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Por qué 2024 podría ser un gran año para los mercados emergentes

Aunque China ha lastrado a los emergentes en 2023, el cambio en el rumbo de los tipos de interés podría dar un impulso renovado a las bolsas de estos mercados el próximo año

Foto: Bolsa de Nueva York. (Reuters/Lucas-Jackson)
Bolsa de Nueva York. (Reuters/Lucas-Jackson)
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Los mercados emergentes disfrutarán de un catalizador muy necesario para mejorar en 2024: los bancos centrales de todo el mundo pivotarán hacia tipos de interés más bajos.

Este año, el índice MSCI Emerging Markets va camino de otra severa derrota frente al índice S&P 500, con una rentabilidad del 5% hasta la fecha, frente a una ganancia del 26% del S&P. La vacilante recuperación económica de China y el recelo de los inversores ante las perspectivas del país han sido un lastre importante.

A los mercados fuera de China les ha ido mejor: el fondo cotizado iShares MSCI Emerging Markets ex-China subió un 15% gracias a las fuertes subidas de los valores indios, brasileños y mexicanos.

Estas ganancias podrían verse reforzadas a medida que muchos bancos centrales pasen de subir los tipos a mantenerlos o incluso recortarlos. Los mercados emergentes con grandes déficits por cuenta corriente —en términos generales, aquellos que compran más de lo que venden en el extranjero y dependen del capital extranjero para financiarse— son vulnerables a las oscilaciones de los tipos de interés.

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Unos tipos más altos permiten a los inversores obtener rendimientos decentes sin aventurarse en activos de mayor riesgo como los mercados emergentes. Eso drena los flujos de capital de los países, perjudicando la inversión, el consumo interno y el crecimiento. Lo contrario ocurre cuando los tipos bajan, lo que allana el camino para que las empresas obtengan préstamos más baratos y aumenten sus beneficios.

Con los posibles recortes de tipos que se avecinan, parece que el dólar se debilitará, creando un punto de inflexión para mercados como Brasil y México, según afirma Michael Kass, gestor del fondo Baron Emerging Markets. Un dólar más débil ha sido históricamente positivo para los mercados emergentes, ya que ha impulsado los rendimientos de los inversores estadounidenses al repatriar sus beneficios, y ha reducido los costes de endeudamiento de los países con deuda denominada en dólares.

Foto: La cumbre de los BRICS de este pasado agosto. Gianluigi Guercia / REUTERS

Estos países se dirigen a un contexto de tipos favorables en una posición ya de por sí sólida. Las empresas invirtieron dinero en México para construir fábricas y diversificar sus cadenas de suministro, alejándolas de China, lo que mitigó el impacto de la subida de tipos del año pasado.

Mientras tanto, la salud fiscal de Brasil se benefició de un aumento de su producción de petróleo, así como de una mayor demanda de su agricultura y energía, ya que los países buscaron fuentes alternativas en medio de la guerra de Rusia en Ucrania.

El ETF iShares Latin America 40 ha subido un 34% en el último año, reflejando esta evolución. Pero la tenencia de acciones de la región aún no está muy extendida, y están baratas. El índice MSCI EM Latin America cotiza a menos de nueve veces los beneficios futuros. Un cambio en los tipos podría ser un poderoso incentivo para que las acciones subieran aún más.

La salud fiscal de Brasil se benefició de un aumento de su producción de petróleo, así como de una mayor demanda de su agricultura

"Con la inflación en retroceso, el potencial de tipos de interés más bajos es fuerte. Y hay pocos impulsores tan fuertes para las revalorizaciones de los mercados de renta variable como la combinación de un crecimiento económico decente y la caída de los tipos de interés", escribió Louis-Vincent Gave, director de Gavekal Research, en una nota a clientes en la que destacaba a Latinoamérica como un mercado alcista para 2023 que podría registrar nuevas ganancias el próximo año.

Uno de los mayores beneficiarios podría ser Brasil, donde los tipos de interés están entre los más altos de los mercados emergentes y son los que más tienen que bajar. El banco central ya ha empezado a recortar su tipo de interés de referencia y ha dado señales de que habrá más recortes en el futuro. Dentro de Brasil, Kass se decanta por las empresas sensibles desde el punto de vista financiero que más pueden beneficiarse del cambio, como el operador bursátil brasileño B3 y XP Investimentos, la versión brasileña de Charles Schwab.

Laura Geritz, directora de Rondure Global Advisors, también ha invertido agresivamente en Latinoamérica, incluyendo Itau Unibanco de Brasil, la empresa de software Totvs y Petrobras. ¿La razón? Balances mucho mejores, tipos de interés en fuerte caída y acciones baratas.

Foto: Luiz Inácio Lula da Silva, Xi Jinping, Cyril Ramaphosa, Narendra Modi y Sergei Lavrov. (Reuters/Gianluigi Guercia) Opinión
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Geritz también tiene participaciones en México que se benefician de los cambios en las cadenas de suministro, como Prologis Property México, que proporciona almacenamiento y distribución a empresas multinacionales, y el operador ferroviario GMéxico Transportes.

El otro país que destacar entre los mercados emergentes es la India. Este país, actualmente el más poblado del mundo, se ha convertido en uno de los favoritos del mercado, ya que los inversores —y las empresas— buscan una alternativa a China.

El Gobierno indio ha invertido mucho en infraestructuras, lo que aumenta el atractivo del país para las empresas que buscan diversificar su producción. Mientras tanto, las baratas importaciones de petróleo de Rusia y las innumerables reformas han hecho que el Gobierno sea fiscalmente más fuerte y capaz de reinvertir en la economía.

Foto: Miembros de la organización musulmana 'Ikkiya Muslim Munnetra Kazhagam'. (EFE/Idrees Mohammed)

La India no es barata: el índice MSCI India cotiza a 20 veces los beneficios futuros. Pero la valoración no molesta a algunos inversores. Kass, de Baron, afirma que los múltiplos más altos se deben a la mayor visibilidad del país y a sus perspectivas de crecimiento sostenible. "Probablemente, están donde estaba China hace 10 o 15 años, pero con un régimen institucional y de gobierno corporativo mucho más potente", añade.

La divergencia en las perspectivas económicas de la India y China, con un crecimiento más rápido en el primer caso y un rendimiento vacilante en el segundo, también está creando una convergencia en las ponderaciones de los países en el índice MSCI de Mercados Emergentes.

China ha bajado de una ponderación del 40% a finales de 2020 al 27%, mientras que la de la India ha pasado del 10% en 2020 al 17%. Este cambio da al índice una mayor oportunidad de obtener mejores resultados, incluso si la recuperación de China no se acelera.

Foto: Un puesto de comida en Pekín. (Getty/Kevin Frayer)

Los responsables políticos chinos han intensificado los estímulos para estabilizar la economía, mitigando la preocupación por una implosión. Pero los problemas del mercado inmobiliario, que representa una cuarta parte de la actividad económica, el debilitamiento de la confianza de los consumidores y las empresas, y la falta de indicios de que Pekín vaya a aplicar estímulos aún más agresivos, apuntan a una recuperación mediocre.

La propuesta de Pekín de limitar los juegos en línea, que el viernes hizo caer las acciones de empresas como Netease y Tencent Holdings, no ha contribuido a aliviar la inquietud de los inversores ante los bruscos cambios de política.

La economía podría experimentar un lento repunte cíclico el próximo año. Si combinamos esto con unos precios mínimos, las acciones chinas podrían repuntar a corto plazo, aunque la aprensión de los inversores a las políticas del presidente Xi Jinping y la tensa rivalidad entre EEUU y China lo hagan efímero.

Los responsables políticos chinos intensifican los estímulos para estabilizar la economía, mitigando la preocupación por una implosión

"Si esos valores se unen a la fiesta, podría ser un gran año para los mercados emergentes", afirma Geritz, de Rondure. "Pero si no lo hacen, aún podría ser un buen año porque el impacto de China en el índice se está desvaneciendo".

En otras palabras, el resto de los mercados emergentes podrían acabar acaparando el protagonismo por sí solos, especialmente si la Reserva Federal les regala recortes de tipos.

*Contenido con licencia de Barron’s.

Los mercados emergentes disfrutarán de un catalizador muy necesario para mejorar en 2024: los bancos centrales de todo el mundo pivotarán hacia tipos de interés más bajos.

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