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El cantante estadounidense se ha retrasado en el pago de sus créditos al Bank of America y la entidad ha respondido externalizando los préstamos a un hedge fund. Entre los avales a ejecutar están los preciados derechos sobre las canciones de los Beatles.
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El cantante estadounidense se ha retrasado en el pago de sus créditos al Bank of America y la entidad ha respondido externalizando los préstamos a un hedge fund. Entre los avales a ejecutar están los preciados derechos sobre las canciones de los Beatles.

Michael Jackson no sólo se juega su reputación en el juicio abierto contra él por el supuesto abuso a un menor, sino también parte de su

Foto: El cantante estadounidense se ha retrasado en el pago de sus créditos al Bank of America y la entidad ha respondido externalizando los préstamos a un hedge fund. Entre los avales a ejecutar están los preciados derechos sobre las canciones de los Beatles.
El cantante estadounidense se ha retrasado en el pago de sus créditos al Bank of America y la entidad ha respondido externalizando los préstamos a un hedge fund. Entre los avales a ejecutar están los preciados derechos sobre las canciones de los Beatles.

Michael Jackson no sólo se juega su reputación en el juicio abierto contra él por el supuesto abuso a un menor, sino también parte de su fortuna y uno de sus más preciados tesoros: los derechos sobre la práctica totalidad de canciones de The Beatles que Jackson compró en 1985 por 48 millones de dólares y cuyo precio ahora podría ascender a cerca de 400 millones o más.

Entre otras, se encuentran Let it Be, Yesterday, Srgt. Peppers o Come Together. Todas ellas pueden ir a parar a las despiadadas manos de un hedge fund si a finales de año el cantante no cumple con sus obligaciones financieras contraídas.

Según informa la cadena CNN, Michael Jackson tenía contraídos con Bank of America dos prestamos por un importe total de 270 millones de dólares. La entidad financiara subrogó los créditos a un fondo privado, Fortress Investment Gorup, después de que el Rey del Pop comenzara a retrasarse en los pagos.

Estos préstamos estaban avalados no sólo con su propia producción musical, sino también con una parte de su rancho Neverland y con su participación del 50% de la sociedad que posee los derechos sobre más de 200 canciones de Los Beatles. El otro dueño es Sony.

El impago de los préstamos por parte del cantante habría dado plenos derechos a Bank of America para externalizar los préstamos al citado fondo, que tiene sede en Nueva York, así como los avales que vienen con ellos.

De esta manera, se hace patente la fuerte crisis financiera que atraviesa el artista. Aparte de los enormes gastos en su defensa, según el contable que testifica en la causa, John Duros O’Bryan, el cantante habría estado gastando al año entre 20 y 30 millones de dólares por encima de sus ingresos.

Además, asegura que Jackson cuenta con deudas contraídas a largo plazo que ascienden a 415 millones de dólares. Los créditos que debe abonar vencen a finales de este año. Seguramente, el cantante deberá amoldarse a otro ritmo de vida en el futuro.

El papel de los fondos

Aunque es novedoso que los hedge funds sean protagonistas en situaciones tan externas a los mercados de capitales cotizados, lo cierto es que estos vehículos de inversión suelen aparecer en operaciones no habituales. Hay que recordar, por ejemplo, Fondo Boca Juniors, un fondo argentino que invertía en los derechos de los jugadores del equipo en cuestión y que cobró el dinero pagado en su día por el Villarreal cuando fichó al jugador Martín Palermo.

Sin embargo, la inversión en activos no cotizados es minoritaria en instrumentos de inversión colectiva. Este apartado, sin embargo, está ganando cada día más peso con el capital riesgo.

Michael Jackson no sólo se juega su reputación en el juicio abierto contra él por el supuesto abuso a un menor, sino también parte de su fortuna y uno de sus más preciados tesoros: los derechos sobre la práctica totalidad de canciones de The Beatles que Jackson compró en 1985 por 48 millones de dólares y cuyo precio ahora podría ascender a cerca de 400 millones o más.