No hay dispensadores para tanto jabón de manos: las empresas piden reutilizarlos

El aumento de la demanda de jabón y desinfectante de manos durante la pandemia ha provocado un déficit mundial de dispensadores en los envases de plástico que contienen estos productos, empujando a las empresas a rediseñarlos y a pedir a los clientes que los reutilicen.

Muchos negocios están luchando contra déficits de todo tipo de cosas mientras el virus se sigue expandiendo por todo el mundo. Ha aparecido demanda de todo, desde bicis y mascarillas hasta harina, ya que la gente está cambiando sus hábitos de consumo y de comportamiento. Para algunos fabricantes, sin embargo, lo más difícil está siendo asegurar el embalaje para vender sus productos.

En respuesta a la implacable demanda de productos de higiene, las empresas de jabones aumentaron su producción y actores no tradicionales como destiladoras y fabricantes de perfumes se han adentrado en el mercado. Las ventas de desinfectante de manos se han multiplicado al menos por cinco en la primera mitad del año, según la firma de investigación Nielsen. Pero el inherente salto en la demanda de dispensadores manuales ha sido mucho más difícil de saciar, en parte porque es difícil hacerlos.

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"Hay muchas más barreras de entrada para fabricar dispensadores que desinfectante de manos", dice Frederick Dutrenit, jefe de Suministro del Departamento de Salud en Reckitt Benckiser, que ha tenido problemas para encontrar envases para su desinfectante de manos Dettol. "No solo necesitas un tanque de mezcla, sino mucho más material".

Los directivos dicen que el precio de los dosificadores —la mayoría de los cuales se fabrica en China— se ha disparado, y ha derivado en un retraso en los plazos en los pedidos, normalmente de cinco semanas, hasta el año que viene.

AptarGroup, fabricante de dispensadores con base en EEUU, declaró que ha acelerado la inversión en nuevas herramientas, material de moldeado y máquinas de ensamblaje que pueden unir 100 piezas por minuto, pero que la oferta no está a la altura de la demanda. "Puede haber una docena de pequeñas piezas y cada una de ellas tiene que moldearse por inyección con gran precisión —una herramienta para cada parte— y luego ensamblarse", dice el director general, Stephan Tanda. "Y el equipo de ensamblaje está adaptado a cada dispensador".

Dutrenit le dijo a Reckitt, dueña de los espráis de limpieza Lysol, que también está teniendo problemas para asegurar suministros para satisfacer la demanda en auge de productos de limpieza que matan el virus. El problema se extiende a toda la industria, afirma, y Reckitt está ahora trabajando con su proveedor de confianza italiano para aumentar la capacidad de fabricación. Gojo Industries, fabricante de Purell, también se enfrenta a un desabastecimiento de pulverizadores y ha empezado a vender cajas de seis desinfectantes con dos espráis para reutilizar.

La destiladora Black Button, que normalmente hace bourbon, ginebra y vodka, se tiró más de un mes intentando conseguir dispensadores manuales para el gel desinfectante que había empezado a producir tras el impacto del covid-19. Clientes como bancos y oficinas quieren dispensadores, ya que estos son fáciles de usar, especialmente en espacios comunes, dice Jason Barrett, maestro destilador de Black Button.

La destiladora descubrió que los grandes encargos podrían no llegar hasta el próximo marzo y que los dispensadores tienen que cumplir criterios específicos en cuanto al tamaño del bote y las roscas que se ajustan al contenedor. "No habría pensado que fuera tan difícil encontrar un dispensador, hay muchas versiones", dice Barrett.

La falta de dosificadores está limitando la oferta de algunas marcas, mientras otras se están replanteando su empaquetamiento. Reckitt está envasando algunos de sus desinfectantes Dettol utilizando tapas abatibles en vez de dosificadores y Gojo está haciendo lo mismo con sus desinfectantes Purell. Black Button —habiendo contactado con más de 100 distribuidores de recipientes— ha empezado a utilizar una tapa dosificadora.

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Unilever, el mayor fabricante de jabones del mundo, ha empezado a vender su marca de jabón de manos Radox en botes de gel de ducha comprimibles en vez de confiar en los dispensadores manuales, y Colgate-Palmolive está utilizando tapones de rosca en vez de dispensadores para algunas líneas de Palmolive.

El distribuidor estadounidense TricorBraun ha empezado a usar dispensadores más grandes típicos en los botes de champú utilizados en los salones profesionales —que se han cerrado por los confinamientos— para grandes contenedores recargables de desinfectante de manos que se utilizan en hospitales. El CEO, Court Carruthers, explica que la empresa está invirtiendo para impulsar las provisiones de dispensadores, espráis y recipientes, dando por hecho que la demanda de productos de higiene va a mantenerse elevada a medida que reabren los colegios y oficinas.

Los directivos dicen que la pandemia ha acelerado los esfuerzos existentes de las empresas por eliminar gradualmente los dispensadores y los espráis para simplificar la producción y reducir el uso de plástico. Los dispensadores y los pulverizadores contienen muchos tipos de plástico y generalmente no se reciclan.

Hace unos años, Reckitt cambió sus recipientes dispensadores de gel Durex por tubos con tapas abatibles, mientras que el año pasado Unilever empezó a vender una recarga de concentrado para su producto de limpieza Cif en Reino Unido, que los consumidores vierten en un bote de espray más grande y reutilizable.

Las empresas también declaran que el déficit de botes dispensadores ofrece una oportunidad excepcional para animar al consumidor a que guarde sus botes y espráis y solo compre recambios del producto, que a veces son despreciados por ser engorrosos o incómodos.

Reckitt manifiesta que está alentando a los distribuidores a proveer más recambios. "Es mucho mejor para el medio ambiente y más barato para el consumidor", admite Dutrenit.

En la India, donde también sufren escasez de dispensadores, el Gobierno declaró hace poco que iba a prohibir las exportaciones de gel desinfectante en recipientes dispensadores, aunque sí permita que se envíe en otros tipos de envase al extranjero.

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En Reino Unido, algunas de las cadenas de supermercado más grandes están pidiendo a los consumidores que guarden sus dispensadores y los reutilicen. Los clientes de la tienda 'online' de alimentación británica Ocado han estado dejando reseñas en su página web quejándose de que el jabón de manos que tenía que venir con dispensador estaba llegando en recipientes de recambio, volviéndolo inservible para algunos. Una portavoz de Ocado declaró que la empresa está animando a los clientes a que guarden y reutilicen los dispensadores.

El fabricante de productos de limpieza británico Delphis Eco lanzó una campaña incitando a los consumidores a guardar sus dispensadores y depositarlos en puntos de recogida para que pudieran desinfectarse, clasificarse y reutilizarse. "Una de nuestras iniciativas es cómo hacer que la gente guarde pulverizadores de por vida, ya que son muy complejos y caros", dice Mark Jankovich, CEO de Delphis Eco.

El Cuerpo de Bomberos de Londres está implicado en la campaña, que se llama 'Tops Off', con cajas de recogida para dispensadores, pulverizadores y otras tapas en decenas de parques de bomberos por la ciudad. Su motivación es doble: asegurar que el desinfectante de manos y el jabón siguen disponibles durante toda la pandemia y también reducir los residuos generados por estos productos de plástico difíciles de reciclar, asegura Simon Jakeman, un bombero que lidera iniciativas ecológicas en la brigada. "La gente se pregunta por qué los bomberos se involucran, pero con el cambio climático somos nosotros los que desatascamos calles inundadas y lidiamos con incendios forestales", alega. "Ese es el punto de unión".