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"No sé cómo decirle a mi mujer que los hemos perdido todo en Madoff"
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"No sé cómo decirle a mi mujer que los hemos perdido todo en Madoff"

Lejos de las grandes fortunas de España, que han tenido pérdidas millonarias en los fondos gestionados por Bernard Madoff, existe un drama humano mucho más sangrante

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"No sé cómo decirle a mi mujer que los hemos perdido todo en Madoff"

Lejos de las grandes fortunas de España, que han tenido pérdidas millonarias en los fondos gestionados por Bernard Madoff, existe un drama humano mucho más sangrante entorno a la mega estafa de 50.000 millones de dólares. “No sé cómo decirle a mi mujer que lo hemos perdido todo” le explicaba a Juan Ignacio Peinado, socio de Cremades & Calvo-Sotelo uno de sus clientes.

 

La firma de abogados se ha hecho cargo de 91 casos de perjudicados en el fraude que estalló el pasado mes de diciembre, entre los que se encuentran no sólo inversores que han perdido del orden de 35 millones de euros, sino ahorradores de perfil medio que han visto evaporarse todo lo que tenían. “Ves a algunos clientes que han perdido una barbaridad de dinero, pero eso no les cambia la vida, hay, en cambio, otros casos sangrantes que responden a una estrategia, probablemente comercial, por parte de los bancos”, comenta Peinado a Cotizalia.com.

No obstante, quienes mueven grandes sumas de dinero, clientes típicos de banca privada, tienen formación suficiente como para conocer el riesgo de sus inversiones. Sin embargo, existe otro grupo de afectados, pensionistas, trabajadores de clase media, que habían obtenido un dinero extra mediante la venta de algún inmueble o un premio de la lotería, que desconocen lo que es un bróker o un banco custodio. Muchos de estos se dejaron asesorar en las sucursales del Banco Santander donde “tenían su dinero en un depósito, por ejemplo, al 1% de interés y les aseguraban que metiéndolo en otro producto, tan seguro como un depósito, iban a ganar entre el 4% y el 7%, sólo se diferenciaban prácticamente en los tiempos”, asegura Peinado. Eran productos que se encontraban en la banca comercial ordinaria.

Es el caso de uno de los perjudicados que ahora defiende Cremades & Calvo-Sotelo. Un trabajador autónomo, que prefiere mantener el anonimato, que tenía en propiedad un quiosco de prensa frecuentado también por su mujer. El matrimonio, con una única hija, decidió jubilarse, vender el establecimiento y vivir de la pensión. El dinero de la venta, 200.000 euros, lo guardaron para asegurarse el futuro y para darle a su hija un colchón económico el día de mañana. En una sucursal del Santander les recomendaron un producto estructurado y lo han perdido todo.

Este es uno de tantos ejemplos de los que componen la Agrupación de Perjudicados por Madoff, que hoy se presenta en Madrid, y que busca llegar a un acuerdo con los bancos que han actuado de intermediarios, entre los que se encuentra Santander. “Estos bancos se están jugando su imagen de manera impresionante y lo más probable es que se llegará a un acuerdo”, explica Peinado, de lo contrario cada uno de los afectados irá por la vía judicial contra quien firmaron el contrato.

Por otro lado, uno de los problemas que ha aumentado la gravedad de la estafa Madoff en España es el criterio a la hora de establecer clientes potenciales de banca privada. Según comenta Manuel Romera, director de estudios financieros en el Instituto de Empresa, en Bloomberg, los requisitos para ello son menos estrictos aquí que en otros países.

Finalmente, “el modelo en el que los clientes dejan su dinero al Gran Papá Botín para que cuide de las cosas se ha acabado” asegura en esa misma agencia Fernando Zunzunegui, abogado, sin embargo, ha tenido que ser mediante una catástrofe financiera sin precedentes.

Lejos de las grandes fortunas de España, que han tenido pérdidas millonarias en los fondos gestionados por Bernard Madoff, existe un drama humano mucho más sangrante entorno a la mega estafa de 50.000 millones de dólares. “No sé cómo decirle a mi mujer que lo hemos perdido todo” le explicaba a Juan Ignacio Peinado, socio de Cremades & Calvo-Sotelo uno de sus clientes.

Bernard Madoff