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El economista Roubini insta a los bancos centrales a rebajar los tipos 100 puntos básicos
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El economista Roubini insta a los bancos centrales a rebajar los tipos 100 puntos básicos

“Tal vez deberían comenzar hoy (los bancos centrales) con una reducción coordinada de 100 bps [puntos básicos] en los tipos en las mayores economías del mundo

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El economista Roubini insta a los bancos centrales a rebajar los tipos 100 puntos básicos

“Tal vez deberían comenzar hoy (los bancos centrales) con una reducción coordinada de 100 bps [puntos básicos] en los tipos en las mayores economías del mundo para demostrar que están empezando a reconocer seriamente y reconducir este rápido empeoramiento de la crisis financiera”. Nouriel Roubini, profesor de Economía de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, es uno de los analistas norteamericanos más requeridos en los momentos de la crisis financiera producida en aquel país. Desde su site, este economista explica en tiempo casi real los sucesos históricos que se están produciendo estos días en las finanzas estadounidenses y sus consecuencias por todo el planeta. Por su interés reproducimos su análisis de la situación el mismo lunes 29 de septiembre de 2008, día en que el Congreso de EEUU dijo ‘no’ al plan de 700.000 millones de dólares concebido por la Administración Bush con la fallida pretensión de rescatar el sistema financiero.

 

“Es obvio que la actual crisis financiera se está profundizando a pesar del plan de rescate del Tesoro (o tal vez porque este plan es totalmente defectuoso). Las tensiones severas en los mercados financieros (monetarios, crediticios, de valores, CDS y derivados) se acentúan más a pesar de la opción nuclear del pack de 700.000 millones de dólares, especialmente después de que el rescate bazooka de 200.000 millones de dólares a Fannie y Freddie haya fracasado en su intento de restaurar la confianza: los spreads [diferenciales] interbancarios se están ampliando (TED spread, swaps, Libo-OIS) y se han situado en unos niveles nunca antes vistos; los spreads de crédito se están ampliando hasta nuevos picos; los short-term Treasury yields están voviendo a niveles cercanos a cero mientras hay un vuelo hacia la seguridad; los spreads de los CDS para instituciones financieras se están disparando a niveles extremos (los de Morgan Stanley hasta 1.200 la semana pasada) mientras la prohibición sobre posiciones bajistas en bolsa ha trasladado las presiones de las firmas financieras al mercado de CDS; y los mercados de valores de todo el mundo han reaccionado muy negativamente a este plan de rescate.

Déjenme explicarles con más detalle por qué volvemos ahora al riesgo de una explosión financiera sistémica total.

No es ninguna sorpresa que las instituciones financieras estadounidenses y de las economías avanzadas están estallando: en EEUU, las últimas víctimas fueron WaMu (la mayor S&L de EEUU) y Wachovia el lunes (la sexta entidad más grande de EEUU); en Reino Unido, tras Northern Rock y la adquisición de HBOS por Lloyds TSB ahora asistimos a la quiebra y rescate de B&B; en Bélgica tenemos Fortis, que tuvo que ser rescatada durante el fin de semana; en Alemania HRE, una major institución financiera está también cerca de la quiebra y está necesitada de un rescate gubernamental. Así que no es sólo una crisis financiera norteamericana; es una crisis financiera global que está golpeando entidades en EEUU, Reino Unido, Eurozona y otras economías avanzadas como Islandia, Australia, Nueva Zelanda, Canadá…

Y las tensiones en los mercados financieros –especialmente en los mercados interbancarios a corto- se están agravando pese a que la Fed y otros bancos centrales han inyectado literalmente cerca de 300.000 millones de dólares de liquidez en el sistema financiero sólo la semana pasada, incluyendo masivos préstamos de liquidez a Morgan y Goldman.

La liquidez va sólo a los mayores bancos y el resto del sistema no tiene acceso

 

En una crisis de solvencia y crediticia que va bien delante de la iliquidez nadie presta a las contrapartes, porque nadie confía en ninguna contraparte (incluso las más seguras) y todo el mundo está acaparando la liquidez que está siendo inyectada por los bancos centrales. Y desde que esta liquidez va sólo a los bancos y a los mayores brokers, el resto del sistema bancario no tiene acceso a esta liquidez mientras que los mecanismos de transmisión del crédito están bloqueados.

Tras la quiebra de Bear y Lehman y la fusión de Merrill con Bank of America supuse que Morgan Stanley y Goldman Sachs se fusionarían también con una gran institución financiera que tiene una gran base de depósitos asegurados para evitar un pánico en sus pasivos. En cambio, Morgan y Goldman intentaron la solución cosmética de convertirse en holdings bancarios como una manera de encontrar más apoyo de liquidez –y regulación como bancos- por parte de la FED y como una manera de adquirir depósitos seguros. Pero ninguna institución puede crear en poco tiempo una franquicia de sucursales y ninguna tiene tiempo ni fuerzas para adquirir bancos menores. Y la inyección de 8.000 millones de dólares de capital japonés en Morgan y la de 5.000 millones de dólares de Buffet en Goldman son una gota en el océano, porque ambas entidades necesitan mucho más capital.

El beso de la muerte de Goldman Sachs

 

Por tanto, la táctica de convertirse en bancos mientras que aún no lo son no ha funcionado, y el pánico que han generado se ha acelerado en la última semana: el spread de los CDS de Morgan llegó al techo el viernes hasta alrededor de 1.200 y la firma ha perdido ya cerca de un tercio de sus clientes de hedge funds junto con su muy rentable negocio de brokeraje prime (esto es realmente un beso de la muerte para Morgan); y el próximo trasbordo de las líneas interbancarias a Morgan podría sellar su colapso. Incluso Goldman Sachs está bajo un estrés severo perdiendo negocios, dinero, experimentando un severo ensanchamiento de sus CDS spreads y bajo el riesgo de perder la mayor parte de sus valores, la mayor parte de sus líneas de negocio (incluido el trading).

Se les ha recomendado a ambas instituciones que paren de titubear, porque el retraso será destructivo: deberían fusionarse ya con una gran entidad financiera extranjera, ya que ninguna entidad estadounidense parece suficientemente grande como para ser un partner. Si Mack [CEO de Morgan Stanley] y Blankfein [CEO de Goldman Sachs] no quieren terminar como Fuld [CEO de Lehman] deberían hacer hoy como Thain [CEO de Merrill Lynch] y fusionarse tan rápido como puedan con otros grandes bancos comerciales. Puede que Mitsubishi y un ramillete de aseguradoras japonesas puedan tomar el control de Morgan. En Europa, Barclays tiene problemas y sólo se ha zampado una parte de Lehman. Mientras, la mayor parte del resto de bancos británicos son demasiado débiles para tomar Goldman. La única entidad que puede engullir a Goldman puede ser HSBC. O puede que el japonés Nomura pudiera presentar una oferta sobre Goldman. Mack y Blankfein deberían vender a mayor descuento del precio actual sus firmas antes de que terminen como Bear y sean ofrecidas en unas semanas por un puñado de dólares. Y la Fed y el Tesoro deberían decirles que se apresuren, porque son mucho mayores que Bear o Lehman, y su colapso podría tener severos efectos sistémicos.

Ninguna autoridad parece capaz de controlar la falta de confianza

 

Cuando los inversores ya no confían ni siquiera en venerables instituciones tales como Morgan Stanley y Goldman Sachs sabes que esa crisis financiera es más severa que nunca y el miedo de un desplome de las contrapartes no libra a nadie. Cuando una opción nuclear monstruosa como un plan de rescate de 700.000 millones de dólares ni siquiera es capaz de hacer subir los mercados (el lunes estaban en caída libre) sabes que esta es una crisis global de confianza en el sistema financiero. Estuvimos literalmente cerca de un estallido total del sistema el miércoles (y el jueves por la mañana) hace dos semanas cuando el rescate de 85.000 millones de dólares de AIG condujo a una caída del 5% a los mercados de valores (en vez de a un rally). Entonces las autoridades de EEUU fueron a por la opción nuclear del plan de los 700.000 millones, como una manera de evitar el estallido con prohibiciones sobre las ventas a corto, una garantía sobre los fondos del mercado monetario y una inyección de alrededor de 300.000 millones de dólares en el sistema financiero. Ahora la perspectiva de este plan no es suficiente para hacer que las bolsas suban en tanto en cuanto hay una falta generalizada de confianza en los mercados financieros y en las entidades que ninguna acción de ninguna autoridad parece capaz de controlar.

El próximo paso de este pánico podría convertirse en la madre de todos los pánicos bancarios, un pánico de un billón de dólares, porque los bancos extranjeros comienzan a preocuparse por la seguridad de sus exposiciones a las instituciones financieras en EEUU; tal pánico bancario transfronterizo silencioso ya ha empezado toda vez que los bancos extranjeros están preocupados por la solvencia de los bancos de EEUU y están empezando a reducir sus exposiciones.

Y si este pánico se acelera –tal y como parece ahora- puede derivarse una explosión total del sistema financiero USA. Estamos ahora por tanto en una situación de pánico generalizado y volvemos a correr el riesgo de un estallido del sistema financiero entero. Y EEUU y las autoridades extranjeras no parecen tener la clave de cuál es el siguiente paso a seguir. Tal vez deberían comenzar hoy con una reducción coordinada de 100 bps [puntos básicos] en los tipos en las mayores economías del mundo para demostrar que están empezando a reconocer seriamente y reconducir este rápido empeoramiento de la crisis financiera”.

“Tal vez deberían comenzar hoy (los bancos centrales) con una reducción coordinada de 100 bps [puntos básicos] en los tipos en las mayores economías del mundo para demostrar que están empezando a reconocer seriamente y reconducir este rápido empeoramiento de la crisis financiera”. Nouriel Roubini, profesor de Economía de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, es uno de los analistas norteamericanos más requeridos en los momentos de la crisis financiera producida en aquel país. Desde su site, este economista explica en tiempo casi real los sucesos históricos que se están produciendo estos días en las finanzas estadounidenses y sus consecuencias por todo el planeta. Por su interés reproducimos su análisis de la situación el mismo lunes 29 de septiembre de 2008, día en que el Congreso de EEUU dijo ‘no’ al plan de 700.000 millones de dólares concebido por la Administración Bush con la fallida pretensión de rescatar el sistema financiero.