La crisis toca de lleno a Roan, una de las grandes comercializadoras inmobiliarias

“Somos la punta de lanza. Si el sector inmobiliario sufre, los intermediarios sufrimos más, porque nosotros vivimos al día. Si las ventas se contraen y la gente deja de ir a las oficinas de venta, no nos queda otro remedio que hacer lo que estamos haciendo: suspender las operaciones y reducir la plantilla”, reconocía ayer el consejero delegado de Roan, José Luis Marcos, a El Confidencial.

En efecto, la crisis que vive el sector inmobiliario, así como problemas internos le están pasando factura a esta asesora, intermediaria y comercializadora inmobiliaria, que hasta hace pocos meses contaba con más de 300 trabajadores y que se ha visto obligado a reducir su plantilla casi a la mitad. “El parón de obras es una realidad cotidiana. Los contratos vencen y su personal encargado no puede seguir ejerciendo. No somos los únicos. Lo está haciendo todo el mundo”, explica Marcos, quien califica los despidos como “drama personal y social”. De hecho, el consejero delegado de Roan se muestra convencido de que la congelación del sector se cobrará en los próximos años “800.000 empleos directos. Y no veo, sinceramente, actividad capaz de sustituir esta actividad en este país”, añade.

“La pasada campaña navideña ha sido la peor en 20 años”, sostiene. Marcos lo sabe bien. Recientemente, se hizo público el cierre en febrero de las oficinas inmobiliarias de Carrefour en distintos puntos del país. La sociedad encargada de esta actividad estaba participada al 70% por la empresa de distribución y al 30% por Roan.

A la pregunta de cuáles son las medidas que Roan está tomando para capear el temporal, Marcos responde: “Estamos aportando dinero propio, cerrando las ramas de actividad que no funcionan y reduciendo plantilla”.

“Esta crisis tiene algo definitorio: ahora no hay dinero”

¿Qué segmentos son los que más están notando el parón? “El residencial, sin duda. La costa, está muerta: nadie viene a preguntar ni la hora, mucho menos a comprar. La primera residencia en ciudad va mal, muy mal. Las ventas han caído drásticamente. Y el suelo ha dejado de ser un producto líquido. Hemos pasado de vender suelo por valor de 150 millones de euros al año a tener cuatro operaciones para suelos medios de 30 millones de euros en las que se han entregado hasta 10 millones y el banco sigue sin financiarlos”, confiesa.

Entre los segmentos del sector que aún se mueven, este directivo señala los de oficinas y naves industriales. “Mi temor es que la crisis se traslade también a estos bienes”, señala. No obstante, reconoce que “ahora es un momento ideal para hacer grandes negocios, precisamente por la situación de muchas compañías”.

En los más de 25 años de vida de la compañía, José Luis Marcos tiene una amplia perspectiva en la gestión de las situaciones difíciles.“Yo ya he pasado dos crisis. De hecho, Roan nació en crisis en el año 82. Pero ésta tiene un rasgo definitorio: ahora no hay dinero. La mala situación va a ser muy intensa, aunque espero que corta. El año 2008 va a estar preñado de concursos de acreedores. Todo esto va a suponer una catarsis para el sector. Supongo que se impondrá la cordura y se tomarán medidas”, desea.