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La financiación de las 'startups' europeas se seca y deja varios negocios en el alambre
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Peor evolución que en EEUU

La financiación de las 'startups' europeas se seca y deja varios negocios en el alambre

Las inversiones de capital riesgo caen un 61%, lo que lleva a las empresas a recortar empleos y planes de expansión

Foto: Un 'rider' de Glovo en Barcelona. (Reuters/Albert Gea)
Un 'rider' de Glovo en Barcelona. (Reuters/Albert Gea)
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Daan Weddepohl recaudó solo un tercio de la cantidad de capital riesgo que esperaba para financiar la expansión en EEUU de su startup holandesa.

"Me llevó mucho más trabajo, mucho más tiempo, fue mucho más doloroso y tuve que ir a muchas más conferencias para conocer gente", dice Weddepohl sobre sus esfuerzos de recaudación de fondos para Peerby, que permite a los ciudadanos de los Países Bajos y Bélgica tomar prestadas y alquilar cosas a otras personas de su vecindario.

La lucha por conseguir fondos es la nueva realidad de miles de empresas europeas de nueva creación, muchas de las cuales han tenido que reducir sus planes de expansión ante la caída de la financiación de capital riesgo tras el lento crecimiento económico y la subida de los tipos de interés. La mayor rentabilidad que ofrecen ahora los bonos y otras inversiones relativamente seguras ha alejado a muchos inversores europeos de clases de activos más arriesgadas y menos familiares, como las startups.

La financiación de capital riesgo también ha caído significativamente en EEUU, pero la recesión del capital riesgo en Europa es particularmente profunda, lo que refleja la volubilidad de la base inversora del continente.

Foto: El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. (EFE/Mariscal)

El importe de los fondos de capital riesgo invertidos en Europa cayó un 61% en el primer semestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2022, un descenso peor que en EEUU, según PitchBook Data. El banco de desarrollo de la Unión Europea, el Banco Europeo de Inversiones, y cinco de los miembros del bloque están tratando de cerrar la brecha de financiación y a principios de este año prometieron 3.750 millones de euros, equivalentes a unos 4.100 millones de dólares, para financiar a las empresas tecnológicas europeas.

Sin un acceso fácil a la financiación, las nuevas empresas están recortando costes y reduciendo sus planes de crecimiento. GoStudent, una empresa austriaca de educación digital, ha eliminado más del 10% de su plantilla y se ha retirado del mercado estadounidense. Glovo, una empresa española de reparto de comida a domicilio, despidió a principios de año a 250 personas, alrededor del 7% de su plantilla.

Aunque sigue habiendo contrataciones, sobre todo en sectores en auge como el de la inteligencia artificial, actualmente hay en Alemania la mitad de ofertas de empleo tecnológico que hace un año, según Otta, una plataforma que pone en contacto puestos de trabajo de empresas tecnológicas con candidatos.

La fragilidad de la financiación de las startups amenaza el objetivo de Europa de fomentar nuevas empresas y sectores —un área en la que lleva mucho tiempo a la zaga de Estados Unidos—, dejando a la región excesivamente dependiente de empresas e industrias establecidas desde hace tiempo.

Foto: Creadores de Tuio.

Muchos inversores europeos que invirtieron en startups en los últimos años eran familias adineradas que a menudo habían preferido instintivamente activos predecibles como los bonos, pero que no pudieron obtener rentabilidad durante la época de tipos de interés ultrabajos. Ahora que los tipos de interés están subiendo y las valoraciones de las empresas tecnológicas son altas, muchos de los denominados family offices que invierten dinero para esas familias están volviendo a sus viejos esquemas.

"No hemos invertido en ninguna startup en los últimos dos años", afirma la directora ejecutiva de uno de los mayores family offices de Italia, que asegura que ha preferido mantener efectivo y bonos desde principios de 2021. "Seguimos esperando. Quizá volvamos a sumergirnos en el primer trimestre del año que viene".

Los fondos no han podido deshacerse de inversiones anteriores en startups y hacer pagos a los inversores porque el mercado de ofertas públicas iniciales se ha marchitado este año.

Según PitchBook, se prevé que la cantidad de dinero recaudada por los fondos que venden sus participaciones en startups, ya sea a través de OPV o de otras formas, como ventas a empresas de capital riesgo, caiga en torno a un 80% este año.

Foto: Sede de EY en Londres. (Reuters/Maja Smiejkowska)

Kamal Hassan, socio fundador de Loyal VC, que cuenta con unas 300 inversiones en startups de todo el mundo, afirma que, cuando habla con startups europeas, las conversaciones tienden cada vez más a centrarse en las necesidades de financiación.

"En EEUU hay tanto capital disponible que, si a una startup le va bien, habrá una sociedad de capital riesgo que le proporcione financiación, pero en Europa es diferente", explica Hassan. "Hay empresas que van muy bien en Europa y no reciben financiación, aunque cualquier persona racional las financiaría".

Como resultado, añade Hassan, hay oportunidades de compra en Europa. Su empresa está realizando docenas de inversiones muy pequeñas, de 10.000 dólares por startup. Para las empresas que sobreviven, Loyal hace un seguimiento con inversiones por etapas de 200.000, un millón y tres millones de dólares.

Algunos sectores siguen atrayendo financiación, como la inteligencia artificial y la infraestructura para la transición a energías más limpias.

Foto: EC.

Aunque Europa sigue a la zaga de Estados Unidos en financiación de startups, la diferencia se ha reducido en los últimos años. Stefano Caselli, profesor de Finanzas de la Universidad Bocconi de Milán, afirma que las exenciones fiscales y otras políticas gubernamentales destinadas a fomentar la inversión en nuevas empresas han ayudado. También lo ha hecho la mejora de las escuelas europeas de negocios e ingeniería, que ahora atraen a los mejores estudiantes de todo el mundo, algunos de los cuales se quedan en Europa para fundar sus startups, dijo.

Algunos de los fondos captados por las empresas de capital riesgo antes de que empezaran a subir los tipos de interés nunca se invirtieron. Con el tiempo, esto podría suponer un alivio para las nuevas empresas europeas.

"Un fondo de capital riesgo, por su propia naturaleza, siempre tiene que estar pensando en invertir en nuevas empresas, y los inversores esperan beneficios", afirma Caselli.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

Daan Weddepohl recaudó solo un tercio de la cantidad de capital riesgo que esperaba para financiar la expansión en EEUU de su startup holandesa.

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