La paradoja de la fiebre del 'trading': crecen los usuarios pero muchos pierden dinero

Álvaro (nombre ficticio) se levanta a las 7:30h, prepara un café bien cargado y camina hasta su despacho. Opera en la bolsa española y la apertura es a las 9:00h. Cada día busca pequeños movimientos en valores, índices u otros activos. Sus operaciones apenas duran unos minutos. Es el arte de la especulación financiera y consiste en operar en un periodo muy corto de tiempo tratando de predecir la dirección del precio de un activo.

Cada vez hay más personas que, como Álvaro, se adentran en el universo del trading. El problema es que algunos dan el paso sin la formación necesaria; y las consecuencias no tardan en llegar. “Muchos compran el mensaje erróneo de ser traders rápidamente y sin esfuerzo, pero muy pronto son conscientes del error y lo sufren directamente en sus bolsillos”, afirma Mónica Triana, analista de Estrategias de inversión y profesora del Curso Práctico de Trading nivel experto de la plataforma. Según ella, es posible vivir de la bolsa o tenerla como actividad complementaria, “pero siempre utilizando un método concreto y con mucha disciplina”.

Y es que en los últimos años, al calor de la proliferación de la publicidad, la fiebre por el trading online se ha disparado. Solo hay que ver los datos de algunas de las grandes plataformas europeas cuyo número de usuarios ha crecido. Sin embargo, muchos de sus inversores minoristas pierden dinero.

"Antes de operar en bolsa debemos tener estas cosas claras para no caer en los cantos de sirena que buscan incautos con un mensaje muy atractivo de dinero fácil", comenta Carlos Gil, analista de trading de Estrategias de Inversión. Bajo su punto de vista, "el éxito de un inversor que quiera vivir de la bolsa se basará en realizar una correcta lectura del mercado. Para ello es fundamental conocer el ciclo bursátil y económico en el que nos movemos, los tipos de gráficos con los que vamos a trabajar y los principales niveles de los activos (soportes y resistencias)".

Lo siguiente que debemos tener claro, según el experto, es nuestro patrimonio para invertir, el tiempo del que disponemos y nuestro nivel de riesgo: "Antes de pretender vivir del trading tenemos que probar nuestro método, tener los resultados bien contrastados y pensar que el mercado es muy difícil a largo plazo, que pasaremos por fases alcistas, bajistas o laterales y hay que saber identificarlas antes de empezar a operar".

"El mercado es muy difícil a largo plazo. Pasaremos por fases alcistas, bajistas o laterales y hay que saber identificarlas antes de operar"

En este escenario, el equipo de Estrategias de Inversión recomienda sobre todo "no perder el respeto por el mercado y desmitificar algunas cosas antes de hablar de vivir del trading de forma profesional". Estos son sus cuatro consejos básicos:

- Con 3.000 euros, no se puede vivir del trading ni sacar unas plusvalías de 1.000 euros todos los meses. "Para poder vivir exclusivamente de ello se necesita un capital mínimo que permita soportar pérdidas porque, por muy buenos que seamos, habrá meses malos".

- Utilizar un apalancamiento excesivo es una temeridad. En muchas ocasiones, el inversor se apalanca mucho para abarcar más capital a la hora de operar, "pero cuando el mercado gira en contra ese apalancamiento puede destruir su cuenta si no sabe gestionarlo". La gestión dependerá de varios factores, desde el dominio de la técnica aplicada hasta la psicología o la gestión monetaria.

- Realizar muchas operaciones no siempre es productivo. Los riesgos de hacer scalping (operar en cuestión de segundos) se han multiplicado en los últimos años con la proliferación de los sistemas automáticos utilizados por los operadores profesionales, capaces de identificar las órdenes de los particulares y posicionarse en su contra en cuestión de nanosegundos.

- Se necesita una metodología probada para ganar dinero haciendo trading a largo plazo. Las buenas rachas son pasajeras. Es necesario controlar tanto el miedo como la confianza excesiva para logar controlar las emociones y tomar decisiones certeras. Todo esto debe apoyarse en un método que ayude a operar de forma racional.