Los gestores duermen menos por culpa de la crisis

La recesión económica está provocando la pérdida de sueño ente los gestores de todo el planeta, lo que puede afectar negativamente a su productividad y a sus relaciones personales. Tres de cada cuatro gestores duerme entre una hora y cuarenta minutos menos de lo que deberían -ocho horas según los expertos-, tal y como revela una encuesta realizada a 2.500 gestores de cinco países –Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido y Holanda-, elaborada por la compañía eléctrica holandesa Philips.

Los estadounidenses son los más afectados por el insomnio. El 30% apunta hacia el trabajo como la principal causa de sus desvelos nocturnos frente al 27% de los alemanes, el 24% de los británicos, el 20% de los japoneses o el 12% de los holandeses. Además, los gestores de Estados Unidos son los que más tiempo tardan en quedarse dormidos –de media 26 minutos- y también los que más roncan, mientras que los holandeses sólo necesitan 18 minutos para caer en los brazos de Morfeo y son los que más duermen, de media 24 minutos más que cualquier otro gestor.

De hecho, su sueño es más profundo que el de sus compañeros de otros países por su menor estrés. Cuando se les preguntó si pensaban que el deterioro económico estaba afectando a su capacidad para dormir bien, sólo el 15% respondió afirmativamente.

La mayoría de los encuestados reconoce que la falta de sueño está afectando a su trabajo y por ende a su productividad, lo que al año se traduce en importantes pérdidas económicas para las empresas. Según los cálculos de este estudio, el insomnio provoca que los gestores no rindan al 100%, de media, en 6,2 días de trabajo al año. En Reino Unido, por ejemplo, las compañías estarían perdiendo unas 850 libras por gestor al año. Con 4,3 millones de gestores en las islas, el coste económico ascendería a 3.630 millones de libras anuales.

Pero más allá del impacto económico en las cuentas empresariales, los expertos alertan sobre las implicaciones personales que la falta de sueño puede generar. Puede afectar a sus relaciones familiares, sexuales y sociales. La mitad de los gestores entrevistados reconoce, por ejemplo, que dormir menos afecta negativamente a su concentración, asegura tener menos paciencia y menor entusiasmo en el día a día.

Efectos negativos sobre la salud

Aunque más importantes pueden ser los efectos sobre la salud. “La gente que no duerme lo suficiente puede ganar peso, ser propensa a padecer diabetes, alta presión sanguínea e incluso ataques al corazón. Nos enfrentamos ante un serio problema que tenemos que tomarnos en serio”, asegura el director médico de Philips, David White. “Dormir no es opcional. Es esencial para la salud de una persona”.

Pese a la importancia de dormir bien, muy pocos son los gestores que se ponen en manos de profesionales para encontrar una solución. Los más reacios son los gestores japoneses. Apenas hablan sobre este tipo de problemas con otros compañeros de profesión, a diferencia de los estadounidenses, que son los más propensos a buscar ayuda profesional. El 41% de los encuestados reconoce haber recurrido a los consejos de un médico, aunque las mujeres tienen a hablarlo con familiares y amigos.

Los expertos señalan que un cambio en la situación económica podría dar un respiro a los gestores, aunque advierten de que no interrumpirá la tendencia a dormir menos que se ha implantado en la sociedad occidental en el último siglo.

¿Qué sucede en España?

En España, los gestores reconocen que la crisis no les ha quitado el sueño aunque quizás duermen menos. “El mayor efecto que yo he notado es la ansiedad. La necesidad constante de ver lo que hacen los mercados, ya esté en la oficina, fuera de ella e incluso disfrutando de un día ocioso”, explica a Cotizalia.com un gestor.

Otro de ellos reconoce que al seguir una política de inversión que podría denominarse de gestión pasiva, es decir, que no rota mucho la cartera, la crisis no le ha quitado el sueño ni el apetito. “Otra cosa es que te preocupes si las decisiones inversoras no dan el fruto esperado, pero lo normal cuando tomas decisiones. Además, suelo valorar otras cosas muy importantes en la vida”, concluye.

También hay quienes, por culpa del estrés, han empezado a tomar café y a fumar, mientras que otros han llegado a tener episodios de auténtico pánico, aunque sólo cuando se acercaba el día de reunirse con los clientes.