Reyal Urbis se salva de momento: el Grupo Santander no la va a dejar caer

Reyal Urbis se salva... de momento. Pese a la situación que atraviesa la inmobiliaria después de presentar unas pérdidas de 331 millones en el primer semestre, parece que, al menos en el futuro más inmediato, no va a seguir los pasos de otras grandes cotizadas como Colonial o Martinsa-Fadesa. “El Grupo Santander no la va a dejar caer a corto plazo”, han asegurado a este diario fuentes de toda solvencia. “Sencillamente, no interesa”, explican. 

 

La promotora presidida por Rafael Santamaría se encuentra inmersa en la renegociación de 3.000 millones de euros con sus acreedores. Ayer precisamente, vencía el waiver (aplazamiento) que las entidades le otorgaron después de que saltaran por los aires las garantías de los créditos que un sindicado de decenas de bancos, nacionales e internacionales le prestaron para afrontar la OPA sobre Urbis. Las fuentes cercanas a la negociación consultadas han informado de que “el acuerdo podría quedar cerrado a finales de septiembre o principios de octubre”.

A finales del pasado mes de julio, el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, sorprendía al mercado al anunciar que había adquirido activos inmobiliarios por importe de 1.200 millones de euros, con el objetivo de reducir la deuda de los promotores y recolocarlos en el mercado. El ejecutivo precisó que la finalidad de estas operaciones es, por una parte, reducir la deuda de los promotores y, por otra, recolocar estos activos, estableciendo una mecánica más eficiente. El anuncio sorprendía, especialmente después de que la entidad que preside Emilio Botín se deshiciera de todos sus activos inmobiliarios, en la que supusiera la mayor operación inmobiliaria de Europa.

Ninguna entidad concede un crédito pensando en quedarse con el bien

“Es obvio que al Santander no ha comprado los inmuebles por gusto. Ninguna entidad concede un crédito pensando en quedarse con el bien. Pero ante una situación excepcional, tiene más sentido renegociar que ir a un concurso de acreedores en el que primero, hay que provisionar y, segundo, no se va a disponer de los activos en años”, explican las fuentes.

Sáenz explicó durante la presentación de los resultados semestrales que de esos 1.200 millones de activos inmobiliarios incluían también las compras realizadas por Banesto. La entidad de Ana Patricia Botín creó recientemente una sociedad junto con Reyal Urbis, Promodomus, a la que la inmobiliaria ha vendido un conjunto de promociones actualmente en desarrollo por un importe de 312 millones de euros, más una cantidad variable de hasta 69 millones.

“Banesto está comprando tiempo, sólo prolonga la agonía. Si no es por ese balón de oxígeno, Santamaría habría caído ya”, valoraron en su momento fuentes del sector. “La única salida de la inmobiliaria es que le vayan dando liquidez para atender a sus compromisos de pago, lo que no deja de ser un parche para una situación complicada”.

Al igual que en otras grandes operaciones apalancadas, como Habitat-Ferrovial o Martinsa-Fadesa, en el caso de Reyal-Urbis podría darse la eventualidad de que la cotizada “cayera y se planteara la nulidad de la operación”, extremo que no se ha sustanciado en ninguno de los casos similares. Mientras tanto, en el sector se especula con la posibilidad de que como Juan José Bruguera, de vuelta en Colonial, el ex presidente de Urbis, Luis Arredondo, “vuelva a estar al frente de la compañía”.