Es noticia
Hace un año lanzamos dardos al azar para elegir 12 acciones. Hemos arrasado a los profesionales
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
azar en el mercado bursátil

Hace un año lanzamos dardos al azar para elegir 12 acciones. Hemos arrasado a los profesionales

Cómo hemos conseguido una rentabilidad del 80% en un año sin apenas esforzarnos

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Pocas veces oímos decir a los gestores de los grandes fondos: "Tuve suerte".

Hay quienes culpan a la mala coordinación o a los eventos imprevistos tras un año pésimo, pero el éxito nunca es, en cierto modo, un accidente. Sin duda lo fue para los columnistas de Heard on the Street, ya que una vez más derrotamos a los mejores y más brillantes profesionales del mundo de los fondos de cobertura. Las siguientes lecciones podrían potenciar la cartera de acciones de cualquiera.

Repitiendo un ejercicio de 2018, los columnistas de Heard tomaron el ejemplo de Burton Malkiel, autor del clásico de la inversión “Un paseo aleatorio por Wall Street”, y lanzaron doce dardos a los listados bursátiles de hace un año (en su libro él sugiere usar monos con los ojos vendados). Competimos contra los gestores que presentaban sus mejores ideas en la Conferencia de Inversiones Sohn, celebrada el pasado mes de mayo en Nueva York. Tanto los valores como el tipo de apuesta, larga o corta, escapaban a nuestro control. Una vez más, los profesionales fueron vapuleados por el azar. La primera vez, quedaron por detrás de los dardos en 22 puntos porcentuales. Esta vez, fueron 48 puntos porcentuales, aunque la forma en que se consiguió no es apta para cobardes.

Una vez más derrotamos a los mejores y más brillantes profesionales del mundo de los fondos de cobertura.

Algunas de las empresas —como Maui Land & Pineapple— que se hallaban detrás de nuestra rentabilidad del 80% eran totalmente nuevas para nosotros. Pero supimos enseguida que otras estaban dando tumbos. Una de ellas, la empresa de software Semantix, dejó de cotizar en bolsa y se desplomó más de un 97%. Otra, NGL Energy Partners, sobrevivió y subió un 117%. Una tercera, Western Alliance Bancorporation, fue abatida por el nerviosismo de la banca regional el año pasado, aunque tuvo una recuperación extraordinaria. Por desgracia, fue una de nuestras dos apuestas cortas y costó cara a nuestra cartera.

Lo más destacable de nuestra selección es que, aunque hubo algunos otros ganadores, un único valor, la aseguradora Root Inc. fue responsable de todas nuestras ganancias netas, algo que se ajusta a la realidad. Un estudio a largo plazo de Hendrik Bessembinder sobre los rendimientos de las acciones estadounidenses muestra que la mitad de todos los rendimientos excesivos proceden de solo 83 empresas. La mayoría de las acciones tienen un rendimiento inferior al de las inversiones sin riesgo, razón por la cual son más prudentes las carteras diversificadas que no están diseñadas para “dar el pelotazo”.

Foto: Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV. (Europa Press/Alberto Ortega)

Todas las elecciones de los expertos de Sohn parecían una buena opción en su momento, y muchas lo fueron durante el periodo de un año analizado. David Rosen, de Rubric Capital, apostó por Talen Energy, un proveedor de energía nuclear que estaba saliendo de la quiebra y que se aprovechó de la ola de entusiasmo en torno a esta fuente de energía, con una rentabilidad de casi el 129%. En segundo lugar, se situó Andrew Weiss, de Weiss Asset Management, que eligió un trío de empresas coreanas. La mejor fue SK Square, con una rentabilidad total del 81% en dólares. Por el contrario, la elección de Divya Nettimi, el gigante japonés de la electrónica y el entretenimiento Sony Group, cayó un 15%.

Los columnistas de Heard no vamos a entrar en el negocio de la gestión de fondos porque no podemos afirmar que todo fuera “cuestión de maña”. Sin embargo, unos cuantos años de éxitos han sido suficientes para algunos ases de los fondos de inversión, como Cathie Wood o Bill Miller, que más tarde tropezaron. El oscuro secreto de la gestión de fondos es que los rendimientos reales en dólares de los inversores son incluso peores que los rendimientos declarados de los fondos activos que, de media, van a la cola de los simples fondos indexados. Especialmente en el caso de las grandes promesas, el dinero tiende a precipitarse cerca de un pico y luego desaparece cuando el valor pierde su brillo inicial, cristalizando las pérdidas.

Foto: Estudiantes en la universidad de Nanterre. (EFE)
TE PUEDE INTERESAR
Así se colaron los fondos de inversión en el corazón más 'top' de la educación francesa
A. Alamillos L. García-Ajofrín Il Sole 24 Ore (Italia)

Los dardos, si se lanzan bien, realmente pueden batir al mercado en el largo plazo, según el estudio de Towers Watson y Research Affiliates, “The Surprising Alpha From Malkiel's Monkey”. La explicación más probable reside en su ponderación, ya que las carteras de valores pequeños reequilibradas periódicamente han superado a los grandes índices con el paso del tiempo.

No obstante, volver a realizar selecciones aleatorias por su cuenta requiere de una disciplina extraordinaria. ¿Se quedaría con una empresa que se sabe que tiene problemas? Por suerte, no es necesario. Con sólo un pequeño ajuste en las variables de volatilidad, como la desviación estándar, los fondos de índices con la misma ponderación —en contraposición a la versión más común basada en el tamaño de las empresas— ofrecen una mayor exposición a los valores atípicos de riesgo.

Los dardos, si se lanzan bien, realmente pueden batir al mercado en el largo plazo.

El índice de acciones estadounidenses de igual ponderación que mantiene MSCI ha derrotado modestamente al índice equivalente ponderado por capitalización durante casi 30 años y podría hacerlo con más fuerza, ya que se ha abaratado en la era de los “Siete Magníficos”. A finales de abril, el índice de igual ponderación tenía una relación precio/beneficios un 14% inferior a la versión ponderada por capitalización.

Pero incluso un fondo de índice convencional que cuesta muy poco contiene esas agujas en el pajar. Confiar en que los gestores de fondos las encuentren y luego las mantengan puede resultar frustrante. El índice bursátil Dow Jones muestra que los fondos de inversión que obtienen rentabilidades muy superiores en un periodo tienen muy pocas probabilidades de seguir haciéndolo. En 2020, por ejemplo, sólo el 43% de los fondos de inversión en acciones estadounidenses batieron a su índice. De ese grupo, solo el 2,5% lo mantuvo durante los dos años siguientes. La suerte se acaba tarde o temprano.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Pocas veces oímos decir a los gestores de los grandes fondos: "Tuve suerte".

Bolsas Wall Street Journal Wall Street
El redactor recomienda