Una pensión para gobernarlos a todos: cómo los votantes mayores ganan peso en el mundo

El debate presidencial de la semana pasada puso el asunto de la edad en el centro de la campaña estadounidense. Pero en muchas democracias occidentales se plantea un conflicto distinto: un bloque cada vez mayor de votantes de edad avanzada exigen que se atiendan sus necesidades.

Los votantes de más edad ocupan un lugar destacado en las elecciones de este año en Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. No solo acuden a las urnas con más frecuencia que los jóvenes, sino que también representan una parte cada vez más importante del electorado.

Por ello, los principales partidos políticos de muchos países se están comprometiendo a proteger las pensiones y la asistencia sanitaria de los jubilados, en un momento en que el elevado número de pensionistas puede poner a prueba las finanzas públicas. Los votantes de más edad suelen estar más preocupados que los jóvenes por la delincuencia y la inmigración, y es menos probable que apoyen iniciativas medioambientales.

En vísperas de las elecciones británicas del jueves, todos los grandes partidos apoyaron el "triple blindaje [triple lock]" que garantiza a los jubilados que sus pensiones estatales —el equivalente británico de los pagos de la Seguridad Social estadounidense— superarán la inflación a largo plazo. El año pasado, estas pensiones subieron un 10,1%, mientras que el salario medio de los trabajadores de 19 a 49 años aumentó un 5,7%. Este año, los pensionistas recibirán otro aumento del 8,1%. El ya ex primer ministro, Rishi Sunak, que como adelantaban las encuestas perdió las elecciones, también prometía a los jubilados una rebaja fiscal. Respecto a los jóvenes, llegó a plantear un servicio nacional obligatorio a los 18 años: bien un año en el ejército o bien trabajo voluntario. Este plan goza de muy poco apoyo entre los jóvenes, pero tiene mucho éxito entre los mayores de 55 años.

El año pasado, las pensiones subieron un 10,1%, mientras que el salario medio de los trabajadores de 19 a 49 años aumentó un 5,7%

En el actual proceso electoral estadounidense, los votantes parecen más preocupados por la edad de los candidatos que por si sus políticas benefician a los mayores. El presidente Biden, que sufrió un grave tropiezo en el debate de la semana pasada, tiene 81 años, y el presunto candidato republicano Donald Trump, 78. En cuanto al Congreso, la edad media de los senadores a principios de este año era de 65,3 años, edad a partir de la cual se puede optar a las prestaciones de Medicare para personas mayores, según el Pew Research Center.

"Cuando estás viendo un debate y te das cuenta de que los dos candidatos de los partidos principales de nuestro país no van a estar aquí cuando se produzcan los efectos del cambio climático, queda claro que eso no va a ser una prioridad para ellos", señaló Daphne Gould, una azafata de 27 años de Atlanta que declaró apoyar a los demócratas debido a esa cuestión.

Las personas mayores llevan mucho tiempo teniendo una influencia política desproporcionada debido a que votan proporcionalmente más que los jóvenes. En las elecciones estadounidenses de mitad de mandato de 2022, votaron casi dos tercios de los ciudadanos de 65 años o más, es decir, más del doble que las personas de entre 18 y 29 años, según un análisis de los datos del censo realizado por la Brookings Institution. El cambio demográfico y el aumento de la longevidad indican que los votantes de más edad van a constituir una parte cada vez mayor del electorado en muchos países. Los Países Bajos, Noruega y Croacia son solo algunos de los estados europeos en los que existen partidos políticos cuyo principal objetivo es defender los intereses de los jubilados.

El caso británico

En Gran Bretaña, a principios de la década de los ochenta, había casi el doble de votantes registrados menores de 40 años que mayores de 60. Ahora, estos últimos suponen casi el mismo porcentaje que los primeros. Sin embargo, dado que votan con mayor frecuencia, en la actualidad hay 1,3 votos emitidos por los mayores de 60 años por cada voto de los menores de 40, según Zack Grant, investigador del Centro Nuffield de Investigación Política de la Universidad de Oxford, tras analizar los datos de las elecciones británicas.

El poder en las urnas de los mayores de 60 años superó al de los menores de 40 unos años antes de que se introdujera el 'triple blindaje' en 2010. Para 2028, se prevé que el gasto total en pensiones estatales supere al gasto en defensa, educación y policía juntos, según UKOnward, un think tank londinense. "Nuestro país está inclinado a favorecer a los mayores en detrimento de los jóvenes", dijo David Willetts, exministro del gabinete que formó parte del gobierno conservador que implantó el 'triple blindaje', una política a la que se opuso. "Los mayores son los que tienen el dinero y el poder".

Los votantes de más edad no pueden decidir por sí solos las elecciones. Tal y como se preveía, el partido de Sunak ha perdido a pesar del abrumador apoyo de los mayores. El Partido Laborista, que ha salido vencedor, quiere rebajar la edad de voto a 16 años, en parte para contrarrestar el creciente peso de los votantes de más edad. Alemania ya lo ha hecho.

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Ir en contra de los intereses de los votantes de mayor edad puede resultar políticamente muy caro. En Francia, una medida adoptada el año pasado por el presidente Emmanuel Macron para retrasar dos años, hasta los 64, la edad de jubilación en el país desató meses de protestas de mayores y jóvenes por igual. Los legisladores se negaron a aprobar el proyecto de ley, lo que obligó a Macron a utilizar poderes constitucionales para introducir el cambio sin someterlo a votación. La popularidad de Macron se resintió, haciendo que su partido quedara en tercer lugar en la primera vuelta de las elecciones legislativas del domingo. Los dos más votados, la ultraderechista Agrupación Nacional y la coalición de partidos de izquierda llamada Nuevo Frente Popular, se opusieron a los cambios en las pensiones. El Nuevo Frente Popular quiere reducir la edad de jubilación a 60 años.

Los votantes de más edad a veces apoyan políticas que no benefician a los jóvenes. En 2016, los votantes británicos menores de 35 años votaron por casi 2 a 1 a favor de permanecer en la Unión Europea, mientras que los votantes mayores de 55 años estaban claramente a favor de abandonarla. Ahora, la economía del Reino Unido es un 5% más pequeña de lo que habría sido si no se hubiera aprobado el Brexit, según estimaciones de Goldman Sachs.

Ir en contra de los intereses de los votantes de mayor edad puede resultar políticamente muy caro

"Es un hecho que, si eres joven, tienes menos influencia", afirmó Samuel Thomson, productor audiovisual de 34 años residente en Londres. Incluso políticos jóvenes como Sunak, de 44 años, parecen centrarse mucho más en los votantes de más edad, añadió. A medida que los baby boomers se jubilan, sus pensiones y asistencia sanitaria representan un mayor porcentaje del gasto público. En los últimos 15 años, en Gran Bretaña el gasto público en sanidad ha pasado del 6% al 7% del producto interior bruto, mientras que el gasto en educación ha caído del 6% al 4%.

En Estados Unidos, el coste de la Seguridad Social y Medicare aumentará hasta alcanzar el equivalente al 10,2% de la producción económica en una década, frente al 8,3% actual, según la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés). Para 2054, según la CBO, el gasto en Seguridad Social, Medicare y Medicaid para personas de 65 años o más representará más de la mitad del gasto no financiero del gobierno federal. En ese momento, el 25% de la población estadounidense recibirá prestaciones de la Seguridad Social, frente al 20% actual.

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"Los votantes más jóvenes que van a tener que soportar el coste apenas le están prestando realmente atención", explicó Brian Riedl, antiguo ayudante republicano en el Senado que ahora trabaja en el conservador Manhattan Institute. "De modo que los votantes de más edad están acudiendo a las urnas y básicamente están robando a los votantes más jóvenes". Los costes de la Seguridad Social ya superan sus ingresos, y en unos 10 años entrarán en vigor recortes automáticos de las prestaciones, políticamente tóxicos, a menos que el Congreso actúe para cubrir la brecha con medidas como impuestos más altos, transferencias del fondo general o endeudamiento.

Hace una década, los republicanos ofrecían con regularidad planes que frenarían las prestaciones de la Seguridad Social y Medicare para los futuros jubilados, lo que, según ellos, haría que los programas fueran más reducidos pero más sostenibles. En su exitosa campaña de 2016, Trump prometió no reducir las prestaciones —copiando una postura tradicional demócrata— y se mantiene en esa tesitura en la campaña actual. Durante el primer mandato de Trump, los planes del presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para reducir el gasto previsto de Medicare no llegaron a ninguna parte.

"De modo que los votantes de más edad están acudiendo a las urnas y básicamente están robando a los votantes más jóvenes"

En Alemania, el Gobierno reveló en mayo un plan para preservar al menos hasta 2039 la fórmula actual para determinar las pensiones estatales de los jubilados, a pesar de su creciente coste. El gobierno alemán gasta más de 100.000 millones de euros al año en sostener el sistema de pensiones, casi una cuarta parte de todo el gasto público y casi el doble del presupuesto anual para defensa. La edad media de los afiliados al Partido Socialdemócrata, actualmente en el poder, en Alemania es de 60 años, y de 61 en el caso de los conservadores, ahora en la oposición.

"Cuando hablamos con la gente en las fiestas populares y los actos que organizamos, muchos de ellos ya son pensionistas", afirma Oliver Grundmann, legislador conservador. “No es fácil hablarles del futuro. Se preocupan por sus pensiones, por los hospitales y por las residencias de ancianos, pero no necesariamente por la energía solar y la digitalización".

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A finales de 2021, el Gobierno socialista español suprimió una polémica reforma de 2013 del sistema público de pensiones, permitiendo a los trabajadores jubilarse con al menos el 80% de sus ingresos antes de la jubilación hasta ciertos límites. Según el Banco de España, el coste anual de la eliminación de la reforma alcanzará el equivalente al 3,5% del PIB en 2050. Para ayudar a costearlo, el gobierno subió los impuestos sobre la nómina de las empresas y los trabajadores.

En el caso de EEUU, la idea detrás de la creación de redes de seguridad públicas como la Seguridad Social era garantizar que las personas mayores que dejaran de trabajar no se vieran abocadas a la pobreza y pudieran costearse la asistencia sanitaria. Muchos jubilados estadounidenses en la actualidad no se enfrentan a esa situación, ya que se han beneficiado de la subida del valor de los inmuebles y de generosos programas de ahorro para la jubilación. En Estados Unidos, el patrimonio neto medio de los hogares encabezados por personas de 65 a 74 años era de 410.000 dólares en 2022, según la Reserva Federal.

Los jubilados norteamericanos se han beneficiado de la subida del valor de los inmuebles y de los programas de ahorro

Más de 1 de cada 4 jubilados británicos es millonario en libras, es decir, posee más de 1,3 millones de dólares o 1,2 millones de euros. Esa cifra se ha cuadruplicado en los últimos 10 años, según la Intergenerational Foundation, un think tank centrado en cuestiones de justicia generacional. James Milne, jubilado londinense de 72 años, compró su pequeña casa en el barrio de Southwark por 152.000 libras en el año 2000. "Ahora probablemente valga dos millones", afirma. En virtud de un plan gubernamental de los años ochenta para fomentar la propiedad de la vivienda, su esposa compró con descuento la vivienda pública en la que vivía, y más tarde la vendió a precio de mercado, obteniendo un gran beneficio y ayudando a pagar los viajes de la pareja a Australia, Indonesia y por toda Europa.

Milne dice pasar los días leyendo a Dickens, disfrutando del sol junto al río y pasando tiempo con sus dos hijos veinteañeros, que siguen viviendo en casa porque no pueden permitirse una vivienda propia. "Me encanta estar jubilado", asegura. "Ojalá lo hubiera hecho antes". Por primera vez, los jubilados británicos disponen de más dinero para gastar que las personas en edad de trabajar, una vez que se tienen en cuenta los gastos de vivienda, según el think tank londinense Resolution Foundation.

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Sin embargo, gran parte de las políticas públicas siguen teniendo como objetivo proteger a los jubilados. Los cambios fiscales y de prestaciones desde 2010 han hecho que el pensionista medio del Reino Unido tenga una renta anual de unas 1.000 libras más, mientras que los hogares con hijos menores de 14 años tienen una renta anual de 780 libras menos, según la Resolution Foundation.

En Gran Bretaña, los trabajadores de 65 años o más ya no tienen que pagar un impuesto del 8% para financiar el gasto social, lo que les supone un aumento de sueldo a pesar de que a menudo ya ganan más que los jóvenes. Mientras que en Estados Unidos muchos propietarios pagan impuestos de plusvalía cuando venden viviendas cuyo valor se ha disparado, en Gran Bretaña es al revés: los compradores, que suelen ser más jóvenes, son los que pagan un impuesto. Los jóvenes británicos son la primera generación cuya tasa de propietarios de vivienda es inferior a la de sus padres.

Los jóvenes británicos son la primera generación cuya tasa de propietarios de vivienda es inferior a la de sus padres

"No está en mis planes tener una casa en propiedad", afirma Adam Lamb, de 31 años, licenciado por la Universidad de Oxford y profesor de español y francés en un colegio público del sur de Londres. Lamb vive en una pequeña casa de tres habitaciones en el sur de Londres con dos amigos. Casi la mitad de sus ingresos se los lleva el alquiler y los servicios públicos. Todavía está pagando su deuda estudiantil y no tiene ahorros.

Los "millennials" más jóvenes, como Lamb, nacidos a finales de la década de 1980, ganan de media un 8% menos a los 30 años que los miembros de la Generación X, nacidos 10 años antes, a la misma edad. Les llevará al menos cinco años más de trabajo a tiempo completo que a la generación de sus padres convertirse en propietarios de una vivienda, y previsiblemente se jubilarán con 45.000 libras menos en ahorros, según la Resolution Foundation.

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Una de las razones por las que el precio de la vivienda es tan caro en Gran Bretaña es la escasez crónica de viviendas de nueva construcción.

Leo-Gibbons Plowright, que trabajó en el ayuntamiento londinense de Lewisham, afirma que aproximadamente nueve de cada diez propuestas de vivienda son rechazadas. "Te presionan como locos, con correos electrónicos, solicitudes y gente que acude en persona", explica. "Por lo general, se trata de los actuales propietarios de viviendas, siendo los jubilados quienes tienen tiempo libre para hacerlo".

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo