Es noticia
La ignorancia como activo o por qué saber demasiado puede ser malo para invertir
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
¿SABER SIEMPRE ES BUENO?

La ignorancia como activo o por qué saber demasiado puede ser malo para invertir

Los inversores tienen más información que nunca y no solo no les ayuda, sino que les perjudica. He aquí la fascinante razón

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El primer plano de la película Animal House (Desmadre a la americana) recorre el campus del idílico Faber College, centrándose en una estatua de su fundador con la inscripción "SABER ES BUENO". La afirmación es tan obvia que da risa: la forma perfecta de dar comienzo a una hora y 49 minutos de humor no tan sutil. Pero ¿siempre es bueno saber más? Al menos en inversión, no. Incluso podría ser perjudicial.

Los operadores de Wall Street se rodean de pantallas repletas de números y gráficos parpadeantes —lo habitual ahora mismo son cuatro, pero también es común ver seis o incluso ocho—. Y los gestores de fondos pueden consultar las previsiones y opiniones de miles de analistas de Wall Street antes de comprar una acción. Al menos 30 siguen a Apple. Muchos también emplean analistas propios y alquilan terminales Bloomberg por 30.000 dólares al año.

Foto: WSJ. (EC Diseño)
TE PUEDE INTERESAR
Invertir en tiempos revueltos: por qué la incertidumbre es indispensable para ganar
The Wall Street Journal. James Makcintosh

Los inversores minoristas solían basarse en listados diarios de acciones con algunas ratios básicas como la rentabilidad de los dividendos o en artículos de periódico como este. Ahora han reducido enormemente la brecha de información con el acceso a multitudes de analistas aficionados a través de servicios como SeekingAlpha y fuentes de datos parecidas a esas terminales caras.

Un experimento fascinante explica por qué tanto los profesionales como los aficionados probablemente deberían ahorrar su dinero. En 1973, el psicólogo Paul Slovic reunió a ocho handicappers de gran talento para que adivinaran el resultado de 40 carreras de caballos reales en cuatro rondas. Se ocultaron los nombres de los jinetes y de los caballos, pero los handicappers podían pedir cinco datos de una lista de 88. También se les pidió que indicaran si estaban seguros del resultado y su grado de confianza. Los handicappers obtuvieron buenos resultados, con un 17% de aciertos frente a un 10% si hubieran adivinado a ciegas. Su nivel de confianza también fue casi exacto, del 19%. En las tres rondas siguientes podían pedir 10, 20 y, por último, 40 datos, y su nivel de convicción aumentaba constantemente, hasta alcanzar el 34%. Pero ¿su precisión? Se mantuvo en el 17%.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Al menos, saber más no hacía daño. Sin embargo, en un hipódromo real o en el mercado de valores, el conocimiento detallado anima a la gente a hacer apuestas más arriesgadas. Y, como la mayoría de la gente no es experta ni en caballos ni en bolsa, los informes que hacen predicciones seguras llenas de cálculos complicados o que afirman tener conocimientos internos pueden anular el sentido común de profesionales y aficionados por igual.

Foto: Esta figura requiere una triple búsqueda: emprendedor, inversores y pyme. (Unsplash)

En octubre de 2001, cuando las sospechas se arremolinaban, cinco analistas de Goldman Sachs redactaron un informe de 11 páginas en el que indicaban que Enron "seguía siendo lo mejor de lo mejor" tras mantener extensas conversaciones con altos directivos: "nuestro nivel de confianza es alto". Las acciones subieron hasta un 8% en las dos siguientes sesiones bursátiles, pero a las pocas semanas Enron se declararía en la mayor quiebra de la historia de Estados Unidos.

Las lecciones de aquel hundimiento no perduraron precisamente. Cuando millones de jóvenes inversores abrieron sus primeras cuentas de corretaje durante el primer año de la pandemia, muchos se guiaron por "finfluencers" que hablaban su mismo idioma o por colegas que utilizaban seudónimos. La plataforma en línea Reddit tiene un foro con más de medio millón de miembros que siguen a una sola empresa, AMC Entertainment Holdings. El problema de la investigación colectiva en las redes sociales es que la gente encuentra sobre todo pruebas que apoyan sus tesis. Los psicólogos lo llaman sesgo de confirmación.

El problema de la investigación colectiva en las redes sociales es que la gente encuentra sobre todo pruebas que apoyan sus tesis

"Lo ideal es encontrar una tribu que te anime a ver la otra cara de la moneda", afirma Rishi Khanna, director ejecutivo de StockTwits, una de las primeras y mayores redes sociales centradas en la inversión, con unos siete millones de usuarios. Según él, la tendencia es abrumadoramente alcista. Wall Street no está más equilibrado. Un informe de FactSet de abril del año pasado mostraba que, de 10.821 valoraciones de analistas sobre valores del S&P 500, menos del 6% eran recomendaciones de venta.

Foto: EC Diseño.
TE PUEDE INTERESAR
La historia dicta sentencia: ha llegado ya el momento de comprar bonos
The Wall Street Journal. James Mackintosh

Los malos planteamientos abundan, pero los conocimientos legítimamente valiosos también pueden abrumar a los usuarios. Leigh Drogen fundó una empresa llamada Estimize que consulta a profesionales y aficionados sobre cuestiones como las estimaciones de beneficios. Sus sondeos son más precisos que el consenso de los analistas bursátiles, pero no siempre. Drogen afirma que, a menudo, recopilar todos los datos y esperar que funcionen sistemáticamente era problemático para sus clientes.

"Prestar atención a cinco cosas de forma muy eficiente y sistemática siempre será mejor que prestar atención a 50 de forma indisciplinada", afirma. El raudal de información al que pueden acceder los inversores minoristas a través de sus smartphones es aún peor. Cuando Robinhood, un bróker centrado en los millennials, vendió acciones al público en 2021, reveló que los clientes activos consultaban la aplicación más de siete veces al día de media. La información que espigaron al mirar con tanta frecuencia fue, casi con toda seguridad, perjudicial.

Foto: EC Diseño.
TE PUEDE INTERESAR
Cómo 20 segundos pueden convertirte en un inversor mejor
The Wall Street Journal. Imani Moise

Uno de los motivos es un fenómeno llamado aversión miope a las pérdidas. Cuanto más a menudo se mira una cuenta financiera, más probabilidades hay de detectar una pérdida y, puesto que las pérdidas nos molestan más que las ganancias, fomentan un número mayor de movimientos. Los inversores que menos operan suelen ser los que más ganan, y viceversa, incluso después de ajustar los costes de negociación, según el estudio Trading Is Hazardous to Your Wealth (el corretaje es malo para tu capital), de los profesores Brad Barber y Terrance Odean.

La explosión de datos financieros y la facilidad para operar instantáneamente con ellos también genera más errores, aunque de vez en cuando sean agradables. Por ejemplo, algunos inversores hicieron fortuna comprando accidentalmente Sysco, el gigante de los suministros para restaurantes, en lugar de Cisco Systems, la empresa de redes informáticas, o una empresa casi desaparecida llamada Zoom Technologies, cuando lo que querían era invertir en Zoom Video Communications, la empresa de comunicaciones de vídeo para trabajar desde casa. Más recientemente, las acciones meme se han disparado después de que se hicieran virales análisis erróneos publicados en foros. Al igual que el discurso motivador de Bluto en Animal House sobre los alemanes bombardeando Pearl Harbor, el truco está en apuntarse a la locura y luego salir de la ciudad a tiempo.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

El primer plano de la película Animal House (Desmadre a la americana) recorre el campus del idílico Faber College, centrándose en una estatua de su fundador con la inscripción "SABER ES BUENO". La afirmación es tan obvia que da risa: la forma perfecta de dar comienzo a una hora y 49 minutos de humor no tan sutil. Pero ¿siempre es bueno saber más? Al menos en inversión, no. Incluso podría ser perjudicial.

Inversores Inversiones Estrategias de inversión
El redactor recomienda