Las acciones legales contra ex directivos de Cajasur y Cajasol destapan la caja de los truenos

Algo huele a podrido en las cajas andaluzas. Las recientes acciones legales anunciadas tanto por Cajasol como por Cajasur contra sus ex directivos y mascarones de proa tipo Sandokán, lejos de blanquear su imagen, amenazan con destapar la caja de los truenos que ponga al descubierto las vergüenzas que esconden sotanas y patios traseros de ese cortijo que es la Andalucía de Manuel Chaves. En un contexto de endurecimiento crediticio global, con una fuerte exposición a un ladrillo de rebajas y con el Banco de España y la Fiscalía Anticorrupción al corriente de sus irregularidades, fuentes cercanas a las cajas advierten con asombro y preocupación que “la caja de Pandora se sabe cómo se abre, pero no cómo se cierra”.

La actual directiva de Cajasur acusa al malayo Rafael Gómez, Sandokán y a Francisco Jurado -el último director general del cura Castillejo- de un perjuicio de 849.000 y 180.000 euros, respectivamente. “Eso es el chocolate del loro, que permitiría escenificar una supuesta ruptura con el pasado y que serviría para desviar la atención de los verdaderos problemas que tiene la caja”, estiman las fuentes consultadas, que no dudan en calificar a Sandokán de chivo expiatorio. Pero el chivo Sandokán está muy cabreado y lo mismo despotrica como que se presenta de hoz y coz en el Palacio de Las Doblas, sede de la fundación de Castillejo.

“Aquí todo el mundo está esperando a que Sandokán dé una rueda de prensa en la que tire de la manta. Por el momento, ya ha lanzado amenazas de denuncias en una reciente nota de prensa de Arenal 2000. Sin embargo, el ex joyero tiene las de perder: “Yo no sé ni lo que le he firmado al cura”, ponen en su boca los cordobeses. Fuentes de la actual directiva de Cajasur han declarado a El Confidencial que las operaciones señaladas "pertenecen al pasado y está todo provisionado". Además, han reconocido que "la situación está dura. Pero lo está para todo el mundo".

Acta de Inspección del Banco de España

Por mucho que el hiperbólico constructor expíe las culpas de la entidad, las responsabilidades del Consejo de Administración en los años de las operaciones inmobiliarias señaladas y del Banco de España que la ha supervisado hasta la extenuación no se esfuman.

Atención al cromo que aparece en la auditoría de la caja realizada por Deloitte en 2004, según consta en el registro de la CNMV. Se trata de un Acta de Inspección del Banco de España que dice, literalmente, así:

"Con fecha 19 de abril de 2005 la Comisión Ejecutiva del Banco de España emitió su acta de Inspección relativa a la situación de la Institución a 31 de agosto de 2004. Según se refleja en la misma, dicho Órgano ordenó incoar expediente disciplinario a la Institución, así como a su Consejo de Administración y a su Director General, a fin de esclarecer el cumplimiento de la normativa sobre Obligaciones de información al Organismo Supervisor sobre determinadas operaciones realizadas por la Institución y determinar las responsabilidades incurridas.

A la fecha actual el citado expediente se encuentra en fase de instrucción de dicho Organismo, como paso previo a la propuesta de resolución del mismo, en la que se propondrán, si hubiere lugar, las sanciones correspondientes. A dicha propuesta podrán presentarse las oportunas alegaciones por la Institución antes de que el órgano competente del Banco de España formule la resolución que proceda.