Seis fondos para ganar rentabilidad y apostar por el planeta

Hoy 22 de abril se celebra el día mundial de la Tierra, una fecha marcada en el calendario desde 1970, y los datos no son buenos. Según informaciones científicas al planeta Tierra le quedarían 200 años de vida a consecuencia de la deforestación, las emisiones de Co2, el cambio climático, la explotación masiva de los terrenos, o el crecimiento incontrolado de la población, entre otros motivos.

Cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible puede frenar este desenlace. Pero la realidad es que Naciones Unidas estima que para alcanzar cada uno de los 17 objetivos para 2030 se necesitan entre cinco y siete billones de dólares de inversión anualmente, y para ello las finanzas públicas por sí solas no son suficiente, tal y como ha advertido la Organización en repetidas ocasiones. Por ello, conseguir movilizar la inversión privada resulta vital.

Y, de momento, la contribución es irrefutable. Las siglas ESG, que clasifican a las inversiones medioambientales, sociales y de gobierno están generando financiación sobre múltiples áreas y suponen ya beneficios sustanciales en cada una de ellas.

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En concreto, solo en España, los activos gestionados bajo criterios sostenibles alcanzaron los 285.454 millones de euros en 2019, según el último informe presentado por la asociación Spainsif. De ellos, 207.571 millones son activos gestionados por entidades nacionales, y los restantes 77.883 millones corresponden a firmas internacionales. En realidad, fueron las gestoras extranjeras el auténtico motor del crecimiento al casi cuadruplicar sus activos sostenibles bajo gestión, mientras que la cifra de las españolas aumentó un 8,5%.

Una tendencia que, de momento, va en aumento. Los datos son claros: los fondos que incorporan criterios ESG registraron flujos de entrada positivos el año pasado, incluso en febrero y marzo, peores meses para el mercado a consecuencia del golpe económico derivado de la pandemia por Covid-19. Según datos de Morningstar, los activos en fondos sostenibles alcanzaron un récord de 1,25 billones de dólares durante ese primer trimestre, en los que Europa alcanzó un simbólico billón de dólares.

Fondos internacionales, rentables y sostenibles

Para reducir la temperatura global, la transición energética hacia las renovables es clave, y en ellas precisamente es en las que confía el fondo BNP Paribas Energy Transition. Al menos, el 75% de su cartera está invertida en activos de renta variable emitidos por sociedades en todo el mundo que se comprometan con esa conversión. Entre sus activos destacan empresas de energía renovable y de transición, y orientadas a la eficiencia energética, el transporte sostenible, la construcción e infraestructura ecológica. Su rentabilidad anualizada a tres años es del 26,49%. A un año logra sumar un 195,85%.

También orientado a la transición energética, destaca por su rentabilidad anualizada a tres años (22,32%) el Blackrock Sustainable Energy Fund. A un año su rentabilidad es del 69,47%. También en la misma línea y estrategia de inversión, el Pictet Clean Energy aporta a tres años un 16,63%, mientras que a un año logra un 75,15%. Con el objetivo de frenar el cambio climático, el Schroders Global Climate Change lleva trabajando más de 10 años en los que consigue una rentabilidad anualizada del 12,68%. A tres aumenta hasta el 21,39%, mientras que a un año es del 65,54%.

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También con una trayectoria de más de 10 años, en las que logra sumar un 10,57% al año, y orientado a mejorar el medio ambiente pero con una estrategia totalmente diferente, el DPAM Invest B Equities Newgems Sustainable invierte, bajo criterios de ESG, principalmente en acciones que dan acceso al capital de empresas de todo el mundo denominadas 'del futuro', que se identifican por el acrónimo NEWGEMS (tendencias y temas de actividades ligadas a la nanotecnología, ecología, bienestar, generación Z, E-Society, industria 4.0 y seguridad). A tres años la rentabilidad del fondo es del 23,86%, mientras que a un año es del 42,28%.

Con una exposición de, al menos, un 67% a renta variable, el JPMorgan Global Socially Responsible, confía en empresas de cualquier país del mundo siempre que sean gestionadas bajo criterios socialmente responsables y trabajen hacia el logro de estándares altos de responsabilidad corporativa, social y ambiental, y establezcan relaciones positivas con sus accionistas, respetando y defendiendo los derechos humanos universales. A 10 años su rentabilidad es del 12,50%, mientras que a tres años asciende al 20,52% y a un año al 43,73%.

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