Sony decide hoy a cuánta gente despide mientras CCOO y UGT discrepan de la estrategia a seguir

Los representantes de los trabajadores afrontan hoy divididos una importante reunión con la dirección de la multinacional Sony en los servicios territoriales de Barcelona, donde tiene su sede la compañía. En la reunión que ambas partes tuvieron el lunes, la empresa planteó una reducción de los despidos de 275 a 93 personas, con la condición de que el resto de personal tenga congelado el salario durante dos años. Algunos sindicatos pueden aceptar, pero otros aumentarán la presión.

En la factoría de Viladecavalls (Barcelona), Sony emplea a 1.200 personas. De ellas, quiere desprenderse de 275. Hace cuatro meses, ya pactó la no presentación de ningún expediente de regulación de empleo a cambio de regulación laboral. Las buenas intenciones ya se han esfumado.

Fuentes de la empresa afirman que los trabajadores de la planta catalana deben realizar la misma jornada que el resto de empleados de la multinacional y congelar el salario a 31 de diciembre del año pasado. En ese supuesto, se reduciría el número de trabajadores despedidos de 275 a 93. Los sindicatos no aceptan ese punto, aunque la empresa justifica que se plantee en este momento porque coincide con un periodo “en el que el incremento de la carestía de la vida se estima que será muy reducido”.

“Nos han dicho que nos garantizan el mantenimiento del empleo durante dos años con una producción de 1,5 millones de televisores anuales. En estos momentos, no podemos decir si la empresa puede adquirir un compromiso firme en el mantenimiento de empleo porque sí nos ha entregado el plan de viabilidad con el mantenimiento de empleo durante dos años pero no sabemos cómo se pueden producir los televisores que dice con el recorte de plantilla. En cuanto sepamos a cuántos trabajadores afecta el expediente, podremos decir si es viable o no”, señala Ana Alonso, portavoz de CCOO, a El Confidencial.

Otra cosa es UGT, que el lunes denunció ante la inspección de Trabajo a la empresa por presionar a algunos trabajadores para que se apunten a una lista de bajas voluntarias. Hace unos días, también la denunció por haber creado una empresa paralela donde el 1 de febrero próximo integrará a todos los trabajadores del área de logística, paso previo, creen, para empezar a deslocalizar la producción hacia la fábrica que tiene en Eslovaquia. “La empresa ha planteado unos parámetros que significan un sacrificio muy grande para los trabajadores. Por un lado, quiere que se congelen los salarios y, por otro, que se aumente en 22 horas anuales la jornada laboral. Estamos radicalmente en contra de estas medidas”, señaló el representante ugetista, Jordi Martínez, a este diario.

Desde la empresa, se indica que los trabajadores de la planta barcelonesa trabajan, de media, menos que los de las demás plantas de Sony a nivel mundial. Para los sindicatos, éstas habían sido conquistas logradas durante los años anteriores. “Es inadmisible que se pretenda volver a aumentar la jornada laboral -subraya Jordi Martínez-. Nosotros exigiremos en la reunión del miércoles [hoy] la retirada del expediente de regulación, la garantía de continuidad de la plantilla durante cinco años y que no se incremente la jornada laboral”.

En CCOO se espera a ver hasta qué punto está disputa la empresa a ceder, pero su representante en la negociación, Ana Alonso, se muestra esperanzada en que se puede llegar a una solución asumible por todas las partes. Para el representante de UGT, sin embargo, la solución está todavía mucho más lejos. La solución no será fácil, pero el conflicto puede cerrarse en falso si sólo una parte de los representantes de los trabajadores firman un acuerdo de futuro donde se prevean despidos.