El número de bancarrotas personales se dispara entre los estadounidenses... que tienen empleo

El número de bancarrotas personales en EEUU creció el 27% en el primer trimestre de 2008 frente al mismo período del año anterior, según un estudio del American Bankrupcy Institute citado por CNNMoney.com. Sólo en el mes de marzo, 86.165 individuos presentaron lo que en España denominamos concurso de acreedores, un 13% más que los 76.120 casos que se registraron en febrero.

“Las quiebras personales están aumentando debido a la pesada carga de la deuda de los hogares norteamericanos y a los crecientes problemas para afrontar las hipotecas”, afirma el director ejecutivo de ABI, Samuel J. Gerdano, citado por CNNMoney. “Esperamos que la tendencia continúe a lo largo de 2008”, añade. Según ABI, cerca del 32% de los casos de quiebras de consumidores eran individuos con ingresos regulares.

Ya lo dijo Robert Manning, director del Center for Consumer Financial: “Sólo el 40% aproximadamente de los poseedores de tarjetas de crédito pagan el saldo completo a fin de mes. El 60% restante, que paga amortización más intereses, es de todas formas un dato que se mantiene artificialmente bajo gracias a los préstamos obtenidos sobre el valor de la casa. Pero, aun así, la deuda por consumo está ya a niveles de saturación y asistimos a una verdadera explosión de quiebras personales. Nunca antes había sucedido: la gente se declaraba en bancarrota debido a la pérdida del trabajo, no cuando lo tenía. Pero a fines de los años 90 las quiebras personales habían llegado a la cuota de un millón, en una fase de casi pleno empleo”.

Los prestamistas dejan abandonadas propiedades con ejecuciones hipotecarias

Otra de las consecuencias derivadas del estallido de la burbuja inmobiliaria estadounidense es la curiosa situación en la que se encuentran las propiedades sobre las que pesan ejecuciones hipotecarias. “En ciudades con una alta concentración de ejecuciones, los prestamistas no toman el control de dichas propiedades, ya que mantenerlas y pagar sus impuestos les acarrea más problemas y más gastos que mantenerlas en ruinas”, afirma Geoff Smith, vicepresidente del Woodstock Institute, citado por el Chicago Tribune.

Paralelamente, también se han disparado en EEUU los presuntos fraudes hipotecarios, que se incrementaron el 42% el pasado año. El número de informes de fraudes relacionados con las hipotecas fue de 52.868 en 2007, frente a los 37.313 de un año antes, según la Treasury Department’s Financial Crimes Enforcement Network.

Según el Gobierno de EEUU, el tipo más común de fraude ha sido la tergiversación tanto de ingresos como de activos, falsificaciones documentales, declaraciones falsas de prestatarios con la intención de ocupar una propiedad como residencia principal y valoraciones infladas. El Departamento del Tesoro ha apuntado hacia los brokers financieros, quienes “han sido intermediarios que no han verificado la información de los préstamos hipotecarios”, especialmente en el caso de las refinanciaciones.