas sobre las capacidades del bitcóin", explica.

Sin embargo, existen otros factores, como la extrema volatilidad que registran los precios del bitcóin (en las últimas 35 sesiones ha registrado movimientos, al alza o a la baja, superiores al 3% y en 18 de ellas, de al menos el 6%) que generan dudas sobre su validez como una herramienta para el pago de bienes o servicios, lo que, a su vez, da pábulo a las advertencias sobre que, incluso en un escenario de triunfo de las criptomonedas, bitcóin podría acabar viéndose desplazada por otra que mejore sus características. Porque, aunque es cierto que bitcóin se muestra hoy como la más firmemente asentada dentro de un universo de más de 4.300 criptodivisas, según los registros de coinmarketcap.com, los expertos de UBS advierten de que en el ámbito de internet, Netscape o Myspace son ejemplos de aplicaciones que resultaron exitosas en primera instancia para acabar siendo desterradas por herramientas surgidas 'a posteriori'.

Casquero admite que en un entorno que cambia tan rápido y en el que los propios bancos centrales están desarrollando sus propias criptodivisas no puede descartarse que el bitcóin acabe viéndose desplazado. Pero defiende que a día de hoy, y pese a la existencia de otras monedas que ofrecen soluciones interesantes a problemáticas muy concretas, ninguna tiene la capacidad de sustituir a bitcóin como reserva de valor, una de las funciones que más se ha puesto en boga en los últimos meses.

Foto: Foto: EFE.

La 'impresión' masiva de dinero por parte de los bancos centrales en los últimos años para combatir las secuelas de la crisis financiera, y que se ha acelerado desde el estallido de la crisis del coronavirus, alimenta los temores de que tarde o temprano se acabe desatando un proceso inflacionario en el que se refleje la pérdida de poder adquisitivo de las monedas 'fiat'. Ante ese riesgo, el bitcóin vendría a jugar un papel de depósito alternativo (similar al que representa el oro), que no está sometido a las veleidades políticas y que es fácilmente acumulable y movible a nivel global. La escasez de la oferta de bitcóin –aunque, en cierto modo, discutible– reforzaría este atractivo.

Teniendo en cuenta todas estas cuestiones, Casquero considera que es positivo que el mundo del bitcóin y las criptomonedas sea cada vez más conocido a pie de calle. Pero, al mismo tiempo, reconoce que la exuberancia que rodea las informaciones más recientes encierra peligros: "En ocasiones se traslada la idea de que con esto solo se gana y no es así. Tienes que saber que si te metes en esto en un día puedes perder un 20%. Es necesario que la gente conozca la parte buena, pero también la parte más peligrosa de ese mercado".

Precisamente son esos riesgos los que han llevado en los últimos tiempos a firmas como el BCE o la CNMV y el Banco de España a emitir advertencias públicas sobre los peligros que asumen los inversores al invertir en criptomonedas. Estos mensajes azuzan igualmente el riesgo de que el bitcóin, que como observa Matellán también es una herramienta apta para las transacciones ilícitas, por su carácter anónimo, pueda acabar sucumbiendo a las restricciones regulatorias de organismos nacionales e internacionales, lo que podría limitar su atractivo. Castro-Acuña, sin embargo, cree que cualquier intento en este sentido supondría poco menos que tratar de ponerle puertas al campo. "No creo que se pueda frenar el uso de las criptomonedas mediante su regulación", apunta.

Las revoluciones económicas suelen ir aparejadas a procesos de excesos financieros

La enumeración de las posibilidades de futuro que presenta el bitcóin –y de forma menos discutible el sistema 'blockchain' sobre el que se sustenta–, sus debilidades y los riesgos e incertidumbres que lo rodean difícilmente permite dirimir si el entusiasmo reciente en torno a la criptomoneda es el reflejo del cambio de paradigma que se avecina en el sistema financiero, y que hará de tiendas como las de Bitbase un elemento tan cotidiano en las calles como el que representan hoy las sucursales bancarias, o más bien la señal de un movimiento irracional que está elevando los precios por encima de cualquier valoración justificable. Quizás, porque una cosa y otra no resultan excluyentes.

En un artículo reciente en 'Financial Times', John Thornholl recordaba que la economista Carlota Pérez, en su libro 'Revoluciones tecnológicas y capital financiero', explica que las explosiones de productividad y los excesos financieros suelen ser "interrelacionados e interdependientes". Así, avances críticos en la historia económica global, como la revolución industrial iniciada en 1770, la revolución del vapor y del ferrocarril en 1820, la revolución de la electricidad en la década de 1870, la revolución del petróleo, los automóviles y la producción en masa en la década de 1900 y la revolución de la tecnología de la información en la década de 1970, estuvieron acompañados de episodios de especulación financiera salvaje.

Según este razonamiento, quienes invirtieron en tecnología durante la burbuja 'puntocom' estaban apuntando en la dirección correcta. Nada impide que quienes apuestan hoy por el triunfo de las criptomonedas estén protagonizando un acierto semejante. Pero las pérdidas que durante años han arrastrado muchos de aquellos inversores visionarios suponen un aviso a navegantes que conviene no perder de vista. En los mercados, acertar la tendencia no es siempre sinónimo de éxito.

Entre los múltiples servicios a los que pueden acceder los viandantes que recorren la céntrica calle de la Princesa de Madrid, en la que se ubican las más reconocidas enseñas de moda o restauración, amén de bancos o agencias de viajes, figura desde hace semanas una tienda especializada en la compraventa de 'bitcoins' y otras criptodivisas. Se trata del último de los 15 locales con los que cuenta ya, repartidos por toda España, BitBase, una compañía creada en Barcelona en 2017.

El redactor recomienda