La última de Kirchner a Repsol: la subida de impuestos daña el valor de YPF y abarata la compra de Eskenazi

El comité ejecutivo de Repsol YPY estaba reunido ayer tarde para, entre otras cosas, analizar el impacto que en los resultados del grupo tendrá la última de las medidas fiscales anunciada por Nestor Kirchner en Argentina: el aumento de los impuestos a las exportaciones de petróleo y sus derivados, que en el caso del crudo pasará del 45% a cerca del 60% del embarque, mientras que en las exportaciones de gasolinas y otros, las retenciones pasarán del 5% actual a un mínimo del 34%.

Repsol YPF no exporta crudo desde Argentina, y en lo que va de año ha vendido al exterior combustible refinado localmente (naftas) por importe de unos 1.050 millones de dólares, por lo que el impacto citado será mínimo. En Buenos Aires, sin embargo, la última medida fiscal adoptada por el presidente saliente ha levantado numerosas especulaciones, casi todas escandalosas, que apuntan a la intención de Kirchner de hacer un último favor a su amigo el empresario Enrique Eskenazi, para que le resulte más barato la compra del 25% de YPF que en estos momentos negocia con Repsol.

La razón es sencilla: la subida de las retenciones a las exportaciones de petróleo y sus derivados recorta los ingresos del negocio y, en buena lógica, reduce la valoración del mismo, una circunstancia que, en definitiva, podría traducirse en una pérdida de valor de ese 25% que Antonio Brufau quiere colocar en manos de Eskenazi, que son precisamente las manos en las que Kirchner ha indicado que quiere ver colocado dicho porcentaje. Repsol negó anoche a este diario que piense alterar la valoración de YPF.

En la misma situación que la hispano-argentina se encuentra también la venta de activos que la petrolera Esso, filial de ExxonMobile, está negociando con empresarios locales, y que incluyen una refinería, terminales portuarias y una red de 500 gasolineras.

Repsol YPF lleva meses negociando la venta de un 25% de su pata argentina al empresario santacruceño Eskenazi por una cifra que ronda los 3.500 millones de dólares. “Un negocio debilitado supone un activo devaluado”, señalaba este fin de semana el diario El Cronista, “por lo que los dólares a pagar por Eskenazi podrían ser menos”.

Con la nueva subida de las retenciones, que podría significar un aumento de los ingresos del fisco del entorno de los 4.000 millones de pesos, el precio local de referencia y el de exportación se equiparan, con lo cual ya no tendrá sentido para Repsol YPF continuar vendiendo sus naftas en otros mercados que no sea el argentino, lo que se traducirá en un recorte de sus ingresos.

Para el diario La Nación, que califica la medida de “desacertada e inoportuna”, el dato inquietante es que “este abrupto cambio en las reglas del juego llega en momentos en que dos compañías petroleras, Repsol YPF y Esso, se hallan en negociaciones para vender parcial o totalmente sus activos en la Argentina. Esto ha generado lógicas especulaciones sobre la posibilidad de que, desde el gobierno nacional, se esté buscando favorecer a potenciales compradores con una baja del precio de aquellas empresas a partir de la muy probable disminución de sus ganancias”.

Curiosamente, o no tanto, ayer mismo el banco de negocios Citigroup hizo pública una valoración de YPF que sitúa el valor del 45% de la sociedad en una horquilla de entre 6.780 y 8.287 millones de euros, y “sobre esa horquilla se está negociando con Eskenazi”, aseguraron ayer a este diario fuentes de la petrolera, que añadieron que “ni vamos a bajar el precio ni vamos a entrar en regateos. No se va a alterar la valoración de YPF”.