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Caja Madrid y Caixa pagan más que BBVA por sus preferentes para evitar una advertencia de la CNMV
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EL SUPERVISOR MARCA EL INTERÉS QUE TIENEN QUE DAR ESTOS PRODUCTOS

Caja Madrid y Caixa pagan más que BBVA por sus preferentes para evitar una advertencia de la CNMV

Las dos grandes emisiones de participaciones preferentes anunciadas la semana pasada por Caja Madrid y La Caixa han vuelto a plantear la cuestión de la remuneración

Foto: Caja Madrid y Caixa pagan más que BBVA por sus preferentes para evitar una advertencia de la CNMV
Caja Madrid y Caixa pagan más que BBVA por sus preferentes para evitar una advertencia de la CNMV

Las dos grandes emisiones de participaciones preferentes anunciadas la semana pasada por Caja Madrid y La Caixa han vuelto a plantear la cuestión de la remuneración de estos productos de alto riesgo colocados a los clientes de la red. Aunque siguen muy lejos de su precio en mercado, estas emisiones ofrecen unos intereses mucho más elevados que los que pagó en su día BBVA, el primer banco que colocó preferentes en red. La explicación es que la CNMV está marcando el tipo que tienen que pagar las distintas entidades y, cuando alguna no le hace caso, pone una advertencia en el folleto de la emisión. Es lo que ocurrió con el banco que preside Francisco González y lo que han evitado las cajas madrileña y catalana ahora.

BBVA fue el primero en utilizar este instrumento para reforzar sus ratios de capital en diciembre del año pasado, con una emisión de 1.000 millones de euros que pagaba el 6,5% TAE los dos primeros años y, posteriormente, Euribor flat (sin ningún diferencial) con un mínimo del 3,5% anual. A partir de entonces, ninguna de las numerosas entidades que han apelado a sus clientes para colocarles preferentes -Sabadell, Popular, Pastor, La Caixa y Caja Madrid- ha ofrecido unas condiciones tan buenas para ellas (malas para el cliente).

La caja que preside Miguel Blesa ha batido el récord de remuneración con una colocación de 3.000 millones (la mayor hasta la fecha) con un interés del 7% fijo durante cinco años y, posteriormente, de Euribor más 4,75 puntos, muy por encima de las condiciones que pretendía ofrecer la caja: 7% durante sólo dos años y, después, Euribor más 3%.

Distintas fuentes del sector echan la culpa a la CNMV de este fuerte incremento en los intereses que tienen que pagar bancos y cajas por sus preferentes. Todos estamos saliendo con el spread (diferencial) que nos dice la CNMV, y ahora está apretando mucho, pero a BBVA le dejó salir con Euribor flat, se queja una entidad. Otras fuentes matizan esta situación: La CNMV no te impone el tipo de interés que tiene que pagar, sino que pide varios informes para justificar la valoración de las preferentes; si no le gusta la de las tuyas, te pone una advertencia en el folleto.

En efecto, en el folleto de BBVA se incluía una advertencia del supervisor que decía que no puede asegurarse que la contraprestación ofrecida a los suscriptores del producto incorpore adecuadamente todas las variables a considerar en la valoración de una emisión de esta naturaleza y, por consiguiente, alertaba de la posibilidad de sufrir pérdidas por parte de los inversores que lo suscriban. Aparte de la escasa claridad de este lenguaje 'políticamente correcto' para avisar a los ahorradores de que les pueden estar vendiendo duros a seis pesetas, ¿cuántos clientes que compran unas preferentes porque se las venden en su oficina como alternativa a un depósito se leen el folleto registrado en la CNMV?, se preguntan en otra entidad. La respuesta es que ninguno.

Las razones de BBVA

Por otro lado, tampoco sería justo no reconocer que BBVA tiene argumentos para salir en mejores condiciones que otras entidades. Aparte de su tamaño y de sus ratios de morosidad, cobertura y solvencia, está la valoración de riesgo que hace el mercado a través de los CDS (credit default swaps, seguros contra impago de las entidades), esos instrumentos que algunos consideran alternativa a las agencias de rating y que otros -los que salen peor retratados en esta foto- desacreditan asegurando que es un mercado ilíquido y manipulado. Sea como fuere, la semana pasada el CDS de la deuda senior -la normal- de BBVA se situaba en 82 puntos básicos (0,82 puntos porcentuales), frente a los 210 puntos básicos de La Caixa y los 255 de Caja Madrid. Si tomamos los CDS de la deuda subordinada -la más parecida a las preferentes-, la diferencia es mucho más amplia aún.

Por comparar, Popular oreció un 6,75% fijo durante cinco años y, posteriormente, euribor más 1,5 puntos con un mínimo del 4% anual, en una emisión de 600 millones de euros. Pastor emitió 250 millones al 7,25% durante cuatro años y con una remuneración a partir de entonces de Euribor más 4,6 puntos, con un suelo del 6,8%. El Sabadell colocó 500 millones con unas condiciones más relajadas, del 6,5% fijo durante dos años y de Euribor más 2,5 a partir de entonces. Finalmente, la emisión anunciada la semana pasada por La Caixa, de hasta 2.000 millones de euros, paga un 6% los dos primeros años y, después, Euribor más 3,5 puntos.

La polémica continúa

Las preferentes, a pesar de ser un activo parecido a un bono, computan dentro del ratio de capital Tier 1 en un momento en que éste es enormemente escaso ante el vertiginoso crecimiento de la morosidad. Estos activos se están vendiendo a los clientes minoristas como alternativa a unos depósitos que no pueden seguir ofreciendo el 6% ó el 7% por el desplome del Euribor en los últimos meses. Por ello, las entidades venden este producto como muy atractivo, porque ofrece un interés muy alto con los tipos oficiales al 1% y con una seguridad absoluta.

No obstante, ahora mismo es imposible colocar estos activos en mercado, ya que su precio se ha hundido hasta cotizar a menos del 50% de su valor inicial, y además con muy poca liquidez. Emitir a esos precios significaría tener que pagar intereses por encima del 15% en muchos casos. De ahí que la banca se los coloque al minorista, que se lo traga todo. Es más, algunos bancos como el Sabadell están vendiendo preferentes caras en la red y recomprándolas baratas en mercado, con lo que obtienen la plusvalía correspondiente.

La propia CNMV emitió el mes pasado una advertencia sobre las preferentes en su web en la que alerta a los inversores de que se trata de un instrumento complejo y de riesgo elevado que puede generar rentabilidad, pero también pérdidas en el capital invertido. Además, tienen carácter perpetuo y su rentabilidad, generalmente de carácter variable, no está garantizada; si la entidad sufre pérdidas, suele reservarse la opción de dejar de pagar los intereses. Por otro lado, su liquidez es limitada, por lo que no siempre es fácil deshacer la inversión, según el organismo que preside Julio Segura. Es decir, si usted necesita el dinero, probablemente tendrá que asumir una pérdida importante por verse obligado a vender a cualquier precio. Y tampoco hay ninguna garantía de que el banco o caja las vaya a rescatar en el plazo establecido; de hecho, lo habitual en los últimos meses ha sido no rescatarlas, que es lo que ha hundido su precio en mercado. El supervisor también incide recuerda que, aunque se llamen preferentes, si el banco quiebra son las últimas en cobrar sólo por delante de las acciones y por detrás de todos los acreedores.

Las dos grandes emisiones de participaciones preferentes anunciadas la semana pasada por Caja Madrid y La Caixa han vuelto a plantear la cuestión de la remuneración de estos productos de alto riesgo colocados a los clientes de la red. Aunque siguen muy lejos de su precio en mercado, estas emisiones ofrecen unos intereses mucho más elevados que los que pagó en su día BBVA, el primer banco que colocó preferentes en red. La explicación es que la CNMV está marcando el tipo que tienen que pagar las distintas entidades y, cuando alguna no le hace caso, pone una advertencia en el folleto de la emisión. Es lo que ocurrió con el banco que preside Francisco González y lo que han evitado las cajas madrileña y catalana ahora.

BBVA fue el primero en utilizar este instrumento para reforzar sus ratios de capital en diciembre del año pasado, con una emisión de 1.000 millones de euros que pagaba el 6,5% TAE los dos primeros años y, posteriormente, Euribor flat (sin ningún diferencial) con un mínimo del 3,5% anual. A partir de entonces, ninguna de las numerosas entidades que han apelado a sus clientes para colocarles preferentes -Sabadell, Popular, Pastor, La Caixa y Caja Madrid- ha ofrecido unas condiciones tan buenas para ellas (malas para el cliente).

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