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Los inversores se polarizan: sólo quieren activos ultraconservadores o muy agresivos
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Los inversores se polarizan: sólo quieren activos ultraconservadores o muy agresivos

Los inversores españoles, muy tocados todavía por el pánico del otoño pasado y por la recaída del primer trimestre, muestran una curiosa polarización: sólo quieren productos

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Los inversores se polarizan: sólo quieren activos ultraconservadores o muy agresivos

Los inversores españoles, muy tocados todavía por el pánico del otoño pasado y por la recaída del primer trimestre, muestran una curiosa polarización: sólo quieren productos extremadamamente conservadores, o bien los más agresivos. Así se deduce de los últimos datos de patrimonio de los fondos de inversión y se puede explicar porque la gente está muy escaldada de productos que en teoría eran conservadores pero luego han demostrado no serlo. Y en el caso de los agresivos, porque puestos a jugársela, prefieren hacerlo en mercados con más potencial que la bolsa española.

Según datos de VDOS Stochastics, en el primer trimestre las categorías que más han crecido en patrimonio son renta variable emergente (un 10,7%) y renta fija a largo plazo (un 7,45%). En marzo también se aprecia un fuerte aumento de la renta variable de EEUU. Las cifras de Inverco hacen más hincapié en los fondos conservadores, como la renta fija a largo plazo e internacional, y los garantizados de renta fija. Por el contrario, ambas fuentes coinciden en la salida de dinero de los monetarios, globales y mixtos.

Los inversores están muy escaldados de muchos productos que perdieron con fuerza en otoño, cuando se derrumbaron todos los mercados a la vez, pese a que se los habían vendido como productos seguros para un perfil conservador, explica un asesor independiente. En esta categoría cabe incluir a los fondos alternativos, que el año pasado lo hicieron muy mal salvo excepciones puntuales como el Kilimanjaro de Bankinter.

Pero quizá lo más sangrante es lo de los monetarios (simples y dinámicos), que han registrado pérdidas, algo teóricamente imposible en estos productos. La razón, el proceso de bajada de tipos -que reduce su rentabilidad-, las elevadas comisiones y la inclusión en cartera de otros productos como cédulas o titulizaciones cuyo precio se ha hundido.

Después del shock, inicialmente todo el mundo se refugió en los depósitos, aprovechando que las entidades necesitaban liquidez desesperadamente con el cierre del interbancario y ofrecían rentabilidades del 6% y hasta el 7%. Incluso las letras del Tesoro pagaban más del 4%. Pero la bajada radical de los tipos del BCE desde entonces impide ofrecer ya esos rendimientos, y el dinero que sale de los depósitos que empiezan a vencer en masa tiene que buscar otras alternativas. Escaldados de monetarios, globales, alternativos y mixtos, los inversores prefieren fondos de deuda pública tradicionales y garantizados. De ahí que las gestoras hayan centrado el lanzamiento de nuevos productos en esas categorías.

Los agresivos buscan más rentabilidad

En cuanto al crecimiento de productos agresivos, las explicaciones son más complejas. La recuperación de las bolsas no parece convencer todavía al inversor particular, que no se decide a entrar todavía en renta variable. Aparte de que muchos inversores que huyeron de la bolsa en pleno desplome van a tardar mucho en volver a confiar en el mercado de acciones.

En segundo lugar, los inversores agresivos de verdad sí están dispuestos a tratar de aprovechar el rally de la bolsa, pero prefieren otros destinos en teoría más arriesgados por la divisa (EEUU) o por su posible inestabilidad (emergentes) en busca de formas rápidas para recuperar lo perdido. En el caso de EEUU, la mayoría de los analistas recomienda antes la bolsa norteamericana que la europea porque la economía de aquel país debe iniciar la recuperación antes que la nuestra, ya que la crisis comenzó antes y que su sistema productivo es mucho más flexible. Respecto a los emergentes, la razón estriba en el excelente comportamiento de estos mercados en el primer trimestre frente a las importantes pérdidas de los occidentales.

Los inversores españoles, muy tocados todavía por el pánico del otoño pasado y por la recaída del primer trimestre, muestran una curiosa polarización: sólo quieren productos extremadamamente conservadores, o bien los más agresivos. Así se deduce de los últimos datos de patrimonio de los fondos de inversión y se puede explicar porque la gente está muy escaldada de productos que en teoría eran conservadores pero luego han demostrado no serlo. Y en el caso de los agresivos, porque puestos a jugársela, prefieren hacerlo en mercados con más potencial que la bolsa española.

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