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Plainsa se convierte en uno de los principales agujeros subprime de Caja Castilla-La Mancha
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VENDÍA SUELO A CLIENTES PROPIOS Y LES FINANCIABA EL CIEN POR CIEN

Plainsa se convierte en uno de los principales agujeros subprime de Caja Castilla-La Mancha

Plainsa, una de las ocho empresas inmobiliarias participadas por Caja Castilla-La Mancha Corporación (CCM Corporación), ha pasado de ser el traje a medida de la entidad

Foto: Plainsa se convierte en uno de los principales agujeros subprime de Caja Castilla-La Mancha
Plainsa se convierte en uno de los principales agujeros subprime de Caja Castilla-La Mancha

Plainsa, una de las ocho empresas inmobiliarias participadas por Caja Castilla-La Mancha Corporación (CCM Corporación), ha pasado de ser el traje a medida de la entidad en los años locos del boom inmobiliario, a suponer un importante agujero en un contexto extremadamente delicado para las finanzas globales. El símil del traje no es gratuito: la que comenzara siendo la filial inmobiliaria de una empresa textil de Cuenca, una vez fagocitada por la corporación que preside Juan Pedro Hernández Moltó, triplicó su facturación en el año 2000. Hoy, en plena sequía de la actividad inmobiliaria, liquida participaciones como la de Promociones Ronda 28, según información del Registro Mercantil. Sin embargo, portavoces de Caja Castilla-La Mancha consultadas, han asegurado a El Confidencial que “Plainsa es una sociedad muy saneada”.

Para entender la evolución creciente de la compañía durante el proceso de inflado de la burbuja y su actual pinchazo es preciso conocer su modus operandi. “Entregada a la compra de suelo gracias a la financiación de la matriz [CCM Corporación], una vez comenzado el proceso de gestión, Plainsa se quedaba con una parte y se deshacía de otra con fuertes plusvalías. Los compradores eran los propios clientes de la entidad, que además recibían financiaciones del 100% por unos suelos que en muchos casos ni siquiera estaban clasificados como urbanos. Esto funcionó cuando todo iba viento en popa, antes de la nueva Ley del Suelo. El proceso de maduración del suelo es largo. Y en la actualidad tanto los suelos urbanos, como los no urbanos, no valen lo que se pagó por ellos, lo que deja a la entidad y a sus prestatarios en el filo de la navaja”, afirman fuentes conocedoras de su operativa.

Los orígenes de Plainsa son harto curiosos. Artesanos Camiseros era una firma textil de Cuenca que basaba su actividad en la confección de camisas a medida. La entidad de ahorro compró el 20% de Plainsa, la filial inmobiliaria de la textil, para impulsar un plan de expansión de tiendas en los principales países de la Unión Europea y la recompra de franquicias en países como Alemania y Suiza. En el año 2000 la caja hacía público que esperaba que su participada Plainsa triplicara su facturación y le aportara negocio en créditos hipotecarios a particulares.

Chalets en Rivas, viviendas en Valencia y Ciudad Real

Entre las participadas de Plainsa se encuentran la ya disuelta Promociones Ronda 28, Planes e Inversiones del Sur, Bulevar 2000, Atalaya Desarrollos y Proyectos Urbanísticos, Casa 2030, Complejos Costa Mediterráneo, Sociedad de Desarrollo Sector 1, Promogedesa, Promociones Leguario y Claudia Zahara 22. Las promociones inmobiliarias que destaca su página web son chalets en Rivas del Jarama en Madrid, viviendas en Quatre Carreres en Valencia y viviendas en Puerta de Toledo, en Ciudad Real.

Mención aparte merecen los administradores de la sociedad. Presidida por Florencio Fernández Gutiérrez, su consejero delegado es José Luis Rodríguez Romo, presidente a su vez de Las Cabezadas de Aranjuez, desarrollo cuyo accionariado comparten Caja Castilla-La Mancha y la Isolux Corsan de Luis Delso. Como ex presidente de la sociedad figura Aurelio González Villarejo.

Caja Castilla La Mancha Corporación se define a sí misma como un “puente” entre las empresas de su ámbito de actuación y el mundo empresarial nacional e internacional. Creada en julio del año 2000, se conforma como un vehículo a través del cual “la entidad mantiene una vinculación directa con todos los sectores empresariales, identificando proyectos e inversiones que sean motor del desarrollo industrial, tanto en la región como fuera de ella”. La propia página web explica que “como reacción natural ante los cambios estructurales que se producen en el negocio bancario, Caja Castilla La Mancha, a través de CCM Corporación, desarrolla un proceso de toma de participaciones empresariales en compañías, no sólo relacionadas directamente con su negocio como entidad financiera, sino asumiendo riesgos empresariales en proyectos rentables a medio y largo plazo”. La Corporación está presidida por el propio Juan Pedro Hernández Moltó, y su consejero delegado es Francisco Hernanz Manzano.

Plainsa, una de las ocho empresas inmobiliarias participadas por Caja Castilla-La Mancha Corporación (CCM Corporación), ha pasado de ser el traje a medida de la entidad en los años locos del boom inmobiliario, a suponer un importante agujero en un contexto extremadamente delicado para las finanzas globales. El símil del traje no es gratuito: la que comenzara siendo la filial inmobiliaria de una empresa textil de Cuenca, una vez fagocitada por la corporación que preside Juan Pedro Hernández Moltó, triplicó su facturación en el año 2000. Hoy, en plena sequía de la actividad inmobiliaria, liquida participaciones como la de Promociones Ronda 28, según información del Registro Mercantil. Sin embargo, portavoces de Caja Castilla-La Mancha consultadas, han asegurado a El Confidencial que “Plainsa es una sociedad muy saneada”.

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