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'Efecto boomerang': Los bancos rescatan a los gestores inmobiliarios que los hicieron ricos
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'Efecto boomerang': Los bancos rescatan a los gestores inmobiliarios que los hicieron ricos

Efecto boomerang en la banca española. En una cruel pirueta del destino, la exuberancia irracional exhibida por el sistema financiero español a la hora de expender

Foto: 'Efecto boomerang': Los bancos rescatan a los gestores inmobiliarios que los hicieron ricos
'Efecto boomerang': Los bancos rescatan a los gestores inmobiliarios que los hicieron ricos

Efecto boomerang en la banca española. En una cruel pirueta del destino, la exuberancia irracional exhibida por el sistema financiero español a la hora de expender créditos a ladrilleros de todo pelaje -de Luis Portillo a El Pocero- amenaza con golpear sus balances con toda la dureza del ladrillo. El enésimo caso es el de Metrovacesa, cuyos acreedores están a un paso de tomar el control de la compañía. Curiosamente, los bancarios que inflaron la burbuja de inmobiliarias como Astroc (hoy Afirma), Colonial o Reyal Urbis, son ahora requeridos por las entidades para gestionar la avalancha de activos inmobiliarios que apilan en sus cavernas. Y que suponen un grave problema para “el mejor sistema financiero de la comunidad internacional”, según ZP. Nótese que inmobiliarias y constructoras deben a la banca la friolera de casi medio billón de euros, précticamente la mitad del PIB español en 2007.

Efecto boomerang en la banca española. En una cruel pirueta del destino, la exuberancia irracional exhibida por el sistema financiero español a la hora de expender créditos a ladrilleros de todo pelaje -de Luis Portillo a El Pocero- amenaza con golpear sus balances con toda la dureza del ladrillo. El enésimo caso es el de Metrovacesa, cuyos acreedores están a un paso de tomar el control de la compañía. Curiosamente, los bancarios que inflaron la burbuja de inmobiliarias como Astroc (hoy Afirma), Colonial o Reyal Urbis, son ahora requeridos por las entidades para gestionar la avalancha de activos inmobiliarios que apilan en sus cavernas. Y que suponen un grave problema para “el mejor sistema financiero de la comunidad internacional”, según ZP. Nótese que inmobiliarias y constructoras deben a la banca la friolera de casi medio billón de euros, précticamente la mitad del PIB español en 2007.