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¿Cómo de feliz te puede hacer tu sueldo? Lo que sabíamos hasta ahora es un mito
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¿Cómo de feliz te puede hacer tu sueldo? Lo que sabíamos hasta ahora es un mito

Cuando se trata de salarios, no hay un número mágico

Foto: Oficina de trabajadores. (EC Diseño)
Oficina de trabajadores. (EC Diseño)
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Una vez que tus ingresos llegan a los 75.000 dólares, ¿ya has alcanzado el salario máximo necesario para ser feliz? Pues no.

La tan citada cifra de 75.000 dólares —unos 110.000 dólares de hoy en día— procede de un estudio realizado en 2010 por dos premios Nobel que pasó del mundo académico a ser un meme de las finanzas personales. Investigaciones más recientes sugieren que puede que no haya una renta familiar en la que la felicidad alcance su punto máximo, y que nuestro dinero podría influir en nuestras emociones mucho más allá de ese umbral.

Puede haber algo así como tramos fiscales de felicidad. Al igual que el sueldo neto representa una parte cada vez menor de los ingresos a medida que se asciende en la escala salarial, lo mismo ocurre con la felicidad.

Foto: Un grupo de trabajadores en una oficina. (iStock)

"Sería absolutamente erróneo reducir la búsqueda de la felicidad a la búsqueda del dinero", afirma Matt Killingsworth, profesor de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania. "Al mismo tiempo, también sería un error descartar totalmente el dinero como factor significativo". Al igual que la regla de las 10.000 horas popularizada por Malcolm Gladwell, la ciencia detrás de los 75.000 dólares tenía más matices que la versión que se grabó en la cabeza de la gente. La cifra se impuso porque era fácil de asimilar y respondía a las inquietudes sobre la búsqueda de dinero.

Según algunos investigadores, también estaba equivocada.Gran parte del pensamiento actual sobre este debate no puede resumirse en una sola cifra, sino en diez palabras: El dinero compra la felicidad. Con rendimientos menguantes. Y sin número mágico.

El dinero compra la felicidad

Las personas con mayores ingresos tienden a ser más felices en el día a día y en general, según han revelado numerosos estudios sobre los estadounidenses. La cifra de 75.000 dólares, basada en las respuestas de más de 450.000 norteamericanos a una encuesta de Gallup, se aplicaba únicamente al estado de ánimo cotidiano. Según el estudio original, la evaluación general de la vida de las personas era mayor con ingresos familiares superiores a 120.000 dólares que con rentas inferiores.

Estudios posteriores han cuestionado la cifra de 75.000 dólares. En 2021, Killingsworth utilizó datos que medían más grados de felicidad que en el estudio original y descubrió que el estado de ánimo diario seguía mejorando por encima de los 75.000 dólares de 2010. Más tarde colaboró con el difunto Daniel Kahneman, uno de los coautores del artículo de 2010. Acabaron coincidiendo en que el hallazgo de Killingsworth de 2021 era correcto.

Las personas con mayores ingresos tienden a ser más felices en el día a día y en general

Otros estudios demuestran que ganar más dinero hace que la gente se sienta más feliz con sus vidas. Un artículo publicado en 2020 en la revista Review of Economic Studies analizó a los ganadores de lotería en Suecia y descubrió que el aumento de la felicidad seguía siendo visible más de una década después. La relación entre dinero y felicidad es clara, pero no sencilla.

Un matiz es que el dinero es importante para la felicidad, pero no enormemente. Dado que la mayoría de la gente vive en una franja bastante estrecha del espectro de la felicidad, suelen ser necesarios grandes aumentos de ingresos para producir los incrementos más sustanciales de la misma. Además, los investigadores no han podido determinar con exactitud por qué más dinero se asocia a más felicidad. La principal explicación de Killingsworth dice que no se trata de lo que el dinero puede comprar, sino de las opciones que ofrece.

La propia felicidad también está relacionada con las finanzas de las personas. Según un estudio publicado en 2012 en PNAS, los adolescentes más felices ganaban más dinero a los 30 años, incluso teniendo en cuenta su nivel socioeconómico.

Con rendimientos menguantes

A medida que aumentan los ingresos, cada dólar influye menos en la felicidad. El efecto de un aumento salarial en la felicidad de una persona tiene más que ver con el cambio porcentual que con la cantidad de dinero. Si nuestro sueldo se duplica de 50.000 a 100.000 dólares, por lo general tendría que duplicarse de nuevo hasta los 200.000 dólares para generar un aumento equivalente de la felicidad, según el trabajo de Killingsworth y otros.

Amy Grable solía estresarse por no tener suficiente dinero en su cuenta bancaria para cubrir sus gastos cotidianos. Pero sus preocupaciones financieras disminuyeron cuando sus ingresos aumentaron de unos 65.000 a 100.000 dólares en los últimos seis años. Pagó parte de su deuda estudiantil y compró una casa.

Foto: Foto: Unplash/Nathan Dumlao (@nate_dumlao).

Esta gestora de productos de 42 años residente en Oregon City (Oregón, EE.UU.) dice que no sueña con dar el salto al siguiente escalón salarial, en parte porque el giro que ya ha experimentado, de la inestabilidad a la estabilidad, le parece más significativo. "En estos momentos me siento a gusto", afirma.

Y luego están aquellos para los que un aumento no servirá de mucho. En el artículo de Killingsworth y Kahneman de 2023, la felicidad dejó de aumentar con ingresos superiores a 100.000 dólares en algunos grupos, mientras que en otros empezó a aumentar más rápido. "Para algunas personas, el dinero es más importante que para otras", afirma Killingsworth. Actualmente está estudiando qué otros rasgos podrían predecir esas diferencias.

Números, pero no magia

No existe un número mágico —y menos aún 75.000 dólares— en el que los investigadores coincidan en señalar como tope para que la felicidad aumente con los ingresos. Varios estudios, como el de Killingsworth, concluyen que no existe tal punto, o al menos no lo han encontrado entre los datos disponibles. Tal vez exista en un nivel de ingresos para el que no hay suficientes datos, como un millón de dólares o más.

"Es muy difícil estudiar a los muy ricos", afirma Justin Wolfers, economista de la Universidad de Michigan. "No son muchos y no les gusta responder a las encuestas". Otros investigadores afirman que, a partir de cierto nivel salarial, la felicidad se estanca.

Foto: El supercargador de Tesla, uno de los productos estrella de la marca (Reuters/Mike Blake)

Incluso si siguiera habiendo un sutil aumento de la felicidad, "sería tan diminuto que carecería de sentido", señala Jan-Emmanuel De Neve, profesor de economía de la Saïd Business School de la Universidad de Oxford dedicado al estudio del bienestar. Aun así, la idea de un salario para la felicidad máxima es atractiva.

Angus Deaton, el otro autor del estudio de 2010 y premio Nobel, cree que parte de la popularidad de la cifra de 75.000 dólares se debe a que parece estar al alcance de muchas personas. "Quizá a la gente le gusta pensar que los muy ricos no le sacan tanto partido al dinero", declaró.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Una vez que tus ingresos llegan a los 75.000 dólares, ¿ya has alcanzado el salario máximo necesario para ser feliz? Pues no.

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