Es noticia
¿Dolarización? Si puedes hacer que funcione, es que no la necesitas
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
mejor en YouTube que en la realidad

¿Dolarización? Si puedes hacer que funcione, es que no la necesitas

El presidente electo Javier Milei ha propuesto deshacerse del peso, pero esto causaría nuevos problemas sin resolver los antiguos

Foto: Foto: Reuters/Dado Ruvic.
Foto: Reuters/Dado Ruvic.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El anarco-capitalista presidente electo de Argentina tiene razón al afirmar que el país necesita dólares desesperadamente. Pero su plan económico para conseguirlos podría no ser el indicado.

La victoria de Javier Milei sobre el ministro de Economía, Sergio Massa, en las elecciones presidenciales del domingo demostró hasta qué punto los argentinos están dispuestos a aceptar el cambio. La economía está en ruinas, con una inflación del 143%. Milei, un forastero que se hizo popular en YouTube y TikTok, ha prometido, motosierra en mano, recortar el gasto público, rechazar las propuestas favorables a China y, lo más llamativo, calcinar el banco central y adoptar el dólar estadounidense como moneda nacional.

El atractivo de la dolarización es obvio. Las fábricas argentinas no tienen suficientes dólares para comprar importaciones clave y han tenido que recortar la producción y aumentar la financiación del comercio. El gobierno debe 67.000 millones de dólares a los tenedores de bonos internacionales y 36.000 millones al Fondo Monetario Internacional. Con las reservas de divisas agotadas, ha tenido que pedir prestados yuanes a China para hacer frente a los pagos.

Las recetas económicas del FMI han fracasado. Aunque la depreciación del peso para impulsar las exportaciones y reducir las importaciones funciona en teoría, la inflación generalizada creada por el aumento de los costes de importación ha borrado cualquier ganancia en la práctica. El peso nominalmente ha caído un 92% desde mayo de 2018, pero en términos ajustados a la inflación se ha apreciado un 12%.

Foto: Javier Milei, en una imagen de archivo. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
¿Es la dolarización "un disparate"?
Juan Ramón Rallo

En las naciones emergentes, la mayor parte de la inflación proviene de las divisas. La hiperinflación erosiona entonces la capacidad de los países para subir impuestos y conduce a déficits e impresión de dinero. El paquete de reformas del FMI se centra en abordar estas cuestiones, pero están más cerca de ser síntomas que causas de la enfermedad. Para curarla, hay que estabilizar el tipo de cambio. No cabe duda de que la dolarización ayudaría: la inflación en Ecuador, El Salvador y Panamá, que utilizan el billete verde, está en niveles manejables.

Sin embargo, elegir el tipo de cambio equivocado puede ser funesto. Además, es probable que los dólares necesarios para canjear todas las tenencias de pesos superen los 9.000 millones de dólares, según estimó Capital Economics en agosto, basándose en el tipo de cambio del peso en el mercado negro. Pedir prestado este dinero, cuando el país no puede devolver las divisas fuertes que ya debe, parece inviable.

Además, como ya descubrieron países de la eurozona como Grecia, renunciar a la soberanía monetaria puede hacer que las crisis económicas sean aún más devastadoras. El impago es más probable, no menos. La dura vinculación de Argentina al dólar entre 1991 y 2002 ya puso esto de manifiesto.

Renunciar a la soberanía monetaria puede hacer que las crisis económicas sean aún más devastadoras

El Congreso de Argentina puede terminar diluyendo las políticas de Milei para parecerse más a las del líder promercado Mauricio Macri, que gobernó entre 2015 y 2019 y brindó su apoyo a Milei después de la primera ronda de las elecciones. Milei confirmó el lunes su intención de cerrar el Banco Central, pero también declaró que está de acuerdo con Macri en el 90% de los temas, lo que implica que el partido del expresidente jugará un papel en el nuevo gobierno.

Pero esto no es muy reconfortante. La solución de Macri para conseguir dólares fue pedirlos prestados sin restricciones a inversores extranjeros, lo que desencadenó una crisis cuando la economía se vino abajo en 2018. Luego optó por llamar al FMI en lugar de caer en el impago. Milei tendrá que renegociar el préstamo del FMI y hacer otra reestructuración de bonos, algo que el mercado lleva tiempo anticipando. En última instancia, los inversores seguirán pagando las consecuencias con Argentina hasta que las reformas del lado de la oferta creen un flujo sostenible de dólares.

Hasta ahora, lo máximo que parecen querer hacer los gobiernos promercado y el FMI es eliminar las restricciones de capital y el sistema de tipos de cambio múltiples del país, adaptados a sectores específicos. Aunque menos que ideal, esto existe por una razón. Argentina, como describió el economista Marcelo Diamand en 1969, adolece de una "estructura productiva desequilibrada". Es el único país del mundo donde la agricultura es decenas de veces más productiva per cápita que la industria, según datos del Banco Mundial.

Foto: Javier Milei ondea una bandera israelí durante un acto de campaña. (EFE/Franco Trovato)

La fertilidad fuera de serie de la región pampeana aporta dólares, pero eso empuja el peso demasiado alto para el sector manufacturero, que es menos eficiente. La dependencia de las exportaciones de soja, maíz y trigo hace que la economía sea vulnerable a la volatilidad de los precios mundiales y a las sequías. Estas torpedearon la balanza de pagos en 2018 y volvieron a hacerlo este año.

Explotar la formación de esquisto de Vaca Muerta podría ayudar, pero Argentina necesita en última instancia cerrar la brecha de productividad a través del tipo de políticas industriales impulsadas por las exportaciones que han funcionado en Corea del Sur y Vietnam. Las recetas populistas no han funcionado, como tampoco lo harán las de Milei. La dolarización no da en el clavo: si un país puede ingresar suficientes dólares para ser sostenible, es mejor que no opte por esta estrategia.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

El anarco-capitalista presidente electo de Argentina tiene razón al afirmar que el país necesita dólares desesperadamente. Pero su plan económico para conseguirlos podría no ser el indicado.

Noticias de Argentina Argentina Dólar
El redactor recomienda