Es noticia
El Dow Jones es un índice nefasto, pero nos está revelando algo importante
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
El dow y su influencia

El Dow Jones es un índice nefasto, pero nos está revelando algo importante

Aunque anclado en el pasado, el índice bursátil Dow Jones refleja en cierta medida la forma en que cambia el mercado

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Plat)
Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Plat)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El Dow Jones es una reliquia. Además, está atravesando su peor periodo de rendimiento por debajo del S&P 500 desde la burbuja de las puntocom y, antes de eso, tuvo otras malas rachas marcadas por la inflación y los tipos de interés disparados de finales de los setenta y principios de los ochenta. El terrible historial del Dow podría ser una señal de que nos encontramos en otro punto de inflexión para los mercados.

En cierto sentido, no cabe duda de que se trata de un punto de inflexión. El Dow es un índice de empresas que solían considerarse importantes, mientras que el S&P está dominado por empresas que en la actualidad lo son. En tiempos de cambios, ambos se distancian, ya que el S&P se reequilibra hacia las empresas más nuevas, y el Dow no.

Eso es precisamente lo que ha ocurrido. El fabricante de chips Nvidia es el ejemplo más obvio, aprovechando el auge de la inteligencia artificial para convertirse en la tercera mayor empresa del S&P, con un salto de sus acciones de más del 200% en 12 meses. El Dow se ha quedado fuera, con la fabricación de chips representada en su caso por la que antaño fuera todo un icono, Intel. Sus acciones han bajado ligeramente en los últimos 12 meses.

Foto: Logo de Bidia junto a uno de sus microprocesadores. (Reuters/Dado Ruvic)

El Dow lleva un desfase de 5 puntos porcentuales con respecto al S&P este año, lo cual ya es bastante malo, pero desde la pandemia resulta francamente terrible. En los últimos 4 años y medio, ha subido un 41%, mientras que el S&P lo ha hecho un 68%; la diferencia alcanzó los 30 puntos porcentuales el mes pasado. El Dow sólo ha permanecido tan por detrás durante un periodo semejante en dos ocasiones desde la Gran Depresión, en 1976-80 y durante la burbuja puntocom de 1999-2000.

Podemos analizar este bajo rendimiento de dos maneras: clínica y cínicamente. A los lectores habituales no les sorprenderá que me incline por lo cínico, pero empezaré por lo clínico.

Desde el punto de vista clínico, el Dow es un índice mal diseñado que otorga un peso excesivo a determinados valores en función del precio de las acciones, en lugar del valor de mercado utilizado por casi todos los demás grandes índices. Esto conduce con frecuencia a resultados bizarros.

Desde el punto de vista clínico, el Dow es un índice mal diseñado.

En la actualidad, los valores con mayor peso de entre las treinta empresas son UnitedHealth Group, que es la 15 empresa cotizada más grande, y Goldman Sachs, la 63 más grande. Juntas están valoradas en alrededor de medio billón de dólares, pero impulsan el Dow más que sus compañeras Microsoft, Apple y Amazon.com juntas, a pesar de que las tres están valoradas en más de 7,5 billones de dólares juntas. El Dow es simplemente una mala referencia, que debería jubilarse.

Visto con cinismo, refleja algo sobre la forma en que cambia el mercado, porque está tan anclado en el pasado que a menudo intenta ponerse al día en el momento equivocado.

En la era de las puntocom, el Dow era la "vieja economía", mientras que el S&P reflejaba la "nueva" economía de los valores de Internet. Al igual que ocurre hoy con Nvidia, las empresas pasadas por alto por el Dow se dispararon hasta alcanzar ganancias asombrosas, mientras que los dinosaurios que se convirtieron en miembros décadas antes se quedaron fuera. Pensemos en Nvidia como el Cisco Systems del año 2000. También ganó más de un 200% en 12 meses, era la tercera mayor empresa del país por valor y tampoco estaba en el Dow.

Foto: Ilustración con el logo de Nvidia y uno de sus chips. (Reuters/Dado Ruvic)

Claro que la vieja economía es el lugar idóneo en el que estar cuando la nueva resulta ser un espejismo —posteriormente, las acciones de Cisco perdieron el 89% de su valor.

En términos de estrategia, lo más inteligente ha consistido en vender valores seleccionados por el comité del Dow en momentos de grandes cambios. Los nuevos valores o sectores suelen incorporarse tarde al Dow, lo que suele ser señal de que el entusiasmo por ellos está a punto de alcanzar su punto más alto.

A finales de 1999, el reajuste del Dow añadió a Microsoft e Intel para reflejar la creciente importancia del sector tecnológico. Tras un breve repunte, la quiebra de las puntocom dejó a ambas por debajo del precio al que entraron en el índice durante otros 15 años, e Intel está de nuevo más baja ahora que cuando se incorporó al Dow, casi 25 años después.

Lo más inteligente ha consistido en vender valores seleccionados por el comité del Dow.

Lo mismo ocurrió en el reajuste de 1979, cuando International Business Machines volvió al índice para representar al cada vez más importante sector tecnológico. Sus acciones se desplomaron rápidamente, y tardaron 15 años en superar de forma sostenible el precio al que entraron en el índice. El fabricante de automóviles Chrysler y la empresa alimentaria Esmark, que salieron cuando IBM entró, lo superaron con creces.

Los más cínicos dirán que se trata de un ejemplo más de la extraña habilidad de los periodistas para vender en la parte baja y comprar en la alta (el Dow es ahora propiedad de S&P Dow Jones Indices, pero dos redactores del Wall Street Journal forman parte del comité del índice).

Foto: Foto: EC Diseño.

El problema es que, al intentar elegir sólo 30 valores que representen a la economía, el comité de selección se resiste a incluir nuevos miembros hasta que llevan tanto tiempo haciéndolo tan bien que no se puede evitar. En los momentos cruciales de la economía, esto es arriesgado porque es entonces cuando los nuevos actores suelen estar muy sobrevalorados.

Para ser justos, el comité del Dow a menudo acierta. Incluso como inversión en la era de las puntocom, Microsoft acabó saliendo bien parada. Con el tiempo, el Dow se ha comportado sorprendentemente como el S&P, teniendo en cuenta que sólo tiene 30 valores (aunque no lo suficiente como para justificar la atención que se le presta).

Foto: Foto: Getty/Ming Yeung.

Pero ahora parece como si el Dow se hubiera perdido otro nuevo giro en los mercados y la economía. Los tipos de interés han subido permanentemente desde sus niveles superbajos de la década de 2010, y el incremento de los bonos durante 40 años que comenzó a principios de la década de 1980 ha terminado. Las grandes tecnológicas dominan el mercado bursátil.

A los inversores que están pendientes de un punto de inflexión en el mercado podría preocuparles que la entrada de Amazon a principios de este año —después de casi duplicarse en 12 meses— sea una señal clara de venta como ya ocurriera con la entrada de Microsoft o IBM.

Parece como si el Dow se hubiera perdido otro nuevo giro en los mercados y la economía.

Para el resto de nosotros, la historia del Dow nos recuerda que una cartera pequeña puede pasar por alto fácilmente los grandes cambios del mercado. Incluso las empresas más grandes —sean o no integrantes del Dow— tienen que evolucionar o morir.

Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducción de Federico Caraballo.

El Dow Jones es una reliquia. Además, está atravesando su peor periodo de rendimiento por debajo del S&P 500 desde la burbuja de las puntocom y, antes de eso, tuvo otras malas rachas marcadas por la inflación y los tipos de interés disparados de finales de los setenta y principios de los ochenta. El terrible historial del Dow podría ser una señal de que nos encontramos en otro punto de inflexión para los mercados.

Wall Street Journal Wall Street Dow Jones
El redactor recomienda