Aguirre no congela su sueldo ni el de sus consejeros como prometió, según UGT

UGT Madrid ha denunciado hoy que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no ha cumplido su promesa de congelar su sueldo y el de su Gobierno, como prometió en julio, y este año está cobrando 600 euros más, al subir su salario de 107.361 a 108.004 euros.

La Federación de Servicios Públicos (FSP) del sindicato ha desmontado en un comunicado el argumento que dio Aguirre en junio de 2008 cuando cesó de su Ejecutivo a Manuel Lamela, Alfredo Prada, Gádor Ongil y Beatriz Elorriaga alegando el ahorro en la administración autonómica, así como la promesa, hecha en julio, de congelar su sueldo y el de su equipo.

Según el sindicato, no ha habido ahorro en las retribuciones y altos cargos de la Comunidad de Madrid que desde enero han visto incrementados considerablemente sus sueldos.

De este modo, el vicepresidente, Ignacio González, también cobra 617 euros más desde comienzos de año y su sueldo alcanza ya los 103.684 euros.

Subidas similares experimentan los consejeros, que pasan de 98.773 a 99.364, y algo menor la del viceconsejero de Vicepresidencia, de 94.478 a 95.043.

UGT ha comparado estos aumentos con los de los altos cargos del Gobierno de España, cuyos sueldos sí han sufrido una congelación real, subraya el sindicato, y se mantienen en el mismo nivel que en 2008: en 91.982 el del presidente del Gobierno y en 86.454 el de la vicepresidenta.

Ante esta situación, FSP-UGT ha exigido a Aguirre, a su Gobierno y a sus altos cargos que devuelvan al presupuesto público la diferencia que estén cobrando en 2009 sobre lo percibido en 2008 y que hagan público mes a mes si cobran, además, complemento de productividad, así como las cuantías exactas.

Y es que el sindicato ha criticado que la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para 2009 regula con calculada confusión y opacidad el tratamiento del sueldo de los miembros del Gobierno y altos cargos regionales. UGT ha concluido que la ocultación y la mentira, por higiene democrática, no pueden cohabitar con la acción política.