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Inditex canta victoria (4% en bolsa) en una batalla que aún no ha terminado
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Buenos resultados semestrales

Inditex canta victoria (4% en bolsa) en una batalla que aún no ha terminado

La matriz de Zara vuelve a superar previsiones y consolida su posición de liderazgo en el sector, pero aún debe lidiar con los efectos económicos de una inflación persistentemente alta

Foto: Foto: EC.
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Para gran parte de las empresas mundiales, lo excepcional se ha convertido en norma a lo largo de los últimos dos años y medio. Pero esto posiblemente sea especialmente cierto en el sector del textil.

Si la irrupción del coronavirus obligó al sector a vender sus productos con sus tiendas cerradas durante meses (a clientes potenciales igualmente limitados en sus actividades sociales y, por ende, menos incentivados al gasto en ropa), posteriormente han sido las distorsiones de las cadenas de suministro y el aumento de los costes por la inflación los que han obligado a hacer difíciles juegos de equilibrio a una industria que ya venía lidiando desde mucho antes con una seria amenaza sobre sus márgenes a causa de la elevada competencia y el auge del comercio 'online'.

De todas estas batallas, Inditex ha surgido con entereza, consolidando esas loas que durante lustros la han situado como un actor único entre sus competidores. Este tipo de loas han vuelto a surgir este miércoles, después de que la compañía que preside desde abril Marta Ortega presentara al mercado unas cuentas semestrales que superan con mucho las expectativas de los analistas.

En el segundo trimestre, las ventas, el ebitda y el beneficio neto crecen a doble dígito

Mientras competidores como la cadena estadounidense Macy’s o el grupo británico Associated British Foods (propietario de Primark) han lanzado en las últimas semanas advertencias sobre la marcha de su negocio, ante el debilitamiento del consumo, la matriz de Zara registró de nuevo en el segundo trimestre de su año fiscal un incremento de las ventas y del ebitda que supera el doble dígito y un crecimiento del beneficio por encima del 20%, compatible con unos márgenes próximos a sus niveles más elevados en siete años.

Ni el crecimiento de inventarios registrado en los últimos meses —que había alimentado algunas suspicacias en el mercado— ha impedido a la compañía de Arteixo sobreponerse a la fuerte inflación con aumentos de los precios de venta que, hasta la fecha, no han ajado la demanda. Según datos de UBS recogidos por Bloomberg, los precios de Inditex en julio se situaban un 12,2% por encima de los del ejercicio anterior, más del doble del incremento ejecutado por su rival sueco H&M, que se sitúa en el 5,6%.

Además, la pérdida del mercado ruso, uno de los que más sólidos se venían mostrando en los años previos, se ha visto compensada con creces con un afianzamiento de la posición en Estados Unidos, apuntalado como su segundo mayor mercado.

Foto: Marta Ortega, presidenta de Inditex. (Reuters/Miguel Vidal)

Si, como observan los analistas de Credit Suisse (una firma persistentemente escéptica con las perspectivas del grupo español), Inditex ha podido verse beneficiada por un entorno de mercado favorable —caracterizado por el ‘boom’ de los viajes y los eventos tras la parálisis motivada por la pandemia—, lo cierto es que el grupo español parece haberlo aprovechado en mayor medida que sus rivales. Y sus cifras iniciales del tercer trimestre (con un crecimiento de ventas del 11% en las cinco primeras semanas) siguen mostrando una solidez que casa mal con los pronósticos más catastrofistas.

Lo peor para la empresa que dirige Óscar García Maceiras es que los desafíos extraordinarios seguirán marcando su camino durante los próximos meses, lo que permite a los más pesimistas parapetarse en su escepticismo. La propia Credit Suisse señala en su informe (en el que reitera su consejo de infraponderar las acciones de Inditex) su convicción de que la fortaleza de los últimos trimestres se desvanecerá en los próximos 12 meses, a medida que la situación económica vaya lastrando la demanda y el fortalecimiento del dólar, junto al aumento de los gastos de venta y administrativos, penalicen los márgenes.

El crecimiento de las ventas ha sufrido cierta desaceleración desde el inicio del año

De hecho, las propias cifras de Inditex ya dejan algunas señales que invitan a pensar en una desaceleración. Como observan en Bankinter, ya en el segundo trimestre estanco se puede apreciar un retroceso de 40 puntos básicos del margen bruto frente al mismo periodo del año anterior, mientras que la secuencia de crecimiento de las ventas refleja una obvia pérdida de tracción (condicionada también por una comparativa más difícil), desde el 36,4% del primer trimestre al 15,8% del segundo y hasta el 11% del inicio del tercer cuarto del año.

“Creemos que cada vez será más difícil trasladar los aumentos de costes a los precios sin destruir demanda y/o provocar un desplazamiento de esta hacia marcas/productos más baratos”, advierte la analista del banco español Elena Fernández-Trapiella.

No parece nada descabellado pensar que la complicada situación en la que se encuentra la economía mundial, con amenazas de recesión especialmente significativas en Europa (donde Inditex genera el 60% de sus ventas), acabará afectando al consumo de los hogares y, por ende, golpeando al sector textil. Pero Inditex ha enfrentado en los últimos trimestres desafíos no menos serios sin dar síntomas obvios de debilidad, mientras que su cotización sí que se encuentra un 27% por debajo del récord que llegó a registrar hace 10 meses. Con una subida este martes cercana al 4%, los inversores parecen estar reconociendo que el desempeño del grupo bien merece un voto de confianza.

Para gran parte de las empresas mundiales, lo excepcional se ha convertido en norma a lo largo de los últimos dos años y medio. Pero esto posiblemente sea especialmente cierto en el sector del textil.

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