Facebook le coge el gusto al vodka

Rusia se lanza a la conquista del nuevo mundo… Si internet es el gran descubrimiento del siglo XXI, las redes sociales se han convertido en la web de moda del momento y los 'buscadores de oro' no se han querido perder el festín. Después de consolidar su posición en el espectro ruso, Digital Sky Technologies ha buscado extender su imperio fuera de sus fronteras y ha entrado en occidente por la puerta grande, la puerta de Facebook.

Esta semana se cerraba la compra del 2% de la compañía fundada por Marck Zuckerberg, que los rusos han valorado en 10.000 millones de dólares tras pagar 200 millones por su nueva participación. Algo menos de los 15.000 millones en los que Microsoft valoró Facebook cuando se hizo con el 1,62% en 2007.

Poco a poco, cada vez son más los nombres, casi impronunciables, que hacen correr ríos de tinta en la prensa de occidente. En esta ocasión ha sido el turno de Yuri Milner, CEO de Digital Sky Tecnologies y la persona encargada de llevar la operación a buen puerto. No obstante, la red empresarial rusa está concienzudamente tejida. De hecho, detrás de esta compra también se encuentra el magnate ruso Alisher Usmanov, que cuenta, según la prensa del país, con un 34% de DST.

Milner es uno de esos hombres pintorescos que, pese tener el orgullo de ser el primer ruso en conseguir un MBA en Estados Unidos, decidió volver a la madre patria antes de trabajar en el sector financiero norteamericano. ¿Cabeza de ratón o cola de león?, Yuri lo tuvo claro. Las oportunidades de triunfar en Rusia con una buena preparación, amistades interesantes y un poco de ambición son infinitamente superiores.

“He vuelto a Rusia para aprovechar el desarrollo del mercado libre” aseguró en una entrevista, “mi idea es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado”, explicó entonces Milner.

De esta forma se ha convertido en miembro del reducido círculo de empresarios que mano a mano con las autoridades políticas, manejan los hilos de Rusia. Su historia es como la de tantos otros magnates del país que han sabido aprovechar el momento político y social.

Al igual que en el caso de otros compatriotas, la información entorno a su persona es escasa y poco transparente. Antes de fundar DST ocupó diferentes cargos directivos en varias compañías del país, entre los que se encuentra el del consejero delegado de Mail.ru, ‘el Yahoo! ruso’, entre 2001 y 2003, cuando consiguió convertirla en la primera web de Rusia.

Tras estudiar la carrera de físicas en la Universidad de Moscú en 1985, ingresó en la Academia Rusa de las Ciencias, donde permaneció hasta 1989. Fue entonces cuando decidió que si quería llegar lejos en el mundo empresarial tenía que viajar a Estados Unidos para completar su formación. Cursó durante dos años un MBA en el Wharton Business School, lo que le sirvió para ingresar en el Banco Mundial desde donde trabajó activamente por el desarrollo financiero de Rusia.

A su vuelta a casa, en 1996, fue el encargado de llevar a cabo la primera oferta de compra de una compañía pública en los tiempos post-soviéticos. Ello le reportó prestigio y, cómo no, unos suculentos beneficios que le permitieron comenzar a invertir en internet en 1999.

Ahora ha conseguido casi lo impensable, que Facebook cediera a la entrada de inversores en su accionariado y además de origen ruso. ¿Quién le iba a decir al padre de la criatura puntocom, cuando hace un año no consiguió un visado para ir a San Petersburgo, que a día de hoy tendría relaciones con algunos de los hombres más influyentes de Rusia?

El hombre duro de Rusia

Y es que, tras DST también se encuentra el todopoderoso Usmanov. Desde la compañía no han querido confirmar la participación del magnate en su accionariado, pero según el diario Kommersant, propiedad de éste, a principios de semana habría ampliado su presencia del 30% al 34% en el fondo de inversión.

No obstante, si por algo es conocido Usmanov en Europa no es porque sea la decimoctava fortuna de Rusia según Forbes, sino por su entrada en el capital del Arsenal Football Club en agosto de 2007. Siguiendo los pasos de su compatriota Roman Abramovich en la aventura futbolera inglesa, compró el 14,58% del club británico para elevar su participación en febrero de este año hasta el 25%. Si consigue hacerse con el 30% lanzará una OPA para quedarse definitivamente con el equipo.

A sus 56 años de edad, su ambición sigue siendo imparable. Con una fortuna estimada de 9.300 millones de dólares generada en el sector de la minería, la madera y las inversiones financieras, el mayor accionista de Metalloinvest, que fundó para gestionar los intereses metalúrgicos de Gazprom, se codea en las más altas esferas de poder. De hecho se le conoce en los círculos empresariales como “el hombre duro de Rusia”.

Su pasado no deja de ser algo turbio. Estuvo en prisión seis años en los años ’80 por crímenes cometidos en la Unión Soviética. Se casó con una estrella de la gimnasia rítmica a la salida de la cárcel y comenzó sus estudios financieros. Desde entonces su carrera ha sido meteórica.

Presidente de Gazprominvesthondings, brazo financiero de la petrolera estatal Gazprom, comenzó a hacer sus pinitos en el mundo de los medios de comunicación en Agosto de 2006. Compró el Kommersant, periódico en manos de Boris Berezovsky que cayó en desgracia en el Kremlin y vive en el exilio. También se hizo con el 50% de 7TV, el canal de deportes más importante del país y con el 75% del MUZ-TV, la cadena de música por 300 millones de dólares. También se hizo con una participación en el operador de telefonía móvil Megafon y tiene el 58,9% de Telekominvest. Todas las operaciones presentaron sospechosas coincidencias con movimientos llevados a cabo en el Gobierno de Putin.