Luis del Rivero se la juega hoy en París: la justicia gala decide el futuro de Sacyr en Eiffage

¿Actuó Sacyr en concertación con al menos otros seis accionistas españoles a la hora de hacerse con títulos de la constructora francesa Eiffage? De esta sencilla pregunta, sobre la que se pronuncia este martes la Corte de Apelación de París, depende ni más ni menos que el futuro del grupo que preside Luis del Rivero, pero también el futuro de las relaciones bilaterales entre Francia y España, componendas energéticas incluidas, dado el empeño que la Administración Zapatero ha puesto para que Sacyr -dueña del 33% de Eiffage y del 20% de Repsol YPF- salga lo menos magullado posible de su aventura francesa.

En efecto, si la Corte de Apelación de París da la razón a Sacyr y estima que al menos seis accionistas españoles no actuaron en concierto -tal y como defiende el regulador bursátil galo (AMF)-, la constructora española respiraría tranquila, al menos de momento, al no tener que rascarse el bolsillo para conseguir el porcentaje de Eiffage que no controla.

Si, por el contrario, le da la razón al regulador bursátil francés, Sacyr se vería obligado a comprar Eiffage por la bagatela de 127,29 euros por acción, el precio más alto posible, cuando a día de hoy cotiza a menos de la mitad de ese precio. Para alivio de los apalancados españoles, la temida AMF, en su dictamen del 26 de junio, aceptó suspender la aplicación de esa obligación mientras los jueces del Tribunal de Apelación no se pronunciaran sobre el fondo, algo que tardará unas semanas.

La sola posibilidad de una OPA en metálico elevaría el contencioso Sacyr-Eiffage a instancias más altas de la UE. Cabe recordar que la deuda de Sacyr más que triplica su capitalización bursátil. Es decir: Luis del Rivero no se lo puede permitir. Lo cual significa alargar un embrollo que emponzoñaría las relaciones franco-españolas. Las reuniones bilaterales que han tenido lugar al más alto nivel tanto político como empresarial en las últimas semanas están encaminadas a evitar que esto suceda.

Mariano Roca Meroño, naranjero y golfista

Al menos tres de las seis sociedades señaladas por la AMF por haber actuado en concierto con Sacyr están vinculadas al empresario cartagenero Mariano Roca Meroño. Arcomundo, Inmobiliaria Vano y Portman Golf están o han estado presididas por este murciano de origen humilde que compatibiliza inversiones en agricultura industrial con intereses inmobiliarios, golf incluido. Voilà los “naranjeros y golfistas” a los que se referían los franceses.

Luis del Rivero y Meroño coincidieron en la huerta murciana, donde eran socios de Frocap lo Romero, titular de casi todo El Chopillo. O, lo que es lo mismo, una inmensa propiedad del noroeste de la Comunidad de Murcia que concentraba buena parte de los recursos hídricos del Río Segura. Cinco años ha, Meroño apareció en los papeles por un turbio asunto de cobro fraudulento de fondos europeos y de robo de agua de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Paralelamente al procedimiento en el Tribunal de Apelación de París de hoy, el contencioso Sacyr-Eiffage se dirime igualmente ante el Tribunal de Comercio de Nanterre, al que acudieron Sacyr y otros de los 89 accionistas españoles, entre ellos el propio Luis Portillo (Portival) y Félix Abánades (Rayet) para denunciar la privación de derechos de voto decididos por la junta de Eiffage.

Los magistrados de Nanterre anunciaron, al término de una audiencia sobre el fondo celebrada el pasado día 30 que comunicarán su veredicto el 6 de mayo. Esa fecha tiene un doble significado, ya que por una parte deja pasar la próxima asamblea de Eiffage -que debería ser en abril-, en la que los accionistas españoles, a excepción de Sacyr seguirán sin poder pronunciarse por segundo año consecutivo, y por otra el Tribunal de Comercio deja que se pronuncie en primer lugar el Tribunal de Apelación.