Sacyr paga su deuda a los bancos con lotes de activos de Testa y Vallehermoso

Sacyr acumula una deuda de 13.443 millones de euros y necesita como el agua busca inversores que aporten liquidez y refuercen la estructura financiera del grupo. Mientras este dinero llega, el equipo de Luis del Rivero va haciendo frente al pago de sus compromisos con las entidades financieras mediante la aportación de lotes de activos inmobiliarios procedentes de Vallehermoso y de Testa, según han confirmado fuentes de la compañía.

 

Durante las últimas semanas, varios activos premium de Sacyr han pasado a manos de Caixa Cataluña, entre otras muchas entidades. En lo que va de año, la caja catalana, aceptando los activos inmobiliarios con renta como forma de pago, se ha quedado con el negocio de residencias para la tercera edad, la antigua sede de Sacyr en Madrid, el 35% del complejo comercial Parque Corredor y dos edificios de oficinas en el barcelonés Paseo de Gracia.

En ningún caso se trata de ventas, como han reconocido a este diario fuentes financieras, porque no hay comprador, un dato que fue requerido en la presentación ante analistas y que no fue revelado por Sacyr. “Evidentemente, no existía”. Esto no impide, sin embargo, que la constructora disponga de una posición de caja neta de 320 millones al cierre del trimestre, en parte gracias a la venta de suelos de Vallehermoso por valor de 715 millones.

Según consta en los resultados presentados ante la CNMV, Sacyr consiguió durante ese periodo amortizar hasta 1.032 millones. Un recorte logrado a través de la venta de determinados activos inmobiliarios, tanto de Vallehermoso como de Testa, filiales que han servido a su vez como avales, como ocurre en el caso de la patrimonialista, para cubrir su participación en Repsol, una inversión que representa una deuda de 5.090 millones.

Sacyr ha tenido que recurrir a esta alternativa, calificada como dación en pago, ante la dificultad que ha tenido para hacer caja con la venta de activos no estratégicos. Durante los últimos meses, lo ha intentado sin éxito con la filial de servicios Valoriza o con su participación del 20% en Repsol, un proceso que pretende llevar a cabo ahora con su negocio de concesiones, después de haber logrado vender a Citigroup las autopistas de Itinere.

Por parte de Caixa Cataluña, esta operativa permite a la entidad catalana no tener que provisionar el importe equivalente a la deuda que canjea por los activos, lo que supone un alivio para su ratio de morosidad, superior al 5%, al tiempo que consigue reducir su cartera de préstamos y, por extensión, ajustarla a volumen de fondos propios. Según las fuentes consultadas, a la hora de negociar el pago a bancos y cajas, “ellos eligen lo que te aceptan”.