Belarmino García paga los platos rotos de la crisis de Vocento

La presencia de Belarmino García Fernández como consejero delegado de Vocento ha durado menos que un embarazo. El Consejo del grupo editorial vasco procedió ayer a relevarle del cargo que ocupaba desde el pasado abril. La destitución fue presentada como una dimisión voluntaria debida a razones personales. “El consejo de administración acordó hoy por unanimidad aceptar la dimisión de su actual consejero delegado...” decía el comunicado oficial del grupo. “Ha sido la primera vez en mucho tiempo en que los dos bloques enfrentados en el Consejo de Vocento se han puesto de acuerdo en algo”, afirmó ayer a este diario una fuente conocedora de la operación.

“El cambio era inevitable si se quería introducir un elemento de revitalización del grupo”, señala la misma fuente, “porque aunque ha estado muy presionado en todos estos meses, la verdad es que su desconocimiento del sector de los media le ha privado de la soltura y la determinación necesaria para tomar decisiones. Empezó viéndose obligado a comprar por una millonada el gratuito Qué, una operación que venía rodada desde los predios de Jose Bergareche, y ha terminado paralizado y puesto de perfil, para que no le rozaran las balas, en cuestiones claves que eran competencia suya”.

En realidad, ha sido el grupo mayoritario del Consejo, representado por la familia Ybarra, quien le ha defendido en estos últimos meses, y más por razones de orden institucional que porque realmente confiaran en él. Al final, sin embargo, terminaron por imponerse las tesis de los minoritarios –Bergareche, Echevarría, Castellanos-, decididos partidarios del relevo. Para sustituirle, el grupo eligió a José Manuel Vargas, ex director general financiero y desde diciembre consejero delegado de ABC, cargo que simultaneaba con el de director general de Mercado Nacional de Vocento.

Vargas era el candidato que apoyaba la familia Ybarra, aunque, en un ejercicio de consenso, fue también respaldado por los minoritarios, cuyo favorito para sustituir a Belarmino era, sin embargo, Juan Ignacio Mijangos, un clásico de la casa, director general de Vocento. Otros candidatos que han sonado en los últimos días han sido Álvaro Ybarra -presidente de Isofotón, empresa del Grupo Bergé-, e Iñaki Arechavaleta, responsable de la prensa regional del grupo.

Zarzalejos, de momento, se queda

La suerte de Belarmino García parecía echada desde que demostrara su incapacidad para forzar el relevo del director de ABC, José Antonio Zarzalejos, defendido a capa y espada por Catalina Luca de Tena. Es verdad que no tenía poder para ello, puesto que el nombramiento y cese del director de ABC es facultad cedida por los vascos a la familia Luca de Tena, pero dentro del grupo se le ha reprochado no haber tenido “bemoles suficientes para imponer ese relevo. La paradoja es que Zarzalejos no se va, de momento, y quien sale en su lugar es el consejero delegado”.

La situación de fuera de juego de García dentro del grupo era tan evidente, su posición tan precaria, que la destitución le pilló ayer por sorpresa. Su reacción al conocer la noticia consistió en asegurar, entre ostensibles muestras de disgusto, que “no se lo esperaba”, calificando la iniciativa del Consejo de “inhumana”. García, que con su llegada a Vocento arrastró a parte de su equipo en Amena, no tendrá, en cambio, motivos de queja en lo que a compensaciones materiales se refiere: a su salario de 2 millones de euros anuales, hay que añadir un blindaje de 5 años.