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El pleno empleo de EEUU es el último escollo para que baje (con fuerza) tu hipoteca
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PREVISIÓN DE MENOR CAÍDA DEL EURÍBOR

El pleno empleo de EEUU es el último escollo para que baje (con fuerza) tu hipoteca

En junio llegará el primer recorte de tipos del BCE, pero las expectativas de bajada para el euríbor a lo largo de 2024 se enfrían ante la fortaleza macro en Estados Unidos

Foto: Jerome Powell, presidente de la Fed. (Reuters/Tom Brenner)
Jerome Powell, presidente de la Fed. (Reuters/Tom Brenner)
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Es evidente que la zona euro y Estados Unidos son vasos comunicantes y, lo que sucede a un lado del Atlántico, afecta en el otro. Y aunque la inflación europea no tiene un espejo en la estadounidense, como ha dicho Christine Lagarde tratando de desligar al Banco Central Europeo (BCE) de la Reserva Federal (Fed), es inevitable que haya contagio.

Y el contagio en este caso llegaría de una fortaleza económica, con pleno empleo, que ha llevado a la Fed a hacer pensar al mercado que retrasará la reducción de tipos de interés, como mínimo, a septiembre. El BCE, al contrario, ha allanado el camino para recortar el precio del dinero en junio, pero las expectativas de bajadas posteriores se reducen.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha confirmado que todo apunta a un recorte de tipos en junio, dado que continúa la desinflación de la eurozona. Incluso algunos miembros del banco central ya han apostado por una reducción en abril.

Hay consenso absoluto en el mercado en que en junio el tipo de interés bajará del 4,5% actual. Y el de facilidad de depósito, que está en el 4% y es el más ligado al euríbor, pasará al 3,5% o 3,75%. La duda es lo que sucederá después, porque el mercado ha ido reduciendo las apuestas de bajadas de tipos a lo largo del año. En los últimos meses, la apuesta ha pasado de seis a cuatro, y ya se empieza a barajar que sean tres.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Wittek)

El último escollo llega desde Estados Unidos, por el pleno empleo, la presión inflacionista en salarios, la fortaleza del consumo, y el titubeo de la Fed ante el miedo de bajar tipos con la economía demasiado caliente. El último dato de IPC de Estados Unidos ha sido del 3,5% en marzo, tras un repunte de tres décimas, con la inflación subyacente en el 3,8%.

Los últimos datos de Estados Unidos han afectado al mercado de deuda europeo, con repuntes de los bonos. También se han reducido las expectativas de caída del euríbor. El futuro del euríbor a tres meses cotiza en el 3,2% para diciembre. A finales del año pasado estaba en el 2,2%, y hace un mes por debajo del 3%. Los inversores ya especulan con que solo haya tres recortes de tipos en Europa, y algunos analistas apuntan a que podría haber menos. "Tras el dato del IPC de EEUU, los precios del mercado han convergido plenamente en nuestra antigua visión de tres recortes de tipos a partir del próximo mes de junio", comentan François Cabau y Hugo Le Damany, economistas de AXA IM.

"Puede que Lagarde haya destacado una clara delimitación entre la evolución de los datos de EEUU y la de los tipos de interés, pero los datos de inflación de EEUU han seguido sorprendiendo al alza y parece cada vez más probable que esto limite a la Reserva Federal a un solo recorte o incluso a ninguno este año. En consecuencia, aunque seguimos creyendo que el BCE será el primer banco central que empiece a recortar los tipos este año, la senda a partir de ahí seguirá dictada por la actuación de la Fed", apunta Max Stainton, estratega macro de Fidelity International.

El grueso de los expertos da por hecho que en junio habrá un recorte de tipos de interés

En efecto, el grueso de los expertos da por hecho que en junio habrá un recorte de tipos. Lagarde se ha esmerado en desmarcarse de la Fed. Pero lo cierto es que el euro ha caído a 1,07 dólares, ante la previsión de que la Fed tarde en bajar tipos y lo haga con menos fuerza de lo previsto. Esto es una fuente de inflación, al importar productos más caros y alentar las exportaciones, acelerando la economía.

La debilidad de la moneda supone un desafío para el BCE. Y también el hecho de que la primera economía global siga sobrecalentada, exportando crecimiento al resto del mundo. Además, como ha recordado Lagarde, hay presiones inflacionistas internas en la eurozona, que "mantienen la inflación de los precios de los servicios en niveles elevados".

De hecho, las presiones inflacionistas desde el mercado laboral se han moderado, porque se ha reducido la escasez de mano de obra cualificada. Un riesgo que ya no menciona el BCE. Es decir, el problema ahora no es que falten ingenieros en Alemania, sino que faltan en Estados Unidos. Una amenaza más lejana, pero que afectará a las hipotecas españolas.

Foto: Sede del BCE en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)

"Los riesgos apuntan probablemente a un menor número de recortes, sobre todo por la rigidez de la inflación de los servicios, la resistencia del mercado laboral, la relajación de las condiciones financieras y las consideraciones de gestión de riesgos del BCE", opina Konstantin Veit, gestor de Pimco.

"En un contexto de geopolítica incierta y en medio de precios de las materias primas en aumento, un mercado laboral fuerte y una inflación resiliente en el segmento de servicios, el camino hacia la normalización completa de la política monetaria sigue siendo largo en ambos lados del Atlántico", arguye Raphael Thuin, responsable de estrategias de mercados de capitales en Tikehau Capital.

Estas consideraciones ya han sido recogidas por el mercado, afectando a la evolución del euríbor y, con ello, al grueso de hipotecas a tipo variable. También tienen impacto en la producción de nuevos créditos, en especial en hipotecas y en préstamos a empresas.

El euríbor ha reculado este año, pero en los últimos meses se ha estabilizado en un rango superior al 3,5% que marcó a principios de febrero. En los últimos días, cotiza al borde del 3,7%. La proyección de los futuros es que caiga hasta el 3,2% este año y al 2,6% en 2025. Pero hace solo un mes, los futuros apuntaban a un 2,2% en diciembre del año que viene.

Es evidente que la zona euro y Estados Unidos son vasos comunicantes y, lo que sucede a un lado del Atlántico, afecta en el otro. Y aunque la inflación europea no tiene un espejo en la estadounidense, como ha dicho Christine Lagarde tratando de desligar al Banco Central Europeo (BCE) de la Reserva Federal (Fed), es inevitable que haya contagio.

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