Dime qué edad tienes y te diré dónde invertir: guía para el inversor desde la Gen Z a la jubilación

¿Invertir con más riesgo o mejor apostar por la cautela? Depende, como todo. Pero no solo es cuestión de dinero, tu etapa vital puede ser un factor clave. Alguien de 20 años no tiene la misma capacidad de inversión que un ciudadano de 60 al disponer, en la mayoría de los casos, de menos dinero y de menos experiencia invirtiendo también.

En el mundo de las inversiones, como en todos, no es lo mismo tener 20 años que 40 o 60. Las obligaciones de un estudiante no son iguales que las de un jubilado. “La edad puede ser un factor determinante para definir el horizonte temporal y, por ende, el perfil de riesgo del inversor”, dice Gonzalo López, analista de inversiones en la asesora financiera Afi Inversiones Globales.

Bloomberg Línea ya presentó algunas ideas sobre cómo invertir según los años que tengas, dirigida al público latinoamericano. Es mejor ayudarse de cierta 'guía' que muestre cómo y dónde invertir, dependiendo de la etapa vital en la que la persona se encuentre. De este modo, aquí van algunas pautas, adaptadas al inversor español.

Dónde puede invertir la Gen Z

Los jóvenes entre los 20 y 30 años tienen pocos ahorros y, seguramente, escasos ingresos, pero un factor juega a su favor: el tiempo. Tienen toda la vida por delante. Por tanto, López recomienda para ellos “la inversión en megatendencias”.

“La generación Z tiene un horizonte temporal muy largo y carece de cargas familiares o hipotecarias, lo que la hace idónea para la inversión en megatendencias. Esta estrategia implica invertir en fuerzas estructurales de cambio con profundas consecuencias sociales, económicas y políticas, como la disrupción tecnológica, la longevidad, los nuevos hábitos de vida, el cambio climático y el desarrollo de las economías emergentes. Estos cambios pueden tardar décadas en materializarse, por lo que se requiere un enfoque de largo plazo, alejándose de las típicas fluctuaciones a corto plazo de los mercados. Además, esta inversión se realiza, mayoritariamente, a través de renta variable, con su consiguiente riesgo”, explica López.

"La Gen Z carece de cargas familiares o hipotecarias, lo que la hace idónea para la inversión en megatendencias"

Para Joaquín Robles, analista financiero, las personas de 20 a 30 años, que están empezando a obtener sus primeros ahorros, podrían apostar por la renta variable. “La renta variable ha demostrado una mayor rentabilidad. Si eres joven, la renta variable te da más tiempo para asumir la volatilidad, a medio y largo plazo”. El analista puntualiza que al hablar de renta variable se canalice a través de índices globales, como el MSCI World, que engloba a las principales empresas y expulsa a las de peor rendimiento.

Por otro lado, el analista también señala que, si perteneces a la población joven y quieres, por ejemplo, comprar una casa, puedes escoger activos más conservadores, bonos de corto plazo o combinar renta fija y variable. Pero esto siempre y cuando el joven se plantee invertir en un horizonte más a corto plazo.

Etapa de los 30 a los 40 años

Aquí “cambia mucho la cosa”, enfatiza Robles. Esta etapa vital es la más apropiada, o la más común, para comenzar a formar una familia. Esto significa que el inversor deja de pensar solo en sí mismo para tener que pensar también en sus hijos, con todo el gasto que eso conlleva.

“Nos encontramos en una época de la vida en la que la parte de gasto es mucho mayor. Hipotecas, nacimientos, colegios... Tu capacidad de ahorro es menor, pero, eso sí, tienes más conciencia”, explica Robles. Por tanto, para el analista, “la mejor opción es invertir en índices globales al tener un horizonte temporal más alto”.

"La mejor opción es invertir en índices globales al tener un horizonte temporal más alto"

En el análisis de Bloomberg Línea, explican que, en esta franja de edad, pueden considerarse instrumentos que estén expuestos a un poco más de riesgo, pero con activos de alta seguridad o calidad y aprovechar mejores ingresos para diversificar.

La plataforma indica que podrían considerarse herramientas que cumplan con el ahorro para, por ejemplo, fondos de emergencia, que están expuestos a un poco más de riesgo, pero el nivel de seguridad sigue siendo elevado.

Estrategia de inversión entre 40 y 60 años

A la edad de 50 años, seguramente el inversor tenga hijos. Sin embargo, son más autosuficientes y, posiblemente, mayores de edad, pero no independientes, económicamente hablando. Así, López aconseja que “deberán seleccionar carteras globales y diversificadas que permitan ajustar el nivel de riesgo a medida que van cumpliendo hitos y objetivos y se acerca el momento de la jubilación”.

De hecho, desde Bloomberg Línea, también proponen que llegados los 50 hay que ser precavidos y prepararse de cara a la jubilación. “Las inversiones pueden, en su mayoría, ir a fondos y activos más conservadores que mantengan el capital adquirido y lo preserven en el tiempo”, en palabras de Camilo Díaz, de Itaú Comisionista de Bolsa.

La edad de jubilación

¿En qué invertir si ya dejaste de trabajar? Los expertos destacan un concepto: anticiparse. “Las personas en edad de jubilación tienen menos margen para trabajar sus finanzas, motivo por el cual insistimos en la necesidad de abordar este objetivo con la mayor antelación posible”, incide López.

“Este colectivo deberá seleccionar inversiones con un perfil de riesgo reducido que permita generar los flujos necesarios para mantener el nivel de vida deseado. Asimismo, es fundamental considerar aspectos fiscales y optimizar el proceso de desacumulación mediante la selección de productos diseñados específicamente para personas en esta etapa de la vida y situación de jubilación”, apunta el analista de Afi.

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“El principal objetivo cuando te jubilas es preservar el capital”, alude Robles. “Antes del ciclo de subidas de tipos de interés, muchos inversores recurrían a activos inmobiliarios. Lo que yo haría es destinar mi inversión a conservar la liquidez y el capital mayor. Como tiene cubierta sus necesidades, apostaría por una participación en renta variable”. Lo mejor, para los profesionales, es que antes de que llegue la jubilación, tener abordado un plan.

Tras estos consejos, conviene anotar que la edad no es el único factor a tener en cuenta, aunque sea importante. “La decisión de inversión debe ser posterior a realizar una correcta planificación financiera personal y familiar”, expresa López. Entre los aspectos a considerar, se encuentra el definir objetivos concretos, como la compra de una vivienda o complementar la jubilación, determinando el horizonte temporal de cada uno de ellos y el capital necesario.

Además, hay que tener presente la tolerancia al riesgo de cada uno. Pueden surgir posibles contingencias que puedan hacer que se requiera el importe invertido antes de lo previsto. Ser cauto permitirá determinar el perfil de riesgo de la inversión y el activo concreto seleccionado. De esta forma, no todo son los años, ya lo asegura Robles: “hay un horizonte temporal, sí, pero ¿cuáles son tus objetivos vitales?”.