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El BCE da un palo a la banca española: baja un 30% el valor del papel que lleva a descontar
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LA LIQUIDEZ QUE PIERDEN LAS ENTIDADES ES MÁS DEL DOBLE QUE EL PLAN DEL GOBIERNO

El BCE da un palo a la banca española: baja un 30% el valor del papel que lleva a descontar

Ahora que parecía que la liquidez ya no era un problema para la banca española -y que la única preocupación era la solvencia-, llega el BCE

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El BCE da un palo a la banca española: baja un 30% el valor del papel que lleva a descontar

Ahora que parecía que la liquidez ya no era un problema para la banca española -y que la única preocupación era la solvencia-, llega el BCE y reduce bruscamente el caudal que inyecta a nuestras entidades en la ventanilla de descuento, que sigue siendo su principal forma de financiarse. En efecto, en las últimas semanas ha reducido drásticamente la valoración del papel que bancos y cajas llevan a descontar, básicamente titulizaciones y cédulas hipotecarias, hasta un 40% en algunos casos. Es decir, a cambio del mismo papel, las entidades obtienen hasta un 40% menos de dinero que hasta ahora.

Esta rebaja de la valoración es lo que explica la sorprendente noticia de que la financiación del BCE a la banca española cayó el 1,7% en marzo frente a febrero, hasta 72.831 millones de euros. La apelación de los bancos y cajas no ha bajado, sino todo lo contrario: ha crecido. Lo que pasa es que la valoración de los activos que entregas como garantía ha caído con fuerza, y eso es lo que arroja este saldo negativo, explican en una entidad mediana.

Según un informe de AFI, el impacto dinerario de esta rebaja es de unos 32.500 millones de euros: la valoración media de las titulizaciones de la banca española para descontar en el BCE ha pasado de 123.472 millones antes de este cambio a 90.959 millones en la actualidad, lo que supone una caída media del 26,3%. Ahora bien, este informe reconoce que hay casos concretos mucho más graves puesto que la valoración mínima de las titulizaciones ha pasado de un 70% de su valor de emisión a niveles del 30%-40%

Esta cifra es un 68% superior a los 19.341millones que el Gobierno de España ha inyectado a la banca con su Fondo de Adquisición de Activos (FAAF). Dicho de otro modo: la medida del BCE hace que las subastas del Gobierno no hayan servido de nada; más aún, que el saldo final de ambas vías de financiación sea claramente negativo para el sector. Esto se compensa en parte gracias a las cédulas hipotecarias, que han mejorado ligeramente su valoración para llevarse a descontar al BCE (siempre se han admitido las cédulas de otras entidades y las emitidas por varias a la vez, y ahora además se admiten las cédulas emitidas por la propia entidad).

El brusco cambio en la valoración de los ABS (en su mayoría titulizaciones hipotecarias) crea riesgos evidentes de tratamiento asimétrico entre entidades. En efecto, aquellas entidades que hayan gestionado su liquidez acudiendo masivamente a la emisión de titulizaciones para su descuento en el BCE se enfrentan ahora a una reducción intensa de su liquidez, concluye el informe de AFI, que añade que estos cambios suponen una clara ausencia de claridad en las normas que definen la planificación de la gestión de la liquidez de las entidades españolas.

El modelo del Banco de Francia

¿A qué se debe este cambio de criterio de la autoridad monetaria? Todo parte del gran problema de esta crisis financiera: la dificultad para valorar activos que no tienen precio de mercado. Hasta ahora, el Banco Central Europeo tomaba como referencia el valor que le proporcionaba el mercado español AIAF de renta fija, pero este valor cada vez era menos realista comparado con los índices internacionales de este tipo de titulizaciones. Así que encargó el desarrollo de un modelo para obtener valoraciones más realistas al Banco de Francia... cuando Francia es de los pocos países europeos donde la banca no tituliza -allí lo habitual son las cédulas- y, en consecuencia, su banco central apenas tiene experiencia con estos activos.

Las entidades españolas se quejan de que nadie les ha explicado el modelo y que, por tanto, no pueden estimar sus resultados antes de entregar el papel en la ventanilla del BCE. Es decir, llegan con sus titulizaciones y se encuentran con que les dan menos por ellas sin saber con qué criterio. Lo cual ha generado un fuerte descontento en el sector. Hay quien ofrece una posible explicación: El BCE ha tenido dos pilles importantes: uno con bonos de Lehman y otro con titulizaciones de Islandia, porque admitía colaterales de todo tipo sin mirar qué había detrás. Ahora ha pasado al extremo contrario y pagamos justos por pecadores, afirman en otra entidad.

Los clientes pagan el pato

La consecuencia de este varapalo del BCE no es que la banca española vaya a tener problemas de liquidez -todo el mundo insiste en que los vencimientos de deuda de 2009 se van a cubrir sin problemas-, sino que ésta es más difícil de conseguir y, por ende, más cara. Tienes que titulizar más para conseguir el mismo dinero, lo que significa un mayor coste. Porque, aparte de la ventanilla del BCE, el interbancario sigue sin liquidez más allá de un día y el único alivio ha llegado con las emisiones con aval del Estado a un plazo de tres años. Y las entidades no pueden seguir pagando tipos exagerados por los depósitos, salvo aquellas en peor situación.

Lógicamente, eso se tiene que trasladar a los clientes, que tendrán que pagar unos diferenciales más altos por los nuevos créditos, porque si no, te comes los márgenes, sentencian en una de las entidades consultadas. Lo bueno es que, como el euribor está tan bajo, el tipo absoluto que paga el cliente es razonable aunque el spread sea muy alto. Otra cosa es qué pasará cuando los tipos empiecen a subir, añaden.

Ahora que parecía que la liquidez ya no era un problema para la banca española -y que la única preocupación era la solvencia-, llega el BCE y reduce bruscamente el caudal que inyecta a nuestras entidades en la ventanilla de descuento, que sigue siendo su principal forma de financiarse. En efecto, en las últimas semanas ha reducido drásticamente la valoración del papel que bancos y cajas llevan a descontar, básicamente titulizaciones y cédulas hipotecarias, hasta un 40% en algunos casos. Es decir, a cambio del mismo papel, las entidades obtienen hasta un 40% menos de dinero que hasta ahora.

Banco Central Europeo (BCE)