Las constructoras Sando y Copisa negocian su fusión para salvar las turbulencias del mercado

Primeros movimientos corporativos entre las constructoras para protegerse de la crisis que azota el sector y que va a agudizarse en el futuro. Según ha podido saber este periódico, la malagueña Sando, uno de los primeros diez grupos del país, y la catalana Copisa.

De acuerdo con las fuentes, la catalana Copisa ha acogido muy bien la posibilidad del acuerdo que propuso en un primer instante la andaluza. Ahora, el Santander, banco asesor, está en la fase de valorar los activos de cada empresa con el objetivo de que sea una fusión entre iguales. “Y si el resultado de esa valoración no es una nueva compañía donde cada familia tenga el 50%, el que quede por debajo le pagaría a la otra parte en dinero para alcanzar esa igualdad”, explican fuentes conocedoras de la operación.

Está por ver si esta negociación llega a buen puerto. Más de una integración entre empresas familiares y no familiares se ha roto por falta de acuerdo a la hora de repartirse los cargos. Según fuentes financieras, “éste no sería el caso porque la relación entre ambas partes es buena”.

La fusión tiene toda la lógica debido a que se trata de dos constructoras muy complementarias. Sando, presidida por José Luis Sánchez Domínguez, conocido amigo de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, es el primer grupo andaluz y tiene fuerte presencia en Madrid y algo en Valencia. Mientras, Copisa, también empresa familiar presidida por Josep Cornadó, es fuerte en Cataluña.

Similar a San José e Isolux

De materializarse la operación, la nueva compañía se pondría a la altura de constructoras como San José, de Jacinto Rey, o Corsam Corvian, de Luis Delso. Sando facturó el año pasado 760 millones de euros y, además, en abril ha comprado la inmobiliaria madrileña Agofer. Con esta adquisición, Sando facturará este año más de 1.000 millones.

Mientras, Copisa ingresó en 2006 algo más de 615 millones de euros y da trabajo a 1.700 empleados. La fusión de ambas empresas daría lugar a una constructora cuyos ingresos rondarían los 2.000 millones de euros. San José más Parquesol facturaron en 2006 algo menos de 1.600 millones de euros e Isolux Corsam, casi 2.000 millones.

La fusión entre dos empresas iguales es una posibilidad de sortear una crisis que no todo el mundo ve mal. “Esta situación tiene una cosa buena: la limpia que se va a producir en el sector. Hay muchos empresarios que han operado en este negocio al calor de los beneficios y del boom y ahora están ahogados”, explican fuentes del sector. “Ese es el marco donde estas dos empresas están hablando para alcanzar ese acuerdo y unir fuerzas. Y habrá más, seguro”, vaticina esta fuente.