Cuántas horas hay que invertir para hacer un amigo (y mantenerlo): esto dice la ciencia

A muchos nos preocupa no dedicar el tiempo suficiente a mantener una buena amistad. Pero, ¿cuánto es suficiente?

A medida que nos adentramos en la edad adulta, muchos de nuestros amigos se alejan. Es comprensible: la familia y el trabajo se vuelven más exigentes y el tiempo libre más limitado. Puede que queramos quedar con un amigo íntimo para tomar un café o cenar, pero nuestras agendas están llenas de trabajo, citas ineludibles, reuniones o actividades de los niños.

Alrededor del 88% de los adultos estadounidenses afirmaron haber perdido el contacto con un amigo íntimo en algún momento y al 71% le gustaría reavivar su relación, según una encuesta realizada en 2020 por Snap, la empresa matriz de la plataforma de medios sociales Snapchat. Cuatro de cada 10 estadounidenses afirmaron no tener ningún mejor amigo, frente al 25% de 1990, en una encuesta de 2021 del Survey Center on American Life, y además pasamos el doble de tiempo libre solos.

Mantener amistades puede ser difícil desde el punto de vista logístico, pero es bueno para nosotros física, mental y emocionalmente. Los buenos amigos nos ayudan a superar los momentos difíciles y, sin ellos, corremos el riesgo de sentirnos solos y aislados.

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La investigación sobre la ciencia de la amistad ofrece algunas ideas que pueden ayudar a mantener las amistades. Entre las lecciones: sé realista sobre cuántas buenas amistades puedes mantener. Las conversaciones íntimas estrechan lazos más rápido que las charlas informales.

Y establecer rutinas, como las llamadas telefónicas semanales, o dar prioridad a una escapada anual de fin de semana con los amigos, ayuda a mantener fuertes los lazos.

La ciencia de la amistad

Por desgracia para los que son hipereficientes, no existe una fórmula mágica para saber cuánto tiempo hay que dedicar a los amigos para conservarlos. Cada amistad y cada amigo son únicos y prosperan o se marchitan dependiendo de cómo interactuemos.

Por lo general, las personas pueden mantener entre tres y cinco amistades íntimas, afirma Beverley Fehr, psicóloga social especializada en el estudio de las relaciones cercanas de la Universidad de Winnipeg. Más allá de eso, "simplemente no tenemos tiempo ni energía suficientes para todos".

Formar una amistad requiere, en primer lugar, un cierto número de horas de estar juntos, según las investigaciones.

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Hay que pasar entre 40 y 60 horas juntos para que un conocido se convierta en amigo ocasional, según un estudio de Jeffrey Hall, profesor de estudios de comunicación de la Universidad de Kansas, que encuestó a adultos que se mudaban a un nuevo lugar, así como a estudiantes universitarios de primer año en sus dos primeros meses de clase.

Según el estudio, para pasar de amigos ocasionales a amigos íntimos hay que pasar entre 140 y 160 horas más juntos, lo que hace un total de unas 200 horas. Sin embargo, las interacciones más profundas pueden acelerar el proceso. Se puede crear un vínculo estrecho en menos de 200 horas, dice Hall, con conversaciones significativas y la voluntad de ser vulnerable.

A la inversa, pasar 200 horas juntos no significa necesariamente que una persona se convierta en un amigo íntimo. Tiene que querer ser tu amigo. Algunos compañeros de trabajo pueden pasar 300 horas juntos y nunca llegar a ser amigos íntimos.

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También depende de cómo pases el tiempo

Cuando se trata de mantener la amistad, lo que importa no es sólo el número de horas que pasamos juntos, sino lo que hacemos, dice Hall basándose en la investigación.

Participar en actividades pasivas con los amigos -como ver una serie en Netflix- es divertido y agradable, pero no contribuye tanto a mantener la amistad como mantener conversaciones profundas, compartir sentimientos y saber escuchar, según ha descubierto.

En otro estudio, Hall recopiló los diarios de 127 personas a lo largo de un periodo de siete días y descubrió que el contacto rutinario con las personas con las que elegimos conectar, a través de llamadas y mensajes de texto o en persona, ayudaba a mantener las relaciones y conducía a puntuaciones más altas de sentimientos positivos, como la felicidad.

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Arthur Aron, profesor de investigación del departamento de psicología de la Universidad Stony Brook, desarrolló un procedimiento para estudiar la cercanía interpersonal en el laboratorio. Los investigadores plantearon a parejas de desconocidos tres series de preguntas cada vez más personales.

Por ejemplo, podían empezar con "¿Cuándo fue la última vez que cantaste para ti mismo?" y seguir con "¿Cuándo fue la última vez que lloraste delante de otra persona? Los investigadores descubrieron que los desconocidos que participaron en el estudio Fast Friends podían establecer una relación interpersonal cercana en 45 minutos.

La conclusión es que compartir cosas sobre uno mismo puede llevar a estrechar lazos de amistad. Una vez establecida esa cercanía, Aron dice que algunas formas de mantenerla son apoyar a los amigos cuando las cosas les van mal y celebrar sus logros.

Envía ese mensaje

Por lo general, no necesitamos ayuda para mantener la amistad con uno o dos de nuestros mejores amigos, afirma la socióloga Jan Yager, que investiga la amistad y ha escrito varios libros sobre el tema.

Ella envía mensajes de texto o llama con frecuencia a su mejor amiga de la universidad, que vive a unas tres horas de distancia, y la ve una o dos veces al año, quedando a medio camino para cenar y ver una película. Sus conversaciones telefónicas pueden durar una hora. El contacto con su mejor amiga es continuo, natural y prioritario.

Es importante, dice, reconocer cuándo se está realmente ocupado o si se está utilizando el ajetreo como excusa para evitar quedar. "Si no estás dedicando tiempo a una amiga íntima", dice, "podrías tener que replantear esa amistad".

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Fehr, la profesora de Winnipeg, cuenta que hace poco celebró el cumpleaños de una amiga íntima que se había mudado a Columbia Británica, a través de una llamada de Zoom. Conectarse por Internet puede ser útil para mantener el contacto, pero los encuentros en persona pueden ser menos propensos a fracasar.

"Es más probable que sigamos adelante si nos hemos comprometido a ver a un amigo en persona", afirma.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.