ATL se suma a la fiebre de los ricos por el capital riesgo con su primera SCR

ATL Capital ha iniciado los trámites para lanzar su primera sociedad de capital riesgo (SCR), uno de los vehículos estrella entre los altos patrimonios desde que tienen que tributar por su riqueza acumulada, ya que les permite reducir el pago a Hacienda.

La boutique madrileña especializada en clientes vip, que preside Jorge Sanz, ha puesto énfasis en complementar su oferta de asesoramiento y gestión de activos con inversiones alternativas a través de fondos de capital riesgo. En septiembre lanzó su primer fondo, y ahora ha iniciado el camino para ofrecer una SCR.

Las SCR son sociedades que atraen a los grandes patrimonios por sus condiciones fiscales. Si se cumplen determinados requisitos de inversión y gestión, se puede deducir la aportación en la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio.

La implantación del Impuesto sobre las Grandes Fortunas por parte del Gobierno ha llevado a muchos inversores millonarios de Madrid, donde estaba bonificado al 100% el Impuesto sobre el Patrimonio, a vigilar la optimización fiscal de su cartera. Además, Madrid ha recuperado el impuesto este año para quedarse con la recaudación.

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De esta forma, los ricos acuden, de la mano de sus asesores fiscales, a diferentes fórmulas para minimizar la tributación, como el escudo fiscal –reducir rentas para aprovechar el límite conjunto entre IRPF y Patrimonio– o la bonificación por sociedades familiares. También está la inversión en sociedades de capital riesgo.

La banca privada está elevando la oferta de SCR para atender esta demanda creciente. Además, son vehículos con comisiones más altas que la inversión tradicional en fondos, bonos o acciones. En este caso, ATL Capital ha inscrito en el Registro Mercantil el ATL Inversión Alternativa I SCR SA. La sociedad, con Guillermo Aranda Ludeña, consejero ejecutivo de ATL, como administrador único, estará depositada en Bankinter. Desde ATL no hay comentarios.

El siguiente trámite es que la CNMV autorice el lanzamiento de la SCR, la primera de la boutique de altos patrimonios. En septiembre lanzó un fondo de capital riesgo con el objetivo de levantar entre 30 y 40 millones, con líneas de inversión entre IT, salud, industrial, energía, consumo, servicios, materiales, bienes de equipo y software.

El siguiente trámite es que la CNMV autorice el lanzamiento de la SCR, la primera de la boutique de altos patrimonios

La inversión que se realiza en una sociedad de capital riesgo es deducible en la base imponible de patrimonio o del impuesto temporal de solidaridad a las grandes fortunas (IGF). Hay que cumplir varios requisitos para ello. Entre otros, que la inversión sea superior al 5% de la sociedad, igual que si fuera una empresa familiar, donde se deducen los activos afectos a la actividad económica.

Así, si una gran fortuna tiene un patrimonio de 30 millones computable a efectos de patrimonio o IGF, con 10 millones de ellos invertidos en renta variable o renta fija —ya sea directamente o a través de fondos—, esta última cifra se integraría completamente a la base imponible de patrimonio. Pero si dedica un 30% de la inversión al capital riesgo a través de una SCR, en la que posee más del 5%, esos tres millones se los deduce de la base imponible. Solo tributaría por siete millones. Como el tipo es del 3,5%, se ahorra una tributación de 105.000 euros.