Los sindicatos piden a Nissan que traiga a España coches diésel y de gasolina y rechazan el eléctrico

La dirección de Nissan y los sindicatos con representación en el comité de empresa de la compañía recondujeron ayer la crisis provocada por el intento de presentar un expediente de regulación de empleo con la constitución de una mesa negociadora del plan de futuro de la empresa. De momento, todos salieron medianamente satisfechos de la reunión. “Se ha seguido el espíritu de diálogo que iniciamos ya en diciembre”, admitieron fuentes de la compañía a El Confidencial. Los sindicatos, por su parte, creen que la negociación de un plan de futuro “es la parte positiva que hemos sacado”.

En la primera jornada, ya se aprobó un calendario de nuevas reuniones para los próximos días 15, 19 y 26 de enero. “Lo que pretendemos es que no haya reuniones vacías”, aseguró a este diario el representante de la UGT, Jordi Carmona. Y desde la empresa se afirma que “en el futuro, hay dos fechas especialmente importantes en este proceso: el 31 de marzo, que es la fecha que en principio se había previsto para que finalizase la mesa porque coincide con el día en que se acaba el expediente de regulación de empleo temporal que aprobó la Generalitat de Cataluña, y el 30 de septiembre, que es la nueva fecha límite para alcanzar un acuerdo global respecto al plan de futuro”. En principio, los sindicatos están dispuestos a dilatar la vida de la mesa negociadora y a mantener la paz social si la empresa plantea “propuestas serias y constructivas” durante este periodo.

“La empresa sólo hizo ayer un boceto genérico del plan de futuro sin concretar nada y habló mucho de la situación en que se está ahora, pero de lo que hay que hablar es de cómo superar la situación y de acciones de futuro, como inversiones o nuevos modelos que pueden llegar a España”, señalan otras fuentes sindicales. “No podemos abandonarnos a la idea de fabricar el coche eléctrico. Ése no es el camino -señala una fuente sindical. Ni la sociedad ni las infraestructuras están preparadas para un consumo masivo de este tipo de vehículo. Por tanto, hemos de hablar de coches diésel o gasolina y, a largo plazo, poder entrar en el terreno de la fabricación de un híbrido”.

Los nuevos modelos se sabrán en el 2010

La empresa no quiere entrar en este terreno. “De momento, tenemos productos comprometidos hasta el 2012, es decir, que hemos de seguir fabricando los modelos actuales. En el 2010, será la hora de anunciar los nuevos modelos de futuro. Pero la dirección internacional sólo nos los dará si somos competitivos. Y eso, hoy por hoy, es difícil. El sector del automóvil se mueve por ciclos: hace algo más de un año, tuvimos que hacer fijos a todos los temporales que teníamos, por lo que, a día de hoy, tenemos cero temporales. Eso representa una carga muy importante que nos resta competitividad. Y los sindicatos son conscientes de que sobra gente. Lo que hemos de mirar primero es cómo, sin renunciar a las posiciones de fondo de cada uno, podemos tomar las medidas menos traumáticas posibles, aunque, evidentemente, el recorte de plantilla no es la única decisión que se ha de tomar”.

Lo que tanto empresa como sindicatos destacan, no obstante, es que la reunión de ayer abre una vía muy importante para lograr acuerdos, a pesar de que esos acuerdos deberán contemplar un aligeramiento de costes en los que el recorte de personal es necesario. La principal baza de la empresa es que la Nissan del futuro no puede estar hipotecada por una sobrecarga como la actual en el terreno laboral. Los sindicatos son conscientes de ello. Y el único modo de mitigar el impacto, aseguran, es contar con un calendario de nuevos modelos y de inversiones a corto plazo. “Esperamos que la empresa vaya poniendo sobre la mesa sus ofertas en los próximos meses”, advierten.