Mercedes se adelanta al futuro

Mercedes sigue adelante con su apuesta de futuro por los coches eléctricos. Primero han sido los vehículos híbridos, como el Mercedes S 400 Hybrid que ya rueda por las calles de nuestra ciudad y que incorpora baterías de ión-litio. Más tarde ha sido el pequeño smart eléctrico enchufable a la red, y el siguiente paso es el Clase B que funciona con hidrógeno.

Ya les he hablado en algún momento de este vehículo, con el que el presidente de la compañía alemana Dieter Zetsche lleva más de un año haciendo algunos desplazamientos en fines de semana. Pero ahora ya es una realidad. Hace varias semanas ha tenido lugar un encuentro en Mónaco para que algunos responsables de flotas y de organizaciones internacionales pudieran conducirlo, y ya comienzan las primeras entregas a dichos organismos.

El objetivo es comenzar a poner en marcha una nueva tecnología que para muchos representa el futuro. El vehículo incorpora un depósito de hidrógeno con el que puede hacer hasta 400 kilómetros. Lo mejor es que este desplazamiento se hará sin ningún tipo de emisiones en lo que se refiere a su uso en circulación. Tampoco hará ruido y se situa como una de las alternativas para el futuro sostenible del automóvil.

Sin embargo, queda lo más difícil. Como ocurre con los vehículos eléctricos en las ciudades, requiere una compleja infraestructura que permita recargar el depósito de hidrógeno, algo que en estos momentos es materialmente imposible salvo en ocho o diez hidrogeneras instaladas en  California o en las principales ciudades alemanas.

Pero vayamos con el vehículo. El Clase B de hidrógeno es un vehículo de dimensiones compactas que incorpora un depósito de hidrógeno de alta seguridad que permite recorrer hasta 400 kilómetros. Con ello se convierte en un coche ideal para el uso urbano, por sus dimensiones bastante contenidas, pero al mismo tiempo un buen coche de viaje, ya que permite hacer largos desplazamientos sin emisiones y con un nivel de ruido mínimo, limitado sólo al de rodadura.

Incorpora un motor eléctrico con una potencia máxima de 136 caballos, el equivalente a un motor de gasolina de dos litros de cilindrada. En cuanto a su par motor, es de 290 Nm. Además, incluye una batería de ion-litio con una capacidad de  35 kW. La velocidad máxima del nuevo modelo se situa en los 170 km/h.

Lo mejor es que permite un rellenado completo del depósito en 3 minutos, lo que le convierte en el vehículo eléctrico más fácil de recargar. Eso sí, siempre que exista una estación de servicio con hidrógeno en nuestro camino.

La producción en serie del nuevo Clase B Fuel Cell acaba de comenzar, mientras que las primeras 200 unidades se entregarán en los primeros meses del año a clientes elegidos en Europa y Estados Unidos.