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Asúmelo, tu fondo de inversión no va a batir al mercado y esta vez hay otra razón más
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Asúmelo, tu fondo de inversión no va a batir al mercado y esta vez hay otra razón más

Este parece ser el momento perfecto para que los gestores de fondos batan al mercado. ¿Entonces por qué les va aún peor que de costumbre?

Foto: Foto: EC Diseño.
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En teoría, los gestores de fondos de inversión, que tratan de escoger las mejores inversiones al tiempo que evitan las peores, deberían brillar con luz propia cuando unos valores suben y otros bajan y la brecha entre los valores ganadores y los perdedores se amplía.

Según algunos indicadores, ese es el tipo de mercado en el que nos encontramos ahora. Un índice de correlación implícita de la CBOE, la bolsa con sede en Chicago, sugiere que el grado en que las acciones suben y bajan al unísono está cerca de mínimos históricos. Mientras tanto, como mi compañero James Mackintosh informó hace poco, la dispersión —una medida de cómo difieren los rendimientos de las acciones individuales de la media— está en niveles anormalmente altos.

Si las acciones suben y bajan a la vez mucho menos de lo habitual, y los ganadores y los perdedores se comportan de forma más dispar de lo normal, eso debería ser ideal para los encargados de la selección de acciones. En cambio, los fondos están pasando por un mal momento. Esto pone en entredicho uno de los argumentos más preciados de Wall Street, según el cual merece la pena pagar una prima por una gestión activa y que, con toda seguridad, los expertos en selección de valores tendrán mejores resultados en determinados momentos que en otros. Las dificultades que atraviesan los fondos nos recuerdan una regla básica: el sector de la gestión de activos depende más del “marketing” que de los mercados.

En primer lugar, a pesar de este entorno de inversión supuestamente ideal, los gestores están obteniendo resultados aún peores de lo habitual. En el primer semestre de 2024, según Morningstar, sólo el 18,2% de los fondos de inversión de gestión activa y los fondos cotizados que se comparan con el S&P 500 lograron superarlo. Esta cifra es inferior al 19,2% del primer semestre del año pasado y al 19,8% de todo 2023. En la última década, una media anual de solo el 27,1% de los fondos de gestión activa comparados con el S&P 500 lo batieron.

La situación de los fondos no recuerda una regla básica: el sector de la gestión de activos depende más del "marketing" que del mercado

Hay algunas razones por las que los expertos en selección de valores están dejando mucho que desear. La correlación —el indicador que mide si las acciones suben y bajan juntas— podría no ser tan baja como sugiere el índice CBOE. Esto se debe en parte a que la correlación puede medirse de diferentes maneras. A petición mía, Jeremy Raccio, gestor sénior de carteras de UBS Asset Management, analizó las correlaciones dentro del S&P 500 desde principios de 2000, utilizando los rendimientos obtenidos, en lugar de la volatilidad implícita (una medida de fluctuación) que utiliza el CBOE.

Aunque las acciones se han estado moviendo en los últimos tiempos algo menos sincronizadas que en 2022 y 2023, la diferencia está dentro de la norma histórica, según Raccio. En todo el índice y entre las 50 empresas más grandes, descubrió que las acciones se mueven en conjunto prácticamente igual que de costumbre. “Sinceramente, parece casi la misma situación, independientemente del periodo que se considere”, afirma. Los datos de Dimensional Fund Advisors también indican que las correlaciones entre los valores están cerca de las medias históricas.

Foto: Sede de Nvidia en Santa Clara, California. (Getty/Justin Sullivan)

Una cosa está clara: a los gestores de activos les gusta citar cualquier dato que pueda reforzar su discurso. Los que se dedican a la selección de valores están encantados de citar estadísticas que implican que a ellos les debería ir bien. Pero nada de eso puede ocultar lo más evidente: los gestores están obteniendo malos resultados porque no pueden batir al mercado actual. Esta semana, los tres mayores valores del S&P 500 —Microsoft, Apple y Nvidia— representaban casi el 21% del valor total de mercado. Los cinco mayores valores representaban el 27%, y los 10 primeros sumaban más del 36% del total.

Parte del oficio tradicional de los gestores de activos es intentar controlar el riesgo, y concentrar tanto dinero en tan pocos valores es una violación de ese principio. Muchos clientes despedirían a cualquier gestor de fondos que invirtiera más de una quinta parte de su dinero en sólo tres valores. Un fondo de inversión tan concentrado en unas pocas participaciones principales tampoco estaría lejos del punto en el que los reguladores federales dejarían de considerarlo diversificado.

Nada puede ocultar lo más evidente: los gestores están obteniendo malos resultados porque no pueden batir al mercado actual

Según Morningstar, los fondos de acciones estadounidenses gestionados de forma activa tienen una media del 14,2% en sus tres principales participaciones y del 20,8% en las cinco principales, muy por debajo de la concentración del S&P 500. Las mayores empresas del mercado se han hecho tan grandes, naturalmente, porque han superado con creces a todo lo demás. Esto significa que la dispersión, que mide hasta qué punto los rendimientos de los valores individuales difieren de la media, se ha convertido en gran parte en una medida de un puñado de ganadores frente a cientos de rezagados.

El resto del mercado representa el polo opuesto de esos pocos gigantes tecnológicos. En el segundo trimestre de 2024, mientras las grandes tecnológicas hacían subir al S&P 500 un 4,28%, el índice Russell 2500 —que sigue a los valores pequeños y medianos— perdía un 4,27%. Nvidia por sí sola representó casi un tercio de la rentabilidad total del S&P 500 en el primer semestre, según el S&P Dow Jones Indices. Si añadimos Microsoft, Amazon.com, Meta Platforms y Eli Lilly, el 55% de la rentabilidad del mercado se debió a esos cinco valores.

Foto: Coche eléctrico chino. (Europa Press)

Esto hace pensar que medidas tradicionales como la correlación y la dispersión han perdido gran parte de su significado y casi toda su relevancia. Los 10 valores más importantes son los dueños del mercado en estos momentos, y cualquiera que no los posea se queda al margen, al menos por ahora. Los gestores de carteras pueden repetir una y otra vez que el mercado se está convirtiendo en un mercado de selección de valores. Pero, a menos que elijan exactamente estos valores —y a menos que seleccionen cantidades enormes de los mismos—, no van a obtener mejores resultados a corto plazo.

Los gestores de fondos que se dedican a exhibir estadísticas no pueden cambiar esa cruda realidad.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

En teoría, los gestores de fondos de inversión, que tratan de escoger las mejores inversiones al tiempo que evitan las peores, deberían brillar con luz propia cuando unos valores suben y otros bajan y la brecha entre los valores ganadores y los perdedores se amplía.

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