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Las dudas al comprar un coche eléctrico: ¿por cuánto podré venderlo dentro de unos años?
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Los clientes aún tienen poca información

Las dudas al comprar un coche eléctrico: ¿por cuánto podré venderlo dentro de unos años?

Las preguntas sobre las prestaciones de los vehículos eléctricos a largo plazo crecen. Los últimos pasos dados por gigantes como Volkswagen, que empieza a dudar, hacen que los consumidores tengan cada vez más interrogantes a la hora de elegir

Foto: Un coche eléctrico recarga su batería.
Un coche eléctrico recarga su batería.
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El incipiente mercado del vehículo eléctrico aún está en pañales y las dudas asaltan a unos consumidores que, a día de hoy, cuentan con poca información y muchas opiniones sesgadas. La marcha atrás que ha dado todo un gigante como Volkswagen, que tras apostarlo todo al coche eléctrico ahora abre la puerta a otras opciones, ha hecho que la incertidumbre entre los consumidores crezca aún más.

En este contexto, son muchos los usuarios que creen que a la batería del coche eléctrico, la pieza clave y más delicada de esta nueva generación de automóviles, le puede pasar como a la del teléfono móvil. Con el paso del tiempo, las prestaciones bajan tanto que el propio automóvil se deprecie más de la cuenta una vez terminan los años de garantía. O dicho de otro modo, que tras seis u ocho años su valor residual tienda a cero por el mal estado de la batería, una diferencia respecto a los vehículos de combustión, que pueden ser vendidos a esa edad por cantidades más que razonables, dado que al coche aún le pueden quedar más de una década de uso.

Sin embargo, la opinión de los expertos no es tan alarmista. Cierto es que todas las fuentes consultadas por esta cuestión admiten que hay aún incertidumbre sobre la valía de los coches eléctricos a largo plazo, pero aseguran que ya hay experiencia suficiente para saber que podrán mantener un nivel razonable de prestaciones a medio y largo plazo.

Raúl Morales, portavoz de Faconauto, asegura que ya hay fórmulas de venta de vehículos que contemplan este tipo de incertidumbres. Según explica, existen modelos de compra donde se mantiene el coche por unos años y posteriormente se puede devolver a la casa. Sin embargo, ahí lo que se paga es precisamente una prima por la incertidumbre si el usuario no quiere asumir el riesgo.

placeholder Un parking lleno de coches eléctricos Tesla Model 3. (Reuters/Stephen Lam)
Un parking lleno de coches eléctricos Tesla Model 3. (Reuters/Stephen Lam)

Es algo que tienen que tener muy en cuenta en el negocio del renting de vehículos. Desde la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), también creen que la experiencia acumulada les permite poder hacer renting de coche eléctrico sin problema. De hecho, un tercio de la flota electrificada de sus asociados, ya es 100 % eléctrico. Para mitigar los riesgos, señala que ya hay empresas certificadoras del estado de las baterías para poder comprobar en qué situación están los coches una vez que los clientes los retorna tras el pago de ese renting durante años.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de vender un eléctrico de segunda mano es el precio de los que aparecen nuevos. En el primer trimestre de 2024, el precio de venta de vehículos eléctricos de segunda mano ha caído un 6 %. Desde Ganvam, atribuyen este efecto fundamentalmente a que los nuevos también han bajado y esa caída se traslada al mercado de reventas. La bajada de precios de los eléctricos se notó a raíz de que Tesla decidió vender sus coches a menor precio.

placeholder Foto de un Renault ZOE. (Reuters/Nick Carey)
Foto de un Renault ZOE. (Reuters/Nick Carey)

Un responsable comercial de la red de concesionarios de Renault también quita hierro al asunto. En primer lugar, señala que sus automóviles eléctricos cuentan con una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros en que se comprometen a mantener el 70 % de la autonomía prometida en la compra. Eso sí, advierte que cuando los clientes se interesan nota mucho desconocimiento de lo que es un coche eléctrico.

Para despejar dudas respecto de qué pasará con la batería una vez pasen los años de garantía, este experto no ve especiales problemas. "Tenemos ZOEs de la primera generación que se han venido algunos con baterías antiguas de 20 KWh o 40 KWh y 6/8 años y hasta 40.000 kilómetros que han dado 85/88 % batería. Son coches fabricados entre 2014 y 2016 y vendidos en 2020 o 2022 de alquiladoras. Esas son las baterías antiguas, las nuevas aguantan mucho más", por lo que resta importancia, pero advierte que el trato y el cuidado que se dé al propio coche puede ser determinante a la hora de estirar la vida útil del automóvil.

En este sentido, destaca que no es lo mismo utilizar cargador ultrarrápido (150 kW en corriente continua) que los normales que cargan más lentamente el automóvil (Hasta 22 kW en corriente alterna). Si se opta por los cargadores rápidos se somete a mayor presión a la batería por el mayor calentamiento y eso a largo plazo hace que sus prestaciones disminuyan más. En segundo lugar, señala que no es lo mismo que la batería cuente con bomba de calor, autorrefrigeración y se haga una conducción predictiva que prepara esta pieza para la carga, que si la batería no tiene estos sistemas de enfriamiento y cuidado.

El cliente que se acerca a mirar un eléctrico no está tan preocupado por la vida útil, sino que lo que le hace dudar es el nivel de autonomía

Pese a todo, cree que el cliente que se acerca a mirar un eléctrico no está tan preocupado por la vida útil, sino que lo que le hace dudar es el nivel de autonomía. Si el uso que se da es urbano, un coche eléctrico empieza a ser una opción incluso más económica, dado que la electricidad tiene un coste más barato que el combustible. En conclusión, este responsable comercial cree que los usuarios aún cuentan con poca formación en la realidad de lo que es un coche eléctrico y sus complejidades, pero a medida que se desarrolle se irá adquiriendo los conocimientos necesarios para optar por la mejor opción acomodada a las necesidades de cada uno. Mientras tanto, recomiendo acudir a asesores de confianza que puedan dar un servicio que sirva al consumidor.

Pero sí cree que hay incertidumbre sobre el nivel de implantación que acabará teniendo este tipo de automóviles. En eso sí que los compradores se arriesgan dado que nadie tiene muy claro hacia donde va a evolucionar la tecnología y si la movilidad será masivamente eléctrica o de otro tipo. La realidad es que a nivel europeo también hay incertidumbre. Geopolíticamente, dar rienda suelta al vehículo eléctrico y promocionarlo por cualquier otra opción está siendo cada vez más cuestionado.

Foto: El CEO de Stellantis, Carlos Tavares. (Reuters/Remo Casilli)

Esto es así porque muchos creen que si solo triunfa el coche eléctrico, Europa se desindustrializará y China será el proveedor de estos automóviles, lo que en términos sociales puede suponer un coste importante para muchos países. En ese contexto, no solo Volkswagen duda. Empresas como Repsol ya están comercializando combustibles de origen 100% renovable producidos a partir de residuos que podrían servir para los actuales motores de combustión.

El mercado no se aclara, pero en este mar de dudas hay quien ve el lado positivo al valor a largo plazo de los vehículos eléctricos. Fuentes próximas a Anfac, la patronal de fabricantes, explican que tal y como se están dando las regulaciones, los vehículos de combustión cada vez tendrán más difícil circular en el centro de las grandes ciudades por lo que la venta de segunda mano de un coche eléctrico para esos usos será más apreciada.

Ya nadie sabe exactamente hasta cuándo podrá circular con su coche diésel o gasolina

De hecho, varios de los expertos consultados también dudan ahora de cuál será la vida útil de los vehículos de combustión que hemos conocido hasta ahora solamente por las dudas regulatorias que hay actualmente. Ya nadie sabe exactamente hasta cuándo podrá circular con su coche diésel o gasolina en según qué espacios, por lo que ahí también hay una fuente de dudas a la hora de pensar en la venta a largo plazo.

La consecuencia de todas estas cuestiones es que las ventas de vehículos nuevos no acaban de despegar como sí lo hace el consumo de otros sectores y en parte se debe a que se trata de un gasto importante para una familia que planifica a 10 años vista o más. En este contexto, decidirse a dar el paso cada vez cuesta más, con el consiguiente efecto sobre esta importante actividad industrial.

El incipiente mercado del vehículo eléctrico aún está en pañales y las dudas asaltan a unos consumidores que, a día de hoy, cuentan con poca información y muchas opiniones sesgadas. La marcha atrás que ha dado todo un gigante como Volkswagen, que tras apostarlo todo al coche eléctrico ahora abre la puerta a otras opciones, ha hecho que la incertidumbre entre los consumidores crezca aún más.

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