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Cena secreta el domingo entre Aguirre y Blesa para firmar la paz en Caja Madrid
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LA ASAMBLEA APRUEBA POR MAYORÍA LA RENOVACIÓN DE LAS ENTIDADES REPRESENTATIVAS

Cena secreta el domingo entre Aguirre y Blesa para firmar la paz en Caja Madrid

Domingo por la noche. Calle Alcalá, 58. Esperanza Aguirre y Miguel Blesa cenaban mano a mano, sin compañía, en el Club 31, uno de los restaurantes

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Cena secreta el domingo entre Aguirre y Blesa para firmar la paz en Caja Madrid

Domingo por la noche. Calle Alcalá, 58. Esperanza Aguirre y Miguel Blesa cenaban mano a mano, sin compañía, en el Club 31, uno de los restaurantes clásicos del Madrid señorial. La presidenta de la Comunidad de Madrid y el presidente de Caja Madrid se citaban horas antes de que comenzara el proceso electoral de la caja, que este lunes congregó a la Asamblea General para la renovación de las entidades representativas que se sientan en el consejo de administración. Los cambios fueron aprobados por mayoría y no afectarán la composición del máximo órgano de la entidad.

Después de meses de guerra subterránea entre la Comunidad de Madrid y el presidente de la caja de ahorros madrileña, los máximos mandatarios de ambas instituciones decidieron citarse para decirse cara a cara los reproches y argumentos que se han cruzado a través de los medios y de terceras personas, como el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, el consejero popular de Caja Madrid, el ex ministro Estanislao Rodríguez Ponga, o el consejero de Economía autonómico, Antonio Beteta.

 

Según han confirmado a este diario fuentes próximas a los protagonistas, la cena del domingo transcurrió en un tono cordial y franco. Existía una disposición conciliadora. “No firmaron la paz, pero sentaron las bases para que puedan hacerlo”, explica uno de los interlocutores. “Durante los últimos meses se han generado demasiados malentendidos y algunos actores políticos no han contribuido en nada para que la relación entre la Comunidad y el presidente de Caja Madrid se normalizara”.

 

A partir de este encuentro, Aguirre y Blesa deberán sustanciar el desbloqueo de relaciones existente entre ambas partes antes del próximo mes de marzo, fecha en la que se llevará a cabo la renovación de doce de los consejeros de la caja. En esa rotación también está incluido el cargo de presidente, que ocupa uno de los sillones correspondientes a la Comunidad. Sin embargo, una disposición de los estatutos de la caja permite a Blesa continuar un tercer mandato de seis años en el cargo.

 

Esta posibilidad había roto los puentes de comunicación entre Blesa y la Comunidad de Madrid. Sin embargo, el presidente de la caja cuenta con el apoyo de la otra facción del PP, la municipal, presente en el consejo de la caja, además del apoyo unánime de los representantes sindicales de CCOO, UGT y cuadros directivos. Sólo los representantes del PSOE se alinearon inicialmente del lado de Aguirre, aunque a última hora han optado por abstenerse en una guerra que había dado pie a una alianza antinatura.

 

De acuerdo con las fuentes consultadas, el equipo de Esperanza Aguirre pretendió ocupar el aparente vació de poder existente en el seno de la dirección del PP para interferir en la sustitución de Blesa, que llegó al cargo en 1996 bajo la tutela de José María Aznar. “En ningún momento se ha opuesto a irse”, explica un consejero del popular de Caja Madrid. “No puede ser que la Comunidad quite y ponga al presidente sin tener mayoría en el consejo y sin representar una postura consensuada del partido”.

 

El primer paso para este acercamiento se produjo la semana pasada. La prometida reforma de la Ley de Cajas de Ahorros por la que la Comunidad pretendía aumentar su peso entre los 320 consejeros que forman la Asamblea General, en detrimento de los representantes de las corporaciones municipales, no llegó a tiempo, antes de que se iniciara el proceso electoral. Por el contrario, Blesa encargó al bufete Uría Menéndez un informe jurídico que califica de intromisiones ilegítimas algunas de las actuaciones de la Comunidad.

Domingo por la noche. Calle Alcalá, 58. Esperanza Aguirre y Miguel Blesa cenaban mano a mano, sin compañía, en el Club 31, uno de los restaurantes clásicos del Madrid señorial. La presidenta de la Comunidad de Madrid y el presidente de Caja Madrid se citaban horas antes de que comenzara el proceso electoral de la caja, que este lunes congregó a la Asamblea General para la renovación de las entidades representativas que se sientan en el consejo de administración. Los cambios fueron aprobados por mayoría y no afectarán la composición del máximo órgano de la entidad.

Miguel Blesa Caja Madrid