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RECONOCE ABIERTAMENTE QUE ES LA PEOR RECESIÓN EN 50 AÑOS

Solbes sale del armario

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, recobró ayer la lucidez. Pero sólo a medias. Lo que indica que esa patología tan frecuente en la clase

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El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, recobró ayer la lucidez. Pero sólo a medias. Lo que indica que esa patología tan frecuente en la clase política -la necesidad de edulcorar la realidad- goza de buena salud.

Solbes presentó ayer el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno para el trienio 2009-2011; pero frente a lo que ha sido su comportamiento habitual en los últimos meses, desveló el secreto peor guardado del mundillo económico, que España se enfrenta a la peor recesión en 50 años. No estamos ante un juicio de valor o una exageración periodística. El peor dato sobre crecimiento del PIB se dio en 1993, y entonces el PIB decreció un 1%. Ayer Solbes estimó un retroceso del 1,6% para este año.

¿Quiere decir que el Ministerio de Economía ha vuelto a la realpolitik? Aquella pragmática política de convivencia con los vecinos diseñada en la  Alemania del canciller Bismarck que se fue al garete años después, lo que desencadenó los horrores del siglo XX en Europa. No parece que estemos ante ese baño de realidad para los años próximos. Según las estimaciones de Solbes, la economía española crecerá en 2010 un 1,2%, una tasa que hoy se antoja altamente improbable para los analistas.  Pero es que para 2011 prevé un 2,6%, cerca ya de su potencial de crecimiento. Funcas, por ejemplo, estima un aumento del  0,5% para 2010, mientras que la Comisión Europea habla de un 1%.

La diferencia puede parecer pequeña respecto de la previsión oficial, pero hay que tener en cuenta que ambas previsiones se hicieron antes de la publicación de los datos de noviembre y diciembre últimos, que han sido devastadores. Mucho más crudos de lo esperado. Un dato conocido ayer mismo ilustra la intensidad del ajuste. El consumo de cemento cayó en 2008 nada menos que un 23,2%, cuando un año antes creció un 0,2%.
Las cifras de Economía reconocen para 2009, en cualquier caso, la dureza de la crisis. Estima que el consumo privado caerá un 1,5%, mientras que las inversiones (Formación Bruta de Capital Fijo) retrocederán nada menos que un 9,3%. El empleo, igualmente, caerá un 3,6% y la tasa de paro aumentará (media anual) hasta el 15,9%.

Y todo ello en el marco de una restricción del comercio exterior sin precedentes, lo que permitirá reequilibrar la composición del crecimiento, toda vez que las importaciones caerán un 4,6%, mientras que las exportaciones deberían aumentar un 0,3%. Es decir, que, según Economía, el sector exterior debería ser el nuevo motor del crecimiento. Una previsión algo más que optimista en el caso de las exportaciones teniendo en cuenta que la UE estará inmersa en una profunda recesión en 2009, algo que parece incompatible con el hecho de que las ventas a Europea –que concentran el 70% de las exportaciones) crezcan un 0,3%.

Excesivo optimismo para 2010

El optimismo, sin embargo, se desborda a la hora de enjuiciar variables como el empleo. Para Economía, crecerá un 0,2% en 2010, lo que significa un abierto desafío a la reciente historia económica de este país. De cumplirse esas previsiones, sería la primera vez en décadas en que la economía española es  capaz de crear puestos de de trabajo con un crecimiento del PIB por debajo del 2%. No hay que olvidar, sin ir más lejos, en que, según las previsiones del Gobierno, el PIB crecerá este año un 1,2% (media anual), pero el empleo caerá un 0,4%, lo que parece más coherente con nuestro pasado económico, y eso que arrastra los datos positivos que se registraban, todavía, en el primer semestre del año.

Este optimismo desbordante sobre el comportamiento del mercado de trabajo puede explicar una previsión verdaderamente sorprendente. Solbes estima que el desempleo en 2010 se situará en el 15,7%, dos décimas menos que este año. Eso quiere decir que, teniendo en cuenta que el empleo crecerá un 0,2%, la población activa debería tener un crecimiento cero, algo a todas luces inverosímil teniendo en cuenta que en estos momentos estás creciendo a tasas cercanas al 3% (un 2,88% en el tercer trimestre del año pasado). O bien se acaban las presiones migratorias, .algo que no ha ocurrido ni en 2008 pese al frenazo económico, o los españoles dejan de incorporarse al mercado de trabajo, algo que tampoco parece probable.

Una factura de 160.000 millones en cuatro años

Aplicando un aumento de la población activa del 2% anual este año y el próximo se estaría hablando que ese 15,7% de parados previsto por Solbes sería equivalente a 3,74 millones de trabajadores en paro en media anual. Lo que significa que en algún trimestre de 2010 se rozaría la cifra ‘mágica’ de los 4 millones de parados, sobre todo teniendo en cuenta que el perfil de crecimiento debería ser ascendente a medidas que pasan los trimestres.

El ejercicio de realpolitik tiene, por último, dos hitos que se han negado en los últimos meses. En 2010, el déficit público alcanzará el 4,8% del PIB –un punto más que este año-, mientras que la deuda pública alcanzará en 2011 un 54% previsto para este año. Esto significa un aumento de 16 puntos de PIB respecto de los valores del año pasado, lo que supone que la recesión se habrá cobrado una factura de unos 160.000 millones de euros en apenas cuatro años desde el punto de vista de las cuentas públicas. Dinero que tendrán que pagar las siguientes generaciones.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, recobró ayer la lucidez. Pero sólo a medias. Lo que indica que esa patología tan frecuente en la clase política -la necesidad de edulcorar la realidad- goza de buena salud.

Pedro Solbes