El Banco de Inglaterra reduce el ritmo de compra de bonos antipandemia

El Banco de Inglaterra redujo en su reunión ordinaria de este jueves su programa de emergencia de compra de activos, según señaliza el fin del apoyo anticrisis para finales de este año, según parece que la recuperación coge fuelle a la vez que se van retirando las medidas de contención.

Los responsables de la entidad, liderados por el gobernador Andrew Bailey, dijeron que Reino Unido se recuperará hasta sus niveles prepandémicos en PIB un trimestre antes de lo esperado inicialmente, según el rápido ritmo de recuperación (junto con la vacunación) allana el camino para una apertura completa en junio. Asimismo, solo el economista jefe Andy Haldane votó en contra a reducir los objetivos de compra del programa de activos del banco central.

Ahora, el BoE comprará activos a un ritmo de 3.400 millones de libras a la semana, 1.000 millones por debajo del ritmo anterior. Los representantes han insistido en que esta es una medida “operacional” y que no supone un cambio de posición respecto a su política monetaria.

Esta decisión pone al Banco de Inglaterra en la vanguardia de las instituciones monetarias en cuanto a la duración y salida de los paquetes de estímulos desplegados para responder a la crisis del covid-19, un debate que cada vez está cogiendo más fuerza ya no solo entre los bancos centrales, sino también entre los gobiernos y empresas.

La propia presidenta del Tesoro y expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, tuvo que moderar sus comentarios sobre la necesidad de subir tipos de interés para evitar un sobrecalentamiento de la economía, explicando que no se trataba ni de una predicción ni de una recomendación a futuro sobre dónde llegará el precio del dinero en los próximos meses. Por su parte, el banco central de Noruega reiteró también este jueves que sigue camino a endurecer su política monetaria a finales de este año.

Sin embargo, otras voces insisten en el compromiso de los bancos centrales con los estímulos anticrisis. Sobre todo en un entorno en el que la inflación sigue presionando al alza (si bien el dato subyacente se estancó en las últimas publicaciones), representantes de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) insisten en que se trata de un repunte puntual que no trunca la posición de los responsables monetarios.