Es noticia
La patronal inmobiliaria insta a las consultoras a maquillar la mala situación del ladrillo
  1. Mercados
  2. Finanzas personales

La patronal inmobiliaria insta a las consultoras a maquillar la mala situación del ladrillo

“No hay que negar la realidad pero sí acotarla”, aconsejó literalmente José Manuel Galindo, presidente de Asprima, la patronal de los promotores inmobiliarios de Madrid,

Foto: La patronal inmobiliaria insta a las consultoras a maquillar la mala situación del ladrillo
La patronal inmobiliaria insta a las consultoras a maquillar la mala situación del ladrillo

“No hay que negar la realidad pero sí acotarla”, aconsejó literalmente José Manuel Galindo, presidente de Asprima, la patronal de los promotores inmobiliarios de Madrid, nada más y nada menos que a las principales consultoras inmobiliarias del país, de CB Richard Ellis para abajo, con el edificante objetivo de mejorar su mala imagen y de que la sombría situación que atravesaba ya entonces el sector inmobiliario español no llegase a oídos de la opinión pública.

“No se trata de maquillar la realidad, sino objetivar la información. Y a partir de ahí, si hay una crisis de confianza, hay que hacer que se perciba tal y como es. Hay momentos en que se sube y otros en que se baja, y buena parte de lo que sucede depende de la percepción que se tenga. Cada uno jugamos un papel y lo que pedimos es que se sea un poco más crítico a la hora de informar de un modo u otro”, ha declarado Galindo a El Confidencial al respecto.

En un brain storming convocado por Asprima en julio –un mes antes del estallido de la crisis subprime USA-, los presentes identificaron especialmente a los medios de comunicación como el origen de todos sus males. Aunque también se acordaron de otros importantes agentes que no les han ayudado lo suficiente, como Gobierno y banca, a desarrollar la segunda industria de la economía española.

Proponen crear mensajes para desviar la atención

Hecho el ejercicio de reflexión, siempre con el desinteresado fin de ganar credibilidad, los inmobiliarios parieron felices ideas tales como unificar los mensajes y los datos en un sirimiri (o calabobos) que humedezca los cerebros de la audiencia, como crear mensajes que desvíen la atención, como responder a los mensajes que generan informes tipo Acuña, o como contar con el apoyo de economistas de reconocido prestigio.

Hablando de profesionales independientes, el arquitecto y catedrático de Economía Inmobiliaria Ricardo Vergés ha contabilizado hasta siete premios Nobel de Economía que han estudiado los perniciosos efectos sobre la economía de la ocultación de la información en los mercados. Es el caso de Joseph E. Stiglitz y su teoría de screening y la economía de la información, que viene a decir que el funcionamiento del mercado es perfecto cuando las partes que negocian disponen de información simétrica. Stiglitz no ha sido ni el primero ni el único en profundizar en este asunto. George Ackerlof, Prescott y Kydland también lo han hecho. “El progreso de la humanidad se debe a mercados que han funcionado -resume Vergés- arrinconar la teoría económica permite la depredación”.

Afortunadamente, no todos los consultores han seguido a pies juntillas los consejos de quienes piensan que ocultando datos, culpando a los medios, distrayendo la atención y contratando catedráticos se genera confianza en el sector y se ayuda a que el negocio siga funcionando. Hay quienes osan pensar que el sector sufre las consecuencias de sus propios errores. E incluso hay profesionales que están convencidos de que sólo intentando acercarse a la realidad se evitan y se arreglan los problemas.

Cada vez que los inmobiliarios arremetan contra los medios de comunicación de dentro y de fuera del país o contra las consultoras cuyos análisis contengan sentido común, no estaría de más que se dejaran de cuentos, que puestos a inventarse cuentos, Hans Christian Andersen lo hacía mejor.

“No hay que negar la realidad pero sí acotarla”, aconsejó literalmente José Manuel Galindo, presidente de Asprima, la patronal de los promotores inmobiliarios de Madrid, nada más y nada menos que a las principales consultoras inmobiliarias del país, de CB Richard Ellis para abajo, con el edificante objetivo de mejorar su mala imagen y de que la sombría situación que atravesaba ya entonces el sector inmobiliario español no llegase a oídos de la opinión pública.

Consultoras inmobiliarias