La berlina deportiva y genial

El coche que probamos en esta ocasión es el Passat CC, una berlina de cuatro plazas pero con un bonito toque deportivo gracias a su techo en caída en la parte trasera lo que le proporciona un cierto aire de vehículo coupé. Un coche genial que combina una estética muy agradable con una mecánica muy eficiente y un cambio casi perfecto.

La verdad es que el VW Passat de carrocería normal no me termina de convencer, no ya por su comportamiento en carretera, bastante bueno, sino simplemente por su estética, demasiado anodina e impersonal. Sin embargo, los responsables de la marca alemana decidieron hace un par de años lanzar una versión de carrocería más deportiva gracias a una parte trasera en caída. Vamos, la idea del Mercedes CLS pero aplicada al Passat.

Y el resultado, al menos desde mi punto de vista, es perfecto. Un coche llamativo, con personalidad, muy diferente al resto de vehículos. Y al mismo tiempo un coche elegante y refinado, con un gran empaque. Y todo ello por un precio bastante razonable.

Para hacer esta prueba se ha elegido la versión que considero más racional, con el motor Tdi de 140 caballos, que le mueve con bastante soltura y asociado a este motor el cambio DSG, que funciona a las mil maravillas.

Eso sí, para personas que buscan una conducción más rápida quizá esta versión de 140 caballos puede ser algo justa y existe una alternativa de 170 caballos quizá más lógica para el tipo de coche que es. Sin embargo, este de 140 caballos funciona de manera óptima.

Su comportamiento está marcado por la deportividad. Las suspensiones están rebajadas con respecto a la berlina normal, lo que unido a unos tarados más firmes hace que su comportamiento en carretera sea muy bueno. Permite una conducción rápida sin problemas. Y eso tanto en carreteras de primer orden como en zonas más viradas, en las que la combinación de la buena elasticidad del motor y la eficacia del cambio le hacen un coche bastante ágil.

Estas suspensiones duras no restan confort al vehículo. Además, los ocupantes de las cuatro plazas de este Passat tienen una gran sensación de espacio, a lo que hay que añadir una muy buena calidad percibida. Por un lado la buena calidad de terminación habitual de los modelos de Volkswagen a la que en este caso se suman unos materiales de primera categoría que ayudan a posicionar al Passat CC como una berlina premium, eso sí con un marcado carácter deportivo.

El motor es el conocido propulsor Tdi de 140 caballos con common-rail que resulta muy elástico. Su par máximo está disponible desde las 1.750 vueltas, por lo que proporciona unas aceleraciones y recuperaciones muy buenas, superiores a las que cabría esperar de un vehículo de sólo 140 caballos.

Asociado a este motor encontramos el cambio más eficaz que hay en el mercado en estos momentos, al menos desde mi punto de vista, el DSG. En este caso en su versión de seis marchas que ofrece un funcionamiento bastante eficaz en el modo automático pero que muestra todo su potencial en el modo manual. En nuestro caso el vehículo no montaba levas en el volante, pero en cualquier caso la operación de cambiar manualmente mediante la palanca es muy rápido.

El hecho de ser de doble embrague significa que cuando estamos rodando en una marcha, el cambio tiene preparada la siguiente en el otro embrague, por lo que el cambio es muy rápido. Solo en el caso, muy poco probable de un cambio imprevisto, la operación puede tardar alguna décima de segundo más, pero en cualquier caso es muy rápido. Y lo mejor es que permite reducir el consumo con respecto a uno manual, y al mismo tiempo ganar muchos enteros en facilidad de conducción y en confort.  

Habitabilidad  

El habitáculo de este Passat CC es un poco especial. El vehículo lleva dos plazas traseras independientes, con una guantera central. Esto hace que cada asiento tenga su forma como asiento independiente, por lo que ofrece bastante más sujección del cuerpo que un asiento corrido convencional.

También tiene su lado negativo en cuanto a la habitabilidad en la parte trasera. Se trata de la cota de altura, que es algo justa. Sobre todo si las personas que viajan son muy altas. En cualquier caso es el precio que hay que pagar para tener una berlina con un toque deportivo. Salvo contadas excepciones, por tener que llevar con frecuencia gente más alta en las plazas traseras, yo firmaría para tener un coche como este.   

Su diseño y su reparto del asiento posterior le proporciona un gran empaque a su parte trasera y le convierte en un vehículo premium, comparable con vehículos de mayor rango, pese a esas limitaciones en su espacio y a sus dos plazas traseras.

El coche tiene un buen equipamiento, pero lo mejor es que se puede equipar con una larga lista de opciones, tanto de confort como de funcionamiento. Incluso para los que quioeren viajar a una estación de esquí, el Passat CC ofrece con esta motorización de 140 caballos una versión con la eficaz tracción 4Motion.