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¿Por qué el Ibex ha subido un 4% en mayo? Tres claves que han movido el mercado
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¿Por qué el Ibex ha subido un 4% en mayo? Tres claves que han movido el mercado

Tras un inicio de mes muy positivo, los inversores se han topado en las últimas jornadas con una serie de datos que han puesto en cuestión algunas de las tesis más entusiastas

Foto: Un panel del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa. (EP/Eduardo Parra)
Un panel del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa. (EP/Eduardo Parra)
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Las bolsas internacionales pusieron término este viernes a un mes de mayo que, esta vez sí, ha logrado rebelarse contra el famoso aforismo que invita a los inversores a vender y olvidarse del mercado hasta pasado el verano.

La combinación de un escenario económico moderadamente benigno con unas expectativas sólidas de recortes de tipos (más sólidas en Europa que en EEUU) y la arrolladora confianza en el potencial de la IA –capitalizada, principalmente, por Nvidia– han permitido a las principales bolsas mundiales prolongar sus buenas cifras del primer tercio del año, con el S&P 500 anotándose un alza mensual del 4,8%, el EuroStoxx 50 sumando un 1,27% y el Ibex 35 liderando entre los grandes índices europeos, con un repunte del 4,31% que le permite acariciar nuevos máximos desde 2015.

Este buen tono mensual, sin embargo, esconde una imagen más confusa, que se ha puesto de relieve en las últimas jornadas y, especialmente, esta semana, a medida que los inversores se han ido topando con una serie de obstáculos que afean el prometedor relato que ha venido impulsando la escalada a máximos de las bolsas.

1. Recortes de tipos, sí…, ¿pero cuántos?

El próximo jueves se reunirá el Consejo de Gobierno del BCE y nadie en el mercado parece asumir otro resultado que la que sería la primera bajada de los tipos de interés en la Eurozona desde 2016. Sin embargo, el repunte mayor de lo esperado de la inflación en mayo –conocido este viernes–, que sigue a una serie de datos que muestran un crecimiento sólido de los salarios en la región, empieza a generar dudas sobre los próximos pasos del banco central, diluyendo uno de los motores del crecimiento de las bolsas e impulsando las rentabilidades de los bonos europeos a máximos anuales.

"El aumento temporal de la inflación no impedirá el recorte de los tipos de interés de junio, claramente comunicado. Pero el Banco Central Europeo será cauteloso y es poco probable que baje los tipos de interés en la reunión de julio, dada la interrupción momentánea de la desinflación, especialmente en los servicios, y los sólidos datos salariales", señalan en Oxford Economics.

Foto: Foto: EC Diseño.

En Estados Unidos, hace tiempo que parece descartada la posibilidad de un recorte de tipos próximo, dada la solidez de su economía y la persistencia de la inflación, que incluso ha llegado a alimentar discursos favorables a subidas adicionales del precio del dinero. Sin embargo, los últimos datos (el jueves, un dato de PIB peor de lo esperado y el viernes la constatación de que la escalada de los precios se ha estancado en el último mes) han abonado la idea de que un enfriamiento de la economía está en marcha y facilitará que esas rebajas del precio del dinero se hagan efectivas en la segunda mitad del año.

2. Un crecimiento no tan sólido como se esperaba

Aunque desde hace tiempo los inversores mantienen una relación algo ambigua con el crecimiento económico (aunque, obviamente, es un elemento deseable, en ocasiones han celebrado cierta moderación si esta puede animar a los bancos centrales a reducir sus tasas), la fortaleza de la economía estadounidense ha sido un factor claro de soporte del optimismo, en medio de un sinfín de incertidumbres.

Pero la acumulación de evidencias de una desaceleración de la mayor economía del mundo –plasmada en esa revisión a la baja de las cifras del PIB– vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de que una recesión vuelva a aparecer en el camino.

Estas inquietudes económicas se ven agravadas por los pasos vacilantes de la economía china, que este viernes volvió a dar muestras de debilidad con unas cifras de actividad (PMI) decepcionantes. La suma de incertidumbres políticas (desde EEUU a Sudáfrica, pasando por Reino Unido, la UE o la India, entre otros) añade otro factor para la cautela inversora.

3. Los límites de la inteligencia artificial

Si la semana pasada los resultados de Nvidia insuflaron una nueva dosis de optimismo (y cientos de miles de millones de euros de capitalización) a la confianza del mercado en la revolución económica que puede suponer la inteligencia artificial –pilar fundamental de las elevadas valoraciones que ha alcanzado Wall Street–, las últimas jornadas han alumbrado razones para cierta cautela.

La decepción por las cuentas de Dell (una de las empresas llamadas a beneficiarse directamente del boom de la IA) y el pinchazo de la firma de software Salesforce han supuesto sendos recuerdos de que, incluso aunque el relato general sobre los beneficios de la IA pueda estar fundamentado, no todas las tecnológicas (y mucho menos las industrias afectadas más indirectamente) lograrán situarse entre las ganadoras de esta tendencia.

Incluso, la propia Nvidia se ha encontrado con un contratiempo en su camino, en forma de restricciones regulatorias a la exportación de chips, que ha mitigado el entusiasmo inversor en las últimas jornadas, suponiendo un lastre evidente para las bolsas.

Foto: Foto: Reuters/Florence Lo.

En Europa, las tecnológicas también han sido uno de los sectores más bajistas de la semana, pero con un menor impacto, debido a su menor peso en los grandes índices.

La dificultad de los inversores para encajar las distintas piezas con las que se han encontrado en los últimos días queda de relieve en el Ibex –uno de los pocos grandes índices que cierra la semana en positivo–, donde las mayores alzas se las reparten compañías especialmente favorecidas por la perspectiva de bajadas de tipos, como Solaria (que presentó resultados el lunes), Acciona o Merlin, junto a bancos como CaixaBank o Bankinter, que suelen reaccionar negativamente a cualquier indicio de recorte del precio del dinero.

Las bolsas internacionales pusieron término este viernes a un mes de mayo que, esta vez sí, ha logrado rebelarse contra el famoso aforismo que invita a los inversores a vender y olvidarse del mercado hasta pasado el verano.

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