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La CNMV permite de nuevo a las sociedades de valores hacerse con Sicavs y lleva el malestar a las gestoras de fondos
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La CNMV permite de nuevo a las sociedades de valores hacerse con Sicavs y lleva el malestar a las gestoras de fondos

El regulador intenta salir al paso de los continuos quebraderos de cabeza que está provocando el retraso del reglamento de inversión colectiva y, para ello, se

El regulador intenta salir al paso de los continuos quebraderos de cabeza que está provocando el retraso del reglamento de inversión colectiva y, para ello, se está viendo obligado a dar marcha atrás en algunas decisiones ya tomadas. ¿Lo último? Permitir a las sociedades de valores gestionar Sicavs, algo que les había prohibido hacía no mucho tiempo.

A principios del año pasado, mientras se esperaba el citado reglamento, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunció que aplicaría una “interpretación restrictiva” de la Ley de Inversión Colectiva, y que, entre otras medidas, impediría a las sociedades de valores hacerse con mandatos de gestión de Sicavs.

Esto supuso un serio trastorno para varias firmas. Así, algunas sociedades de valores, como Nmas1, Nordkapp o Atlas Capital, también se vieron obligadas a registrarse como gestoras. Las dos primeras lo lograron durante el verano. Atlas todavía no lo ha conseguido, aunque se espera que la licencia llegue de manera inminente.

Algunas entidades que solicitaron ser gestoras se han visto obligadas a mantener sus mandatos de gestión ‘congelados’, con el riesgo de que el cliente cambiara su decisión por culpa de la espera y se marchara a la competencia. Nmas1 obtuvo el registro en julio del año pasado y en diciembre se hizo con una sociedad de 167 millones de euros. Por su lado, Nordkapp Gestión, que obtuvo licencia en agosto, ya se ha hecho con tres Sicav este año... tres Sicavs que aguardaban en la ‘nevera’.

Todas estas firmas tuvieron que acometer costosos cambios para adaptarse a los imperativos de la Comisión. Sin embargo, desde principios de marzo, las cosas han cambiado. Conforme una notificación del pasado 3 de este mes, la CNMV considera entidades aptas para la gestión de Sicavs, “además de las sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva (SGIIC), a las empresas de servicios de inversión y las entidades de crédito que estén habilitadas por su Programa de Actividades para prestar el servicio de gestión de carteras. La gestión de activos de las sociedades de inversión podrá prestarse por una única entidad o, conjuntamente, por varias de ellas”. Es decir, las sociedades de valores vuelven a tener competencias en esta materia y todo ello, evidentemente, por el retraso del reglamento. Así, dos sociedades de bolsa (Tressis y M&B Capital) ya se han hecho con el mandato de Sicavs.

El malestar de las entidades afectadas es notorio. En una de ellas, comentan que “hemos sufrido un serio perjuicio y un trastorno”, ya que “hemos tenido que ampliar capital [las gestoras tienen que tener un porcentaje de recursos propios sobre patrimonio gestionado], dotar personal y tecnología e incluso hacer obras que nos han costado más de tres millones de pesetas [las gestoras y las sociedades de bolsa tienen que estar separadas físicamente]”. Ello sin contar con el temor a perder a los clientes que esperaban.

Otras fuentes del sector de la inversión colectiva comentan que “la CNMV ha vuelto al modelo antiguo de interpretación de la Ley, de donde no debió salir”. Esta mayor flexibilidad está relacionada, inevitablemente, con la llegada de Manuel Conthe al frente del regulador y con los sucesivos cambios registrados en algunos órganos de la entidad, insisten las fuentes.

Esto es, en definitiva, un ‘coletazo’ más del retraso del reglamento de inversión colectiva. Las gestoras se quejan de que tienen los planes estratégicos parados por este eterno compás de espera, ya que este reglamento será el de los ‘hedge funds’. Además, algunas se han visto perjudicadas por estos cambios en la interpretación de la Ley.

El regulador intenta salir al paso de los continuos quebraderos de cabeza que está provocando el retraso del reglamento de inversión colectiva y, para ello, se está viendo obligado a dar marcha atrás en algunas decisiones ya tomadas. ¿Lo último? Permitir a las sociedades de valores gestionar Sicavs, algo que les había prohibido hacía no mucho tiempo.