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De la desesperación a la esperanza: por qué Nestlé puede ser una buena inversión
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De la desesperación a la esperanza: por qué Nestlé puede ser una buena inversión

La mayor empresa de alimentación del mundo era hasta hace poco un gigante dormido. Ahora está despertando y sus acciones vuelven a ser atractivas

Foto: Logo de Nestlé. (Reuters/Denis Balibouse)
Logo de Nestlé. (Reuters/Denis Balibouse)
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Nestlé es la mayor empresa alimentaria del mundo, pero durante los últimos cinco años sus cotizaciones han sido toda una decepción. Aunque quizá haya llegado el momento de comprar acciones de este gigante suizo de 158 años.

Con sus 30 marcas de renombre que generan más de 1.000 millones de dólares de ventas anuales cada una —entre ellas Perrier, Nescafé y Gerber—, Nestlé no debería tener problemas para hacer crecer su negocio. Pero la empresa, con más de 100.000 millones de dólares de ingresos anuales totales, ha registrado un débil volumen de ventas en los últimos trimestres. Uno de los indicadores clave del volumen de ventas descendió un 2% en el primer trimestre frente al mismo periodo del año anterior, 1,5 puntos porcentuales por debajo del consenso. Los precios subieron sólo un 3,4%, frente al 7,5% del año pasado, en un contexto de rechazo de los consumidores a la fuerte subida de los precios de los alimentos.

Esta ha sido solo la última de las decepciones, y el sentimiento hacia la empresa desde 2022 ha pasado de la "esperanza a la desesperación", en palabras de Bruno Monteyne, analista de Bernstein. Las acciones estadounidenses de Nestlé, que cotizan en el mercado extrabursátil u "over the counter", han caído un 15%, hasta los 105,47 dólares, durante el último año, quedando rezagadas con respecto al índice S&P 500, que ha ganado más de un 25%.

Hay motivos para la esperanza. En una conferencia celebrada a finales de abril, Mark Schneider, director ejecutivo de Nestlé, declaró que las ventas del primer trimestre se habían visto afectadas por una serie de factores puntuales, como el descenso de las ayudas del gobierno estadounidense a las familias con rentas bajas, y que el volumen se recuperaría en los próximos trimestres. Se mostró "muy convencido" de que Nestlé alcanzará sus objetivos de crecimiento del 4% en ventas orgánicas este año y un aumento anual de entre el 6% y el 10% en beneficios por acción, ajustados a los movimientos de las divisas. Los beneficios por acción ajustados de la empresa aumentaron un 8% en 2023, y este año se espera que se sitúen en el extremo inferior de la horquilla del 6% al 10%. Conseguir esas cifras, especialmente en un momento en el que las acciones ya no cotizan con prima respecto a otros productos básicos, podría hacer que el valor volviera a avanzar en la dirección correcta.

Foto: Pedro Ruiz Rodríguez, especialista en Sostenibilidad de Nestlé España.

"La empresa no ha cumplido las expectativas, la reputación de la directiva se ha resentido y la acción ha perdido su prima, pero la compañía tiene una buena oportunidad de recuperarla presentando unos resultados decentes en el segundo trimestre y el segundo semestre de 2024", afirma Jeremy Fialko, analista de HSBC en Londres. Su calificación es de compra, y su precio objetivo se sitúa en torno a los 128 dólares para las acciones estadounidenses, un 21% más que al cierre del jueves.

Nestlé cotiza a unas 19 veces sus ingresos previstos para 2024, de 5,50 dólares por acción, solo algo por encima de sus rivales europeas Unilever y Danone, al tiempo que está en línea con la matriz de Nabisco, Mondelez International, y por debajo de PepsiCo y Coca-Cola. Pero Nestlé es aún más barata de lo que parece. Su relación precio/beneficio efectiva se acerca a 15 si se tiene en cuenta su participación del 20% en la empresa francesa de cosméticos L'Oréal, valorada en más de 50.000 millones de dólares. Schneider no se ha pronunciado sobre la venta de esta participación, que se ha revalorizado considerablemente en la última década.

Foto: Logotipo de Nestlé

Una venta de la participación en L'Oréal podría ayudar a financiar una gran recompra de acciones, pero una maniobra tan drástica no se corresponde con el estilo más deliberado de la compañía. Nestlé ya fue criticada por el inversor activista Dan Loeb, de Third Point, en 2017, que se hizo con una participación de más del 1% de la empresa y presionó para que se vendiera la participación en L'Oréal. Nestlé entonces vendió un 4% de sus acciones de L'Oréal en 2021 y se quedó con el 20% restante.

Esto es algo típico de Nestlé. Es una compañía conservadora a la que no le gusta hacer grandes movimientos, aunque en los últimos años ha acelerado el desarrollo de productos y se ha orientado más hacia la salud y la nutrición a través de una serie de operaciones de menor envergadura, como la compra de la empresa matriz de los suplementos Nature's Bounty en 2021. Algunas de estas operaciones han sido un fracaso, como la compra del fabricante de comida preparada Freshly.

Una venta de la participación en L'Oréal podría ayudar a financiar una gran recompra de acciones, aunque es algo improbable.

En la conferencia de abril de la compañía, se les preguntó a los directivos de Nestlé sobre las posibles medidas de reestructuración a gran escala para reducir costes y aumentar los márgenes. "No nos gustan las reestructuraciones radicales y no tenemos intención de llevarlas a cabo", dijo Schneider. "Las consideramos perjudiciales". A los admiradores de Nestlé les gusta este enfoque. "Nestlé tiene una cartera de codiciadas marcas comerciales", señala Tom Russo, socio director de Gardner Russo & Quinn. "Tiene un equipo directivo preparado y dispuesto a hacer inversiones destinadas a la creación de riqueza a largo plazo para los accionistas". Russo lleva 40 años gestionando acciones de la compañía para sus clientes.

En su análisis, también señala el éxito de Nespresso, similar a Keurig. Muy popular en Europa, emplea un modelo de "cebo y anzuelo" como el de las maquinillas de afeitar y las cuchillas, en este caso con la cafetera y las cápsulas de café Nespresso, que suelen venderse directamente a los consumidores. Nestlé invirtió varios miles de millones de dólares para desarrollar Nespresso, que generó 7.000 millones de dólares en ventas el año pasado con unos márgenes del 20%.

Foto: George Clooney, en uno de los anuncios de Nespresso.

Fialko, de HSBC, considera que la comida para mascotas, que se vende bajo marcas como Purina, y el café son dos de los mejores negocios de Nestlé. Nescafé, el café instantáneo de la empresa, triunfa en los países en vías de desarrollo, donde la compañía trata de alejar a los consumidores del té. KitKat es el dulce estrella de la firma, que Nestlé vende fuera de Estados Unidos, incluso en Japón, donde está disponible en varios sabores. Hershey posee los derechos en el mercado norteamericano.

Nestlé está presente en casi 190 países y obtiene alrededor del 40% de sus ventas de los países en vías de desarrollo, donde el aumento de la riqueza y la población ofrece oportunidades de crecimiento que no se dan en Occidente. La empresa también ha seguido una estrategia de desarrollo de productos con precios más elevados en numerosas categorías, como café, comida para mascotas y agua embotellada, que conllevan márgenes más altos. Los productos de gama alta representan ya más de un tercio de las ventas, frente al 11% en 2013.

Nestlé está presente en casi 190 países y obtiene alrededor del 40% de sus ventas de los países en vías de desarrollo.

"Nestlé es una empresa de primera categoría capaz de mantener sus ventajas competitivas", afirma Ioannis Pontikis, analista de Morningstar. "Es uno de los nombres de mayor calidad del sector. Ofrece una buena rentabilidad total para los inversores a largo plazo".

Tiene un dividendo garantizado del 3%, aunque los inversores estadounidenses pueden estar sujetos a una retención fiscal sobre el mismo. Nestlé recompró más de 5.000 millones de dólares en acciones el año pasado, alrededor del 2% de las acciones en circulación, y se esperan recompras similares este año. Si lo sumamos todo, la rentabilidad es suculenta.

*Contenido con licencia de Barron’s. Traducido por Federico Caraballo

Nestlé es la mayor empresa alimentaria del mundo, pero durante los últimos cinco años sus cotizaciones han sido toda una decepción. Aunque quizá haya llegado el momento de comprar acciones de este gigante suizo de 158 años.

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